Los mejores regalos para amantes del vino (según expertos y sommeliers)

Cuando un ser querido sabe de cepas, viñas y terroirs, no es fácil elegir un regalo a la altura de sus conocimientos. Para no desilusionarse, dos expertos nos recomendaron ideas infalibles para obsequiarles a fanáticos y conocedores del vino.




Regalar un vino, sobre todo si viene en una caja —mejor aún si es de madera—, suele ser un obsequio que nos saca de apuros cuando escasea el tiempo y la imaginación, incluso si lo regalamos a alguien que no conozca demasiado de cepas, viñas ni terroirs. Pocos lo mirarán feo, porque una botella casi nunca sobra en una casa, pero distinta es la cosa cuando el destinatario es un verdadero amante de esta bebida

Aparecer con un ejemplar comprado en el supermercado, por muy caro que sea, no será la mejor idea si la intención es sorprender a quien lo recibe. Para no pasar bochornos —como llegar con un set de copas de vidrio, por ejemplo—, Pablo Romanini, el sommelier de viña El Principal; Benoit Fitte, enólogo de Viña Requingua; y Carolina Leiva, catadora certificada nivel 2 en el Wine & Spirit Education Trust, y más de 10 años dedicada al mundo del vino, nos recomiendan los regalos infalibles para los fanáticos, estudiosos y gozadores de esta bebida.

Vinos

Sorprender a un o una conocedora del vino con una botella es una empresa riesgosa, pero para los que quieran aventurarse, Carolina Leiva sugiere cualquier ejemplar de las Bodegas Re, de Casablanca. “Son vinos y ensamblajes atípicos, como el pinotel —pinot noir con moscatel— o el chardenoir —chardonnay con pinot noir—. Hacen mezclas de tintos y blancos bien interesantes, de vanguardia”.

Pinotel Bodegas Re 2019 (3 botellas)


Romanini propone uno de la viña El Principal de Pirque. Se llama Memorias, un blend del 2017 a base de cabernet sauvignon con porcentajes de petit verdot, syrah, carmenere y cabernet franc. “Un tremendo vino, muy fresco, que para cualquiera será un tremendo regalo”, dice.

Memorias El Principal 2017


El enólogo Benoit Fitte propone un espumante para pasar las fiestas. Es Potro de Piedra, de la Viña Requingua, un producto exclusivo —“son muy pocas botellas, no más de 1.500″— y versátil. “Es un espumante gastronómico: sirve tanto para brindar en el aperitivo como también para maridar una comida”. El acompañamiento ideal, dice, es con unos mariscos, ya sea crudos como cocidos.

Espumante Potro de Piedra Brut Nature Viña Requingua


Leiva también propone alguno de los vinos Baettig, de Malleco, caracterizados por su elaboración a baja escala, con cosecha a mano, fermentación salvaje y producción reducida. Este chardonnay, de la línea Los Parientes, es de un amarillo verdoso brillante, con notas frutales a maracuyá, durazno blanco y pera.

Los Parientes Chardonnay 2019


Copas

“Nadie se va a quejar si le regalas un buen set de copas”, dice el sommelier Pablo Romanini. Y cuando decimos buenas copas, hablamos siempre del cristal. “Hay una gran diferencia”, explica Carolina Leiva. “El cristal garantiza una inocuidad que el vidrio no, interfiriendo mucho menos en la parte organoléptica de la experiencia”.

Ella recomienda las copas Spiegelau, de origen alemán, que tienen una larga tradición en cristalería, pero a precios alcanzables. “Su material, sin dejar de ser de cristal, no es tan delicado, resistiendo más cantidad de lavados y a algunos accidentes. El sonido de su brindis, además, es espectacular”.

4 copas de vino Spiegelau Winelovers Bordeaux


Otra marca recomendada es la también alemana Nachtmann, con un enfoque más fino y “tope de línea”, como lo describe Leiva.

4 copas de vino Nachtmann Vivendi Bordeaux


Si se quiere ir por lo fino, Benoit Fitte sugiere las copas Riegel, más caras pero elegantes. “En ellas el vino siempre se va a sentir bien”.

2 copas de cristal Riedel Ouverture Magnum


Accesorios

Sin descorchador no hay brindis. Y aunque las opciones son muchísimas, algunas estrafalarias o eléctricas, el que sugiere Romanini —y que a ningún amante del vino le viene mal— es un buen descorchador de dos tiempos. “Es el único que te permite entrar el tirabuzón hasta el largo del corcho, sacarlo en línea recta y evitar que se quiebre”, dice.

Descorchador Pulltex Click Cut Monza


Los descorchadores predilectos de Carolina Leiva también son los de dos tiempos. “Hay que fijarse de que no sea chino”, advierte. Se ven parecidos pero “al poco tiempo fallan y se echan a perder”. Por eso, ella recomienda uno que venden en la tienda En torno al vino, que incluye un seguro cortador de cápsula y un sistema que se adapta al ancho de cualquier gollete.

Descorchador Farm Boomerang X.Tend


Romanini y Fitte tambiénn aconsejan los descorchadores tipo pinza, o de lámina, que están pensados para destapar vinos muy viejos o que han estado guardados por mucho tiempo. Esta herramienta “agarra el corcho por las orillas de la boca de la botella y lo saca completo. Así no hay riesgo de que se rompa ni que el vino se ensucie con el aserrín que cae al perforarlo con otros descorchadores”, explica el sommelier. Esto es posible porque el corcho de los vinos viejos, al no estar tan expandido, permite que haya espacio para introducir las láminas del descorchador entre la intersección del vidrio y el tapón.

Descorchador de pinzas (o láminas) Great World


A los bebedores pausados o solitarios, a quienes una botella les dura varios días abierta, muchas veces los últimos mililitros se les terminan oxidando, útiles solo para cocinar o hacer un vinagre. Para ellos, Leiva tiene un excelente regalo. “Se llama Repour y es un tapón que tiene la capacidad de quitarle el oxígeno al vino ya abierto y hacerlo durar hasta 6 meses sin perder sus propiedades. No lo he podido comprobar, eso sí, porque a mí una botella no me dura más de dos días”, dice con honestidad.

Tapones para vino Repour (10 unidades)


Para conseguir el mismo objetivo, Pablo Romanini propone regalar una bomba de vacío, con sus respectivos corchos de goma. “Te ayuda a sacar el oxígeno de la botella, por ejemplo cuando no te la terminas toda y la quieres guardar, ayudando a que el vino se conserve mucho mejor y por más tiempo una vez abierto”.

Set de sellado de vino Wayu (incluye dos tapones)


Degustar una copa de la carísima botella que guardas bajo siete llaves sin tener que descorcharla —y por lo tanto, que no se oxide ni se descomponga— parece un sueño húmedo para cualquier amante del vino. Hace unos años, la ciencia lo ha hecho realidad.

El milagro se llama Coravin, y es un sistema que perfora el corcho con una delgada aguja, extrae a través de ella el vino que se quiere beber y al mismo tiempo inyecta argón en la botella, un gas inocuo y benigno que vuelve a presurizar el contenido, manteniéndolo como si estuviera sellado. El corcho queda cerrado y el vino, a pesar de haberle extraído una o dos copas, podrá seguir descansando en la cava o la despensa por días, semanas o meses, sin que se vean afectadas sus características.

“Eso sí, para este regalo se necesita bastante plata”, advierte Fitte, pero si se cuenta con ella vale cada peso invertido. “Para un experto, capaz de tener y apreciar vinos premium, es un súper regalo”.

Coravin Model 2


Sabido es que un vino decantado y oxigenado sabe mucho mejor. Pero sabido es también que, una vez descorchada la botella, son pocos los que tienen la paciencia para esperar tantos minutos antes de beber una copa. Para los ansiosos, Leiva recomienda el Centellino, “una bomba de vidrio inflada que se pone en el gollete de la botella. Viertes ahí la cantidad de vino que vas a servir y lo oxigena como si hubiese estado media hora en un decantador”.

Aireador decantador Centellino 125 ml


Suscripciones

Aunque el pago es mensual, financiar la primera cuota de una suscripción a algún club de vinos puede ser una gran idea. “Te vas a la segura con @bocasmoradas”, dice Carolina Leiva. “Ellos siempre venden proyectos pequeños, de escala humana, muy interesantes. Y si te suscribes al club te llegan tres botellas al mes de proyectos aún más inéditos y boutique”.

Suscripción mensual Bocas Moradas


Romanini recomienda suscribirse a alguna revista de vino, para mantenerse al día con las novedades, que además venga con un envío mensual de vinos. “Uno siempre agradece cuando a fin de mes te llega una cajita con sorpresas, una posibilidad de estar cada 30 días probando viñas nuevas”. La de La Cav va desde los $18.990 mensuales, e incluye la revista, una botella reserva y otra gran reserva.

Libros

Para aprender y lucir en la sobremesa, los libros de vino siempre serán un gran regalo, opina Carolina Leiva. Un infalible es la guía Descorchados, del periodista Patricio Tapia, y que aparece cada año. “Ahí está lo último que sacó cada viña, los puntajes, la descripción, además de información de vinos de Argentina y Uruguay. Es bien completa”.

Descorchados 2021 - Patricio Tapia


Y para regalar a un principiante o iniciado, el mejor título para Leiva es ¿Quiere saber más de vinos?, escrito por “Don Alejandro Hernández”, dice, “que educó a las últimas 55 generaciones de enólogos de la UC”. Es un libro compacto, de bolsillo, con los conceptos básicos del vino. “Buenísimo para empezar a aprender, bien coloquial”. Como se encuentra discontinuado, otra buena opción —y del mismo autor— es El vino de Chile, donde se explica la historia de esta bebida con ilustraciones de Rodrigo Alvarado.

El vino de Chile - Alejandro Hernández


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 22 de noviembre de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.

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