Marley Get Together 2 Mini: diseño, conciencia ambiental y un sonido aceptable

⭐⭐⭐★★

Marley, la marca que busca estirar el legado del mítico Bob, ofrece aquí un parlante inalámbrico de diseño sobrio, con grandes características para su portabilidad y uso outdoor, además de una calidad sonora robusta aunque algo limitada.




Han pasado exactamente 10 años desde que Rohan Marley, exjugador profesional de fútbol americano e hijo del legendario Bob, anunciara el lanzamiento de los primeros audífonos “respetuosos con el medio ambiente”. Llevarían la marca Marley, que él cofundó poco tiempo antes y que hasta entonces era reconocida principalmente por el café que producen con la imagen de su padre como paraguas.

Desde entonces Marley —a través de su ala tecnológica, The House of Marley—, fabrica equipos de audio como parlantes y tocadiscos, además de los audífonos ya mencionados. Todos hechos en base a materiales reciclados y a la promesa de contribuir al cuidado del medio ambiente, de manera de continuar “con el amor de Bob hacia el planeta”. Ahora mismo, por ejemplo, parte de las ventas de sus productos serviría para financiar el trabajo de One Tree Planted, una fundación sin fines de lucro dedicada a la reforestación global.

El mensaje medioambiental no es solo un discurso: basta un rápido vistazo al paquete en el que viene un producto nuevo de Marley para comprobar que hasta en los mínimos detalles se ajustan a este lineamiento. Es lo que se puede apreciar al recibir y desempacar el Get Together 2 Mini, último parlante inalámbrico fabricado por la compañía jamaiquina. No hay un sólo plástico de envoltura, sólo cajas y aplicaciones de cartón, además de papel cobertor y una que otra tarjeta de presentación de marca. Todo sobrio, todo reciclable.

Cierra el círculo ecológico el propio producto, que según destaca la marca está fabricado con productos sustentables, como madera y bambú, y otros reciclados como silicona, botellas de plástico y aluminio. Todo esto bajo un diseño sencillo y distintivo, con una cara frontal de madera en color natural, acabado satinado y dos aberturas circulares que dejan ver el par de bocinas que hay al interior del dispositivo. Un material textil recubre el contorno, que con su tonalidad oscura y detalles brillantes ofrece un contraste a la placa maderosa. En resumen: un parlante que evoca naturaleza y relajo. Y cuya fisonomía, a diferencia de las otras versiones de Get Together, es ovalada y más compacta, con 20 centímetros de ancho, 8 de alto y 9 de profundidad. De alguna manera, recuerda a la cara de ET o tal vez a la de Wall-E; cualquiera sea, tiene un look amigable. A continuación, revisaremos su sonido y funcionalidad.


Especificaciones técnicas

Conectividad: Bluetooth 5.0

Rango Bluetooth: 30 metros

Potencia del amplificador: 2 * 10 W

Impedancia: 4Ω

THD: ≤ 3%

Tiempo de carga: 5 horas

Peso: 800 gr

Dimensiones: 19,4 x 8,4 x 7,5 cm

Accesorios

Llama la atención que con tanto detalle bien cuidado por parte de la marca, no venga entre los accesorios un adaptador de corriente para su cable, que tiene ambas puntas USB-C. Quienes no lo tengan tendrán que ingeniárselas, ya sea consiguiendo uno o echando mano a algún otro cable que tengan a mano que dé ambas posibilidades.

A favor de Marley, el cable USB-C que incluye parece de mayor calidad al estándar, ya que está forrado en tela, lo que en teoría da mayor resistencia y durabilidad. Otro accesorio incluido con el Get Together 2 Mini es una correa para atar el dispositivo y así poder colgarlo de cierta altura o poder transportarlo en una mochila durante una caminata por la playa, una montaña o una carretera, acompañados del soundtrack que plazca. Sin duda, un ítem muy afín con el público joven y ávido de salidas y aventuras al que apunta la marca.

Usabilidad

El Get Together Mini 2 consta de cinco botones en total: tres en su lomo y dos más en su cara trasera. Es fácil distinguir cuáles corresponden a los comandos de volumen, sin embargo es también sencillo equivocarse respecto al botón de encendido. Instintivamente se podría pensar que aquel se encuentra entremedio de los que comandan el volumen, ya que tiene un círculo blanco como símbolo, pero no…

El encendido y apagado se hace desde la botonera ubicada en la cara trasera del parlante, oscura y de un material similar al caucho —seguramente producido en base a los materiales reciclados expuestos al comienzo—, con dos áreas delineadas, una de las cuales esconde el puerto para carga y una entrada auxiliar minijack para insertar una fuente de audio análoga (como un viejo reproductor de CD o mp3).

Algo similar ocurre con la segunda estación, donde justamente se encuentra el botón de encendido, el cual a simple vista pasa casi desapercibido. Se hace necesario dar una mirada más cercana para notar que efectivamente se trata del on/off: tiene una leve hendidura circular y punto en el centro, emulando el símbolo de encendido. Bajo éste se encuentra el único botón que destaca en la parte trasera del parlante, que con una pequeña luz LED indica la ecualización elegida durante la reproducción (un punto sobre el que profundizaremos más adelante). Este botón, además, permite configurar algunas preferencias, como elegir entre una “voz humana” como guía —y el idioma de ésta— o si simplemente contar con un suave sonido percusivo como brújula de navegación.

Tal como ocurre con el botón de ecualización/selector de idioma, el resto también cumple más de una función. Por ejemplo, el botón en centro del lomo sirve para poner play y pausar la reproducción, pero además para contestar o cortar una llamada, dejarla en espera o activar/desactivar el altavoz mientras se habla. Todo depende del contexto y de cuántos segundos se oprima cada comando.

No es el parlante más intuitivo ni tampoco es que sea de gran complejidad, pero sí es muy necesario echarle un vistazo al manual para entender cabalmente su funcionamiento. Una práctica poco frecuente entre los consumidores chilenos, pero vamos… es un mínimo de esfuerzo. El problema en este caso es que en la guía rápida de inicio, que se incluye en el paquete, no aparecen todas las funciones del dispositivo, como la de selección de idioma. Tampoco es posible encontrar un manual más completo en el sitio de The House of Marley, como se indica en la misma guía. Allí se pueden observar los manuales de otros dispositivos, entre ellos, el resto de los parlantes de la serie Get Together, no así el de este producto en particular.

Conectividad y audio

Resulta bastante simple conectar vía Bluetooth el dispositivo fuente —nuestro smartphone o notebook, por ejemplo— al Get Together 2 Mini. Es cosa de encender el parlante para que éste entre automáticamente en modo emparejamiento. La versión 5.0 de Bluetooth que posee el parlante permite no sólo una conexión estable entre los dispositivos, así como también en cuanto a la transferencia de datos, sino que además lo hace compatible con equipos que tengan versiones anteriores de esta tecnología inalámbrica

Así como el aspecto estético y la ética sustentable que incluye el parlante son puntos fuertes, también lo es en buena medida su sonido: sorprende la nitidez y limpieza con que transmite las frecuencias medias y bajas, haciendo bastante agradable la escucha. A quienes gustan de bombos bien marcados, las bocinas del Get Together 2 Mini entregan un muy bien kick, punzante, potente y claro. A ello agrega el efecto visual que otorga la exposición de ambas bocinas, que se mantienen en constante movimiento mientras se reproduce el audio.

Todo esto se mantiene inalterable a un volumen moderado. No es que este parlante no tenga buena potencia, ya que alcanza en total los 20 watts —10 en cada bocina—, los suficientes como para llenar cualquier habitación de música. Sin embargo, llegado a cierto volumen, el parlante comienza a perder el balance, se disparan los agudos y ese woofer que tanto destaca a un volumen medio comienza a generar lo que se conoce como rattlesnake, un zumbido como el de una serpiente cascabel, indeseado pues ensucia la escucha.

De todas maneras es algo natural para un mini parlante portátil. Con ese porte compacto, difícilmente pueden entregar un sonido tan definido, con espacialidad y musicalidad a un alto volumen. Aún así, uno puede hacerse la idea de que hay una buena calidad en el Get Together 2 Mini con sólo cogerlo: su peso es de 800 gramos.

Por otro lado, este parlante cuenta con tres ecualizaciones preestablecidas. La primera es la que Marley llama la “Signature Sound”, que destaca por un excelente balance entre medios y bajos, que aporta nitidez y presencia al sonido. La segunda se denomina “Bass Boost”, la cual realza los bajos. Por defecto, esto resta presencia a los medios y los sume en una atmósfera algo más densa. Esto bien podría ser del gusto de alguien o podría ayudar a compensar audios de menor definición que están más cargados a los agudos. Sin embargo, tiende a saturar en canciones en las que el bajo tiene mayor protagonismo, por ejemplo en el funk, el jazz o los ritmos africanos.

Por último, Marley ofrece la ecualización “Acoustic”, en la que se quita presencia a los bajos y se realza el treble o las frecuencias agudas, lo que da la sensación de que la música es interpretada en una sala en la que hay más espacio por rellenar. Este ajuste podría ser útil cuando las canciones están demasiado cargadas a las frecuencias bajas y se busca desaturar.

Estas tres ecualizaciones entregan una pequeña paleta de colores, aunque queda claro que la Signature Sound es la que logra la mejor definición y, por ende, el sonido más agradable del Get Together 2 Mini.

Un punto a mejorar son las transiciones entre una ecualización y otra, así como las que se dan entre el anuncio de que el parlante ha llegado al volumen máximo y la reactivación de la música. En esos momentos, el parlante emite un sonido y luego tiene un bache de silencio que interrumpe la reproducción durante un segundo, lo que para los quisquillosos puede llegar a ser molesto.

El audio durante las llamadas es, también, de una gran nitidez, tanto en la recepción como en la emisión, lo que se agradece, porque a nadie le gusta estar gritando durante una llamada, sin saber adónde mirar y con la correspondiente cara de gil que acompaña esos momentos de confusión.

Otras funciones

El Get Together 2 Mini es claramente un parlante inalámbrico pensado para un público joven, que disfruta de las actividades al aire libre o fuera de casa, ocasiones en las que un dispositivo como éste suelen cobrar protagonismo. Desde ese prisma, Marley gana puntos al incorporar características como la resistencia al polvo y al agua, donde además tiene la capacidad de flotar (posee una certificación IP67).

Y para dar más fuerza al entretenimiento, existe la posibilidad de emparejar el parlante con otro Get Together 2 Mini, lo que se conoce como “Stereo Pair Mode”, o con otros dos —“Multipair Mode”—, logrando hasta 60 watts de potencia. En esta modalidad puede que se haga más lógico el uso de la Bass Boost EQ y así terminar de desatar la fiesta.

Interesante para estos efectos es su rango de conectividad Bluetooth, que llega hasta los 30 metros, mucho más de lo que alcanzan otros parlantes inalámbricos similares. Como para irse a acostarse al otro extremo de la casa y echar a los presentes sintonizando los Enanitos Verdes cuando se haga necesario. A su vez, la batería a plenitud otorga 15 horas de autonomía, muy buena en relación a su competencia. Un poco menos entusiasta es el tiempo de carga: necesita 5 horas para estar a tope.

Veredicto Práctico

El Get Together 2 Mini es un buen parlante, con un diseño sobrio y ameno a la vista, sencillo de utilizar una vez que se conoce su dinámica y que ofrece una distinguida calidad sonora, tanto en la modalidad de reproducción de audio como en la de llamada, con un balance y nitidez muy agradable para el oído. Sin embargo, este buen rendimiento comienza a flaquear a medida que se le exige mayor potencia. Ahí es cuando ciertos elementos que al principio pueden maravillar terminan jugándole en contra: es el caso de las bocinas, que pasan de bajos y bombos poderosos a perder el control de estos.

Donde sí muestra mayor constancia es en las características propias de un parlante inalámbrico, pensado para transportarse y utilizarse donde sea. Su autonomía de 15 horas, su rango de conectividad de 30 metros, su resistencia al polvo y al agua, y la capacidad de flotar en ésta lo hacen una excelente alternativa para el público viajero y que disfruta de las actividades outdoor. Quizá este punto sea determinante ante otros parlantes que se encuentran en el rango de los 100 y 200 mil pesos, aunque no deja de quedar la sensación de que sigue estando por encima del precio que merecen.

Nota: ⭐⭐⭐★★


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 1 de marzo de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.