El gobierno corporativo de BancoEstado

El Banco del Estado se relaciona con el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda, así como también está sometido a la fiscalización de la SBIF. BancoEstado, aunque compite con otros bancos comerciales, tiene una estructura de gobierno corporativo muy particular. Su administración depende de un comité ejecutivo, compuesto por el presidente, el vicepresidente y el gerente general. Los miembros del consejo directivo, que no son parte del comité ejecutivo, tienen un muy limitado rango de acción. Las decisiones de crédito, las negociaciones colectivas y la mayoría de las decisiones relevantes, no se discuten en profundidad en el consejo directivo.
En el período en que fui parte del consejo directivo de BancoEstado, entre 2013 y 2014, constaté la poca relevancia de este consejo respecto del comité ejecutivo. Esto debería cambiar. Por su parte, la administración del banco a nivel de gerentes de área es demasiado estable, incluso más allá de lo que corresponde. El Presidente Piñera ratificó en su cargo a uno de los seis miembros del consejo directivo y adicionalmente nominó a dos consejeros de reconocida tendencia concertacionista. En contraste, cuando asumió la Presidenta Bachelet removió a todos los miembros del consejo directivo y al gerente general. Esta es una mala práctica. Más aun, varios de los nuevos nominados tienen nula experiencia en banca o instituciones financieras. La normativa que rige el gobierno corporativo de BancoEstado requiere de cirugía mayor. Por otra parte, existe un sindicato único, poderoso y capaz de lograr bonos por término de negociación que no guardan relación con otras empresas públicas, ni con las utilidades del banco.
Esta es otra razón para promover cambios legales en el gobierno corporativo, permitiendo que este cumpla su rol frente al poderoso sindicato único. Aunque es una empresa del Estado, los beneficios de los trabajadores de BancoEstado son desconocidos para la mayoría de los chilenos. Ningún trabajador es más dueño del banco que cualquier chileno común y corriente. Las recientes reacciones de indignación de la opinión pública y también del ministro Rodrigo Valdés respecto de la magnitud del bono otorgado a los trabajadores, deben inducir a la autoridad política y legislativa a tomar acciones concretas. El presidente del Sindicato de BancoEstado está muy contento con lo que logró, en contraste con la rabia que embarga a la mayoría. El presidente de la Confederación de Sindicatos Bancarios ha acusado al ministro de Hacienda de “prácticas antisindicales”, por remover al presidente. Insólita acusación, toda vez que el ministro ha actuado con estricto apego a sus atribuciones legales. ¿O es que para el sindicalista Mesina la ley debe adecuarse a su ideología?
La captura de las empresas del Estado es algo inaceptable y agresivo para otros trabajadores. Los partidos de la Nueva Mayoría controlan sindicatos, sin importarles de verdad el país, la justicia y el futuro de las instituciones a que pertenecen. Si BancoEstado compite con bancos privados, debe tener un gobierno corporativo equivalente, con directores involucrados en todos los temas y una independencia mínima que no dependa del Gobierno de turno. Lo sucedido en BancoEstado debe llevarnos a una reflexión profunda respecto de la idea de crear una AFP estatal, la cual sin lugar a dudas se constituirá en un nuevo botín político.
También es oportuno legislar sobre los mecanismos de control que tiene la administración de los sindicatos. La transparencia en esta materia es muy necesaria, para velar por el buen uso de las cuotas sindicales.
*El autor es ingeniero comercial de la Universidad de Chile (amjpulso@gmail.com).
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