Para los grandes bancos contar con una alianza potente con aerolíneas es algo cada día más relevante. Y de eso está consciente Banco de Chile. Primero fue estadounidense Delta Airlines, luego la chilena SKY y ahora sumó a su portafolio la española Iberia.

De esta manera, el banco chileno -que no quiso ni desmentir ni confirmar esta información- logró complementar los acuerdos ya existentes con una aerolínea europea,  que es la zona que faltaba. Según personas familiarizadas con la operación, la experiencia del banco con las otras dos compañías aéreas ha sido exitosa, por lo que el incentivo para firmar esta nueva alianza era alto.

Esta es una manera de competir con Santander y su alianza con LAN, así como con otros bancos y sus programas de canje de millas. La histórica alianza que durante 20 años unió a Santander con Lan -y que permite a los clientes acumular kilómetros canjeables por pasajes mediante la utilización de la tarjeta de crédito- vencía en 2015, pero fue renovada por cinco años. El negocio es importante y no es un secreto que todos los bancos de la plaza estaban dispuestos a pujar por él.

“Tres aviones 767 de LAN despegando diariamente equivalentes a más de 230 mil pasajes para volar dentro de Chile y el resto del mundo sólo en 2013”, señalaba el comunicado que Santander envió al momento de la renovación, cifra que para muchos es objeto de deseo, por lo menos en términos de marketing.

A Santander se une BCI, que con su plan OpenSky permite a los tarjetahabientes acumular pesos equivalente a pesos reales, los cuales que pueden utilizar para pagar una parte o la totalidad de sus servicios de viajes comprados en líneas aéreas, agencias de viajes, hoteles y rent a car.