BancoEstado 3.0: ¿Autónomo?
Sin duda uno de los temas que más está preocupando (y ojalá ocupando) tanto a empresas privadas como estatales del país es todo lo que dice relación con los gobiernos corporativos. Hoy en día la mayoría de las compañías públicas, tales como el Metro de Santiago, entre 22 empresas, están bajo el alero del Sistema de Empresas Públicas (SEP) o son sometidas a los estándares de gobierno corporativo de éste, como ocurre en el caso de Codelco y BancoEstado. Entre otros principios, se busca contar con directores profesionales con amplia experiencia, con aplicación de principios de buena gestión, y mayor transparencia y eficiencia en estas empresas.
En el caso de BancoEstado, se trata de una de las compañías estatales de mayor envergadura y peso en la economía, con activos por cerca de US$47.000 millones, una participación líder de cerca del 18% de los depósitos del mercado (al mismo nivel que el Banco de Chile) y el tercer lugar en colocaciones netas de provisiones, con un 14% de participación, entre otras cifras.
La dirección y administración de BancoEstado, como empresa autónoma del Estado, está regulada por la Ley Orgánica de la empresa del decreto ley N°2.079 de 1977, siendo una institución con personalidad jurídica y patrimonio propio, fiscalizada por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, y se relaciona con el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda.
La conducción de BancoEstado la ejerce el Consejo Directivo de la empresa, mientras que las funciones de administración superior recaen en su Comité Ejecutivo. El Consejo Directivo está integrado por siete miembros: seis son funcionarios de la exclusiva confianza del Presidente , mientras que el séptimo le corresponde al Director Laboral Titular, elegido por los trabajadores.
En esta columna me refiero a un BancoEstado 3.0 porque no existe duda de la profesionalización y avances que el banco estatal -gracias a sus directorios y administraciones recientes- ha mostrado en los últimos años, con logros como el de CajaVecina; la red de ServiEstado; los canales de atención remota como Internet o Call Center; y las importantes mejoras en los niveles de eficiencia. La reciente colocación en los mercados internacionales de un bono por US$500 millones, a 5 años plazo, con un cupón del 2%, el más bajo en América Latina, refleja claramente la solidez, solvencia y fortaleza patrimonial de BancoEstado.
Sin embargo, pienso que en épocas como las que vivimos es necesario un nuevo modelo para una institución tan relevante y con acciones de marcado carácter social como BancoEstado, ya que hoy está sujeto a los vaivenes políticos que, por definición, implica una continua elección de su directorio por parte del gobierno de turno.
Entendiendo que es muy difícil pensar en abrir en el mediano plazo un porcentaje accionario minoritario en bolsa, es tiempo de pensar una reforma del gobierno corporativo para que éste se transforme en una entidad autónoma, tal como ocurrió con el Banco Central y hoy se plantea para el INE.
El contar con un directorio de excelencia técnica aprobado por el Senado, con una proporcional representación de las “sensibilidades políticas”, y con un horizonte de mediano plazo, entre 8 y 10 años, sería a mi juicio un importante avance no sólo para BancoEstado, sino que para nuestro mercado financiero en general, y, al final del día, para sus “accionistas”, esto es, todos los chilenos.
*El autor es socio de Alta Dirección y Decano FEN Ucinf.
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