Juan Antonio Coloma, senador de la UDI: "Chile Vamos salió adelante en la encrucijada más difícil que ha tenido desde que existe"

Imagen JUAN ANTONIO COLOMA155

Senador, que tuvo un rol clave en la definición para lograr el acuerdo constitucional, dice que, en el caso de la UDI, "para nosotros es difícil y duro", pero recalca que "hay escenarios en que lo lógico no es seguir atrincherado". Y agrega: "Por comodidad, habríamos hecho cosas muy distintas en la vida".


Habló por teléfono con el Presidente Sebastián Piñera antes y después que se lograra, el jueves en la noche, el acuerdo para avanzar hacia una nueva Constitución. Y ayer, justo antes de comenzar esta entrevista, el senador Juan Antonio Coloma (UDI) recibió un llamado de su par Ena von Baer, quien lo felicitó por el rol que jugó en las intensas negociaciones que se produjeron en el Congreso.

El legislador, expresidente de la UDI y el último de los denominados "coroneles" del gremialismo en ejercicio, fue, de hecho, quien terminó resolviendo, junto al diputado Gabriel Boric (Convergencia Social), la fórmula que finalmente se estampó en el acuerdo. Y eso ocurrió poco después que las tratativas llegaran a lo que Coloma califica como un "punto muerto".

La UDI terminó cediendo en varios puntos. ¿Fue muy difícil?

Yo sentí mucho estos días el recuerdo de la negociación, que fue la más incomprendida de todas, cuando compartimos la mesa del Senado con la Concertación, en circunstancias que nuestro sector más los senadores designados daban una mayoría suficiente para tener la presidencia del Parlamento. Jaime Guzmán nos hizo reflexionar lo importante que era, a veces, ceder una opción si con eso lograbas algo mejor o mayor, que era la capacidad de consolidar la transición en ese caso y, de alguna manera, obligar a que confiáramos unos en otros. Apoyar a Gabriel Valdés creo que es muy valorado, mirado con la perspectiva del tiempo... Algo parecido ocurrió cuando con Pablo (Longueira) hicimos un gesto que algunos todavía no comprenden, pero que fue importante, de darle gobernabilidad el 2003 al Presidente Lagos, cuando estaba pasando por un momento muy serio también. Obviamente, nosotros teníamos que ceder el vértigo de la oposición de, de alguna manera, disminuir a tu rival, pero entendíamos que había un bien superior, que era la estabilidad de Chile. Después nos tocó cuando la DC no pudo inscribir sus candidaturas… Bueno, algo de todo eso pasó ahora también. Evidentemente, para nosotros es difícil y duro, pero también uno mira cuál es la situación del país ayer, que había un grado de violencia desatada, un grado de desánimo colectivo. Y uno mira el tipo de país y uno lo proyecta a lo que viene y dice "bueno, ¿no será un buen momento para ser capaces de ceder algo que a uno le importa por tener, por lo menos, una opción de paz social que no existía?". Yo pensé eso.

Ustedes, al final, aceptan un plebiscito de entrada y validan un mecanismo que, si bien se llama "convención constitucional", en la práctica es una "asamblea constituyente". Esas cosas para la UDI eran intransables…

Obviamente, no son dogmas. Creo que mientras más estable sea una Constitución, es mejor. Ahora, también hay escenarios en que lo lógico no es seguir atrincherado en algo, sino que tratar de que en lo otro que venga haya más garantías de que salga mejor de lo que pudo haber sido. Entonces, coloco en una balanza esa opción de ir a un plebiscito, que nadie sabe cuál será el resultado, y coloco algo que nunca nadie pensó: que esto fuera a resolverse por 2/3. Y eso, a mi juicio, es una garantía muy importante de que no va a haber una mayoría circunstancial, cualquiera sea, que va a poder plantear lo que es una Carta Fundamental, sino que un acuerdo con mayúscula. De alguna manera, vuelve a pasar lo mismo que pasó al inicio de la transición: estamos obligados a ponernos de acuerdo… Eso es una tranquilidad, no solo para mí y para la UDI, sino que también para el resto, en el sentido de no tratar de imponer.

Por otro lado, ese quórum de 2/3 es, justamente, un resguardo para que la estructura del modelo, que es lo que muchos cuestionan, no cambie. Eso plantea, entre otros, el PC…

No deja de ser sintomático que el PC se reste de un acuerdo grande. Esa es la pregunta de fondo: por qué se siguen restando. Respecto a lo otro, obviamente que es un resguardo, pero no es un resguardo de A, B o C. Es un resguardo de buscar racionalidades y buscar acuerdos. Y eso creo que es bueno, no es malo.

Usted es el último "coronel UDI" en ejercicio. Y fue uno de los encargados de viabilizar una fórmula que terminará derogando la Constitución de Jaime Guzmán…

De partida, partamos con que la Constitución que se deroga es la que firmó Ricardo Lagos. Te lo digo porque también los símbolos influyen. Cuando se aprobó la Constitución de 2005, hubo una ceremonia…

Fue un cambio a la Constitución, no una nueva…

Se fijó la nueva Constitución… La Constitución se había cambiado 37 veces, se habían modificado 200 veces los artículos.

Pero lo importante es el fondo, más que la cantidad. Y esas son las críticas de la gente que quiere una nueva Constitución…

Se habían cambiado cosas de forma, cosas de fondo. Sigo pensando que había un espacio muy aportador, sigo pensando que ha sido un instrumento clave, pero ya se había cambiado 37 veces y ya tenía otro nombre. Entonces, ¿qué es lo que importa al final? Lo que importa es que podamos tener el mayor entendimiento y unidad. Y los 2/3 eso te lo garantiza. ¿Es cómodo o no es cómodo? Tampoco fue cómodo ceder la presidencia del Senado después de la transición, tampoco fue cómodo renunciar a que la DC no levantara candidatos, tampoco fue cómodo ayudar en un momento de aflicción a Lagos. Mira, nosotros, por comodidad, habríamos hecho cosas muy distintas en la vida. Siempre hemos tratado de hacer las cosas pensando en Chile, y creo que una vez más lo demostramos… Y yo creo que con esto Chile Vamos también queda fortalecido. Cuando uno tiene problemas de esta envergadura, y los resuelve unitariamente, mi papá decía que la borra que va quedando después de esos esfuerzos es un pegamento muy poderoso para cuando vengan escenarios más inciertos. La capacidad de generar confianza fue muy decisiva. Y creo que Chile Vamos salió adelante en la encrucijada más difícil que ha tenido desde que existe, a mi juicio. Y eso es una buena garantía de gobernabilidad para nuestro sector, que es un tema que estaba puesto en discusión.

Según la información que se ha podido recabar, usted y el diputado Gabriel Boric fueron quienes sostuvieron una conversación en la que surgió la fórmula que, finalmente, se plasmó en el acuerdo…

Este es un acuerdo que tiene muchos actores, es muy amplio. Hubo muchas conversaciones y hubo esfuerzos que valoro. Por una situación muy circunstancial, hubo un encuentro casual cuando las negociaciones ya estaban caídas. Yo había hablado una vez en mi vida con el diputado Boric, y empezamos a conversar reflexivamente. Y, de repente, empezó a surgir la posibilidad, que no se había planteado, de un acuerdo. Yo le dije "bueno, si tú piensas que eso es posible, déjame chequearlo". Y él me dijo lo mismo. Inmediatamente, lo que hicimos fue socializarlo dentro de la UDI y de Chile Vamos. Quiero destacar que trabajamos superarmónicamente con los dirigentes de Chile Vamos, algo que, quizás, hace muchos años que no veía. Todas las reuniones se hicieron en las oficinas nuestras, y mi oficina la usaba (Mario) Desbordes, (Andrés) Allamand, Hernán Larraín, Felipe Kast… Ahí fuimos socializando. Entiendo que Gabriel Boric también lo hizo primero con Felipe Harboe y Ricardo Lagos Weber. Y ellos, a su vez, socializaron esta cosa, que era distinta a lo que se había planteado. En eso influyó mucha gente después para que fuera viable. Y se agregaron cosas. Cuando uno tiene vocación de acuerdo, pasan esas cosas y de repente se dan. Y se dio, probablemente, en la forma más imprevista de lo que yo me pude haber imaginado nunca en la historia.

¿Qué le planteó Boric a usted?

Esto de si podía ser un plebiscito con preguntas con mecanismos, para darles derecho a las personas a tener opinión, con un resguardo en materia de quórum importante.

¿Eso del quórum se lo planteó Boric?

No, yo le dije a él si eso podía ser una ecuación más o menos razonable. Eso es una parte, porque hay muchas otras cosas. RN tenía muchas ideas en algunas materias, Evópoli aportó harto en otras materias… Y todo esto con la redacción de la Ena (von Baer), que le rindo un homenaje por su capacidad notable en el computador de ir traduciendo las ideas de 25 personas simultáneamente. Nosotros no habíamos trabajado con Evópoli. Quedé bien sorprendido. No habíamos trabajado intensamente con RN hace muchos años. Y vi un buen espíritu.

Usted dice que cuando conversó con Boric la negociación estaba caída. ¿Corrió un riesgo cierto el acuerdo?

Creo que sí. Yo las veía muy negativas, porque hubo un planteamiento nuestro que no fue aceptado por el otro lado. Y ellos plantearon algo que tampoco era aceptable. Había un punto muerto. En lo personal, veía que no había acuerdo.

Al principio, ¿hubo mucha resistencia en la UDI y en el resto de la derecha a la fórmula que surgió?

Sí, obviamente. Se discutió harto. Yo estaba bien decidido, porque me parecía una buena fórmula, pero nadie dijo "¡oye, es extraordinaria!". No. Se planteó que veamos esto, veamos también esto otro…

¿Cuáles eran esas trabas?

Que pudiéramos graficar bien en el texto lo que significaban los 2/3, que las preguntas fueran las adecuadas, que hubiera garantías y que hubiera especialistas técnicos nombrados por los partidos para fijar las reglas de funcionamiento. Y que eso fuera paritario, que no fuera más de un lado que otro.

¿Por qué en la contrapropuesta que hizo Chile Vamos el jueves en la tarde, la que provocó que se trabara la negociación, dejaron fuera el plebiscito inicial? Era como obvio que eso tenía que estar…

Porque había una opción de que… Porque hay distintas fórmulas de cambiar la Constitución.

¿Pero quién impulsó eso de sacar el plebiscito?

No te voy a decir.

La impresión que queda es que la UDI le puso presión a RN…

No, no, si nosotros queríamos un acuerdo. No fue la UDI, tampoco RN. Era como que se instaló que esa fuera la propuesta.

No quiere contar esa parte…

No.

RN había impulsado un plebiscito. Y era de sentido común que eso estuviera en la fórmula…

Sí, pero nunca impulsó 2/3.

Fue el gobierno, entonces…

No… Parecía razonable impulsar lo que uno creía. Y a mí me parecía razonable que la Constitución se pudiera cambiar a partir del poder constituyente, con otras personas, en una composición mixta.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.