Esto es lo que debes saber para elegir un buen banco (y qué productos financieros se ajustan mejor a ti)

Ilustración: César Mejías

El colapso de un par de bancos internacionales seguro te hizo pensar en dónde y cómo tienes protegida tu platita. Expertos en la materia explican en qué fijarse a la hora de abrir una cuenta bancaria y cuáles son las mejores alternativas según tus necesidades.




Según Moodys, una importante agencia de calificación de riesgo, la actual crisis bancaria, marcada por el colapso del Silicon Valley Bank (SVB) de Estados Unidos y el Credit Suisse de Suiza, entre otros, debería afectar sólo de manera “limitada” a la banca de América Latina.

Sin embargo, los expertos han estado de acuerdo en que todo esto provoca un gran impacto “a la confianza”, tanto de los grandes inversores como del ciudadano común. “La fragilidad del sistema hace dudar”, comentó Claudio Barahona, socio del capital de riesgo latinoamericano Alaya Capital.

El SVB, por ejemplo, era un banco con sede en California, especializado en startups y empresas tecnológicas. Muchos emprendedores de todo el mundo, Chile incluido, usaban esa institución como puerta de entrada financiera para hacer negocios en Silicon Valley. Por eso, Barahona les recomendó a sus colegas, muchos de ellos afectados por la caída, “que en el futuro tengan múltiples cuentas, en diferentes bancos, y no pongan todos los huevos en la misma canasta”.

Independientemente de si tú, lector o lectora, tienes un emprendimiento, grandes inversiones o simplemente unos pocos ahorros, es probable que ver a un par de reputados bancos internacionales declararse en quiebra te haya hecho pensar respecto a la relación que tienes con el tuyo.

¿Será momento de analizar una nueva opción? ¿En qué aspectos tengo que fijarme para saber si estoy cuidando bien mis ahorros? Conversamos con un grupo de personas expertas para que nos asesoraran.

Relación de larga data

“La relación entre una persona y un banco es de las relaciones comerciales más largas que puede tener una persona”, explica Max Valdés, periodista y emprendedor digital, experto en finanzas personales y editor del medio de economía para consumidores Chócale.

“No es tan fácil entrar —aunque cada vez se simplifica el proceso—, y tampoco es sencillo salir, y es un vínculo que te acompaña por muchos años. La portabilidad financiera facilitó los trámites para cambiarse, pero aún no es tan rápido como lo es la cambiarse de compañía telefónica, por ejemplo”.

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La idea es que tu banco pueda solucionar tus problemas sin tener que hacer fila como estas tristes personas.

Valdés sugiere, entonces, que antes de abrir una cuenta se definan primero cuáles son las prioridades que se tienen al respecto. Es decir, qué nos interesa más: la calidad de la atención, el respaldo tecnológico, la cantidad de sucursales o los beneficios asociados. “Lo más importante, al final, es que los productos financieros que ofrezca sean atractivos y acordes con lo que necesitas”, enfatiza.

Buena atención al cliente

La buena atención al cliente no debería ser negociable, aclara Santiago Jasminoy, inversionista y experto en finanzas personales. ¿Cómo se puede medir eso? Preguntando a conocidos y cercanos por sus experiencias en los bancos, pero también mirando las redes sociales o los portales de reclamos de consumidores.

“Es cosa de buscar el nombre del banco en Twitter para darse cuenta si éste tiene caídas en sus sistemas con cierta frecuencia, si la calidad de su atención no es buena o tienen muchos casos de fraude”, complementa Valdés. “Hay que fijarse en esos detalles, porque finalmente serán los que más afecten tu experiencia del día a día”.

Según los datos que recoge el portal Reclamos.cl, el Banco Santander es el que mayor porcentaje de sus problemas resuelve en la industria —con un 29,7%— y el Banco Ripley el que menos —con un 16,4%. De hecho, este último banco es también el que peor comportamiento tuvo respecto a los reclamos de sus consumidores el año pasado, según un estudio del Sernac.

Ese mismo trabajo dice que Banco Consorcio fue el que mejor respondió frente a los problemas de sus afiliados, seguido por el Banco Security, aunque ambos no cuentan con una gran cantidad de clientes. Entre los bancos más grandes, los que tuvieron mejor puntaje en este ranking fueron el Banco de Chile, el Banco Itaú y el BCI.

Hoy en día, una buena parte de las inquietudes y problemas debería resolverse de forma digital, y así ahorrarle tiempo a los clientes. “Hoy todos los bancos deben tener una buena aplicación para el celular, que sea amigable, en la que uno pueda ver rápida y claramente el saldo, hacer transferencias, pagos e inversiones”, dice Jasminoy.

Solvencia y seguridad

La caída del SVB generó un efecto estampida entre los clientes estadounidenses de bancos medianos o regionales: contagiados por el miedo, muchos decidieron sacar sus dineros de estas empresas locales y traspasarlos a otras más grandes, donde dicen sentirse más seguros.

Son bancos “too big to fall”, como dicen los gringos: demasiado grandes para quebrar. Aunque ninguna institución es infalible —recordemos la crisis de 2008—, a alguna gente el tamaño que tenga el banco le puede dar mayor confianza y seguridad respecto al manejo de sus dineros.

Otra forma de saber qué nivel de confiabilidad tiene el banco al respecto es “averiguando qué tipos de seguros y garantías brinda para darle mayor seguridad y tranquilidad a sus clientes”, dice Jasminoy.

Comisiones, cobros y tasas

Muchos bancos, en especial los que ofrecen cuentas corrientes, cobran comisiones mensuales por mantener el dinero en ellos. Otros, aún tienen algunas tarifas al hacer giros o realizar transferencias. Jasminoy sugiere fijarse bien en esto y recomienda elegir “uno que ofrezca esos servicios de forma gratuita”.

Por otro lado, si el objetivo con tu banco es obtener créditos de consumo o hipotecarios, “es muy importante revisar las tasas de interés y el valor de los seguros asociados”, dice el experto en finanzas.

Cajero Automatico Congreso Nacional
Lo ideal sería elegir un banco que no te cobre por hacer giros ni transferencias.

El Sernac tiene una herramienta para comparar el costo de créditos de consumo, que es muy fácil de utilizar, y el sitio Compara también tiene otra, en la que además se pueden mirar créditos hipotecarios, automotrices y distintos seguros. A fines de marzo de 2023, el banco con menores tasas para créditos de consumo son el BICE y el Internacional.

“Por un lado”, explica Boris Garafulic, CEO de la empresa de tecnología financiera Racional, “la tasa de interés determina qué tan caro es endeudarse, dado que aumenta el costo por recibir el mismo dinero prestado”.

Pero si nuestra intención es ahorrar, “la historia con las tasas de interés es justo la contraria, ya que esta indica la rentabilidad que podrías tener durante cierto período, premiando a las personas por invertir sus ahorros”.

Máx Valdés advierte que abrir una nueva cuenta en un banco “nunca debe ser para ampliar el techo del crédito”. Mucha gente ve las líneas de crédito de sus cuentas corrientes o a las tarjetas de crédito como plata de libre disposición. Un gravísimo error.

“Ese es dinero que tendremos que pagar más temprano que tarde, siempre sujeto a comisiones e intereses. Por eso, lo ideal es no generar deuda para los pagos básicos del día a día, como alimentación, cuentas de servicios domésticos o arriendo. El pago en cuotas o los créditos de consumo conviene usarlos solo para compras de bienes durables, como un celular, un computador o un auto, ya que van a tener un ciclo de uso más extendido”.

Beneficios y premios

Este punto también puede ser atractivo, aunque no muchas personas se fijan en él antes de elegir su banco. A pesar de eso, los programas de beneficios son una estrategia que las empresas financieras utilizan tanto para diferenciarse de la competencia como para atraer y retener a sus clientes.

El sistema, dice Jasmonoy, es simple: “a mayor uso de los instrumentos del banco —como tarjetas, créditos o herramientas virtuales— más puntos acumulas, y con ellos puedes acceder a distintos premios o beneficios”.

Estos pueden estar asociados a convenios con otras tiendas o comercios —como descuentos en combustibles, viajes o tiendas—, pero también a panoramas específicos —como conciertos o entradas al cine—, instalaciones —como espacios de trabajo o cafés—, o derecho a salones exclusivos de aeropuertos.

“Siempre hay que darle una mirada a cuánto me recompensará el banco por mis compras con las distintas tarjetas. Si te gusta viajar, quizá las millas te convienen, pero si no lo haces, no tiene sentido acumularlas. En ese caso, mejor ver si hay opciones para canjear gift cards o que te devuelvan dinero en ciertas compra”, complementa Max Valdés, creador de Chócale.

“Otros beneficios pueden ser descuentos en comercios —los convenios cambian según los días de la semana— u ofrecer el pago en cuotas pero sin interés”, dice.

Dime que clase de cliente eres y te diré qué tipo de cuenta necesitas

“Lo principal es tener claro lo que se necesita: ahorro, cuenta corriente, o cuenta vista”, enfatiza Antonio Olivades, abogado de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus). “Cuando uno lo sepa, muy importante es cotizar entre las distintas entidades, porque entre ellas pueden variar mucho las tasas de interés en cuanto a ahorro o crédito, como también las condiciones respecto a una cuenta corriente o vista. Como siempre, es fundamental cotizar para no terminar pagando de más”.

Cuenta vista: gran puerta de entrada

“La cuenta vista, también llamada chequera electrónica en ciertos bancos, está pensada para quienes se están recién bancarizando”, explica Max Valdés. “Es como la puerta de entrada al mundo bancario. La recomiendo para quienes solo necesitan recibir su sueldo, realizar compras con tarjeta de débito y hacer transferencias”, recomienda Max Valdés.

La gracia de las cuentas vista es que suelen tener costos de mantención bajísimos, a veces son incluso gratuitas, Algunas, eso sí, cobran por las transferencias o los giros, como la Cuenta RUT de BancoEstado. “Hace dos años se lanzó la Cuenta FAN del Banco de Chile, un muy buen producto gratuito de este tipo”, agrega.

Hace unos años todavía los bancos discriminaban bastante entre quienes tenían una cuenta vista y aquellos clientes que eran “cuentacorrentistas”, algo que por suerte ha cambiado en el último tiempo. Si bien no tienen los mismos beneficios —como, por ejemplo, contar con un ejecutivo para resolver los problemas—, los bancos cada vez los tratan mejor.

Aquí no hay acceso a línea de crédito, tampoco a una tarjeta de crédito asociada, y tampoco se puede acceder a muchos de los beneficios y programas de descuento que tienen las otras cuentas.

Cuenta corriente: palabras mayores

Valdés las describe como “un segundo paso bancario”, ya que permiten ir construyendo un historial en el banco, que sirve para luego pensar en otros productos.

“En el último tiempo, muchos bancos comenzaron a ofrecer opciones online”, dice el director de Chócale, “como la cuenta Life del Santander, que tiene un costo de 0,12 UF mensuales —unos 4 mil pesos— pero te despreocupas de que te cobren por transferir o sacar plata del cajero automático”. Esta cuenta exige un ingreso mínimo de 400 mil pesos líquidos.

Otro ejemplo es la cuenta ScotiaZero, de Scotiabank, que no tiene costos asociados, y también las opciones que ofrecen el BCI y el Banco Falabella, “que te eximen del costo de mantención si recibes transferencias mensuales o un sueldo desde cierto monto”, ejemplifica.

La idea de una cuenta corriente, dice, es poder incorporar después otros productos financieros, como una línea y una tarjeta de crédito.

Cuenta corriente + crédito

“Finalmente, el combo completo”, profundiza. “Son los planes de cuenta corriente que incluyen la cuenta y una tarjeta de débito, además de una línea y una tarjeta de crédito. Estas tienen costos mensuales asociados a la mantención, ya sea al plan completo o a cada uno de los productos”.

Estos están pensados, explica, para personas que necesitan tener cupos preaprobados para tarjetas y línea de crédito, con los cuales puedan organizarse financieramente, teniendo siempre algo de crédito a la mano.

“De esa manera, vas construyendo historial de buen cliente, con el cual los bancos suelen ofrecer otros productos, como seguros con bajos costos, mejorarte el programa de la tarjeta de crédito, mayores beneficios y mejores tasas. Para obtener un plan más atractivo, van a evaluar antes tu riesgo y debes presentar antecedentes, como liquidaciones de sueldo y tu nivel de endeudamiento”.

¿Y en dólares?

Actualmente, existen en Chile varias opciones para manejar el dinero en dólares. Scotiabank y Santander son bancos que tienen cuentas corrientes en esa moneda, pero también existen otras opciones para manejar los ahorros con una perspectiva global de inversión, como la billetera en dólares de la fintech Racional.

Aunque a veces su precio se pegue ciertas subidas y bajadas, “el dólar es reconocida como una moneda estable, fácil de liquidar en casi cualquier parte del mundo, y un lugar atractivo donde refugiarse en tiempos volátiles e inflacionarios”, explica Garafulic.

“También te permite invertir en instrumentos que se transan en esa moneda, como las principales empresas y fondos del mundo en las bolsas de Estados Unidos”, agrega. Advierte, eso sí, que “siempre está el riesgo de la variación frente al peso chileno al momento de la compra o de la venta, que no se puede predecir si será positiva o negativa”.

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