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Fin del "efecto Pigou" amenaza el dinamismo del consumo

MAS de 70 años han transcurrido desde que el economista inglés Arthur Pigou, planteara el impacto positivo que tiene el descenso de los precios en la economía, sobre el aumento del gasto por parte de los consumidores, al verse incrementado el valor real de su riqueza.

Este efecto, llamado "Pigou" en homenaje al destacado profesional, se ha dado en varios pasajes de la historia económica, y con distinta fuerza, como en la crisis subprime en EE.UU (cuando los consumidores compraban propiedades a un costo muy bajo), o el largo período de estancamiento en Japón, donde los consumidores esperaban una caída en los precios para comprar.

Para el economista Alejandro Alarcón, académico de la Universidad de Chile, "en el mundo contemporáneo el efecto Pigou ha resultado ser clave para comprender, por ejemplo, la última recesión, donde la riqueza, medida a través de activos reales, tiene un impacto enorme sobre el consumo al sentirse la gente más pobre".

Si bien en Chile este efecto no ha sido de tal magnitud, la mantención acotada de la inflación en los últimos 12 meses, por debajo de la meta del Banco Central  de 3% (ver gráfico), ha motivado a los consumidores a tener un importante dinamismo en su gasto, lo que, apoyado aún más por un mercado laboral estrecho con cifras prácticamente de pleno empleo, ha sostenido el crecimiento de la economía en el actual ejercicio, considerando la caída experimentada por la inversión.

Sin embargo, tanto el mercado como las autoridades monetarias, proyectan que el índice de precios al consumidor (IPC), que a julio acumula 1,1%, y se ubica en  2,2% en doce meses, tendería a normalizarse hacia la meta del 3%, lo que afectaría a la inversa al efecto riqueza planteado por Pigou en los consumidores, y así, consolidar una moderación en el consumo privado hacia lo que resta del año.

De este modo, la actividad reduciría su ritmo de crecimiento, presionando al instituto emisor a reducir la tasa de interés para estimular el consumo.

LA CONFIANZA DEL CONSUMIDOR CHILENO
Si bien durante el transcurso del actual ejercicio la actividad local ha ido registrando una desaceleración en su ritmo de crecimiento, el consumo ha sido la variable clave para sostener las tasas de los últimos Imacec.

 En este sentido, los economistas destacan la fortaleza de la confianza de los consumidores por sobre factores adversos, como el deterioro del escenario internacional o el alza experimentada por el tipo de cambio.

Algo que se ve reflejado con claridad en el Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco) que elabora mensualmente la Universidad del Desarrollo, que a pesar de los bajos registros mensuales y variaciones más fuertes del IPC, se mantiene en un nivel "optimista" por seis meses consecutivos.

Asimismo, prácticamente la totalidad de los indicadores de consumo privado (ventas de supermercados, automóviles, importaciones de consumo durable, etc.) siguen mostrando crecimientos sorprendentes.

 Al respecto, Nathan Pincheira, economista de Banchile Inversiones, señala que "una de las variables que fomenta mucho las condiciones de consumo es la estabilidad en términos macroeconómicos, donde el mejor ejemplo es que todos saben que la meta de inflación a 24 meses se mantiene anclada en 3%".

 Sin embargo, afirma que "en nuestro escenario base tenemos considerada una moderación del consumo en lo que resta del año, aunque es difícil saber cuáles serán los factores que haga que esto amaine", dentro de los cuales estaría el aumento inflacionario.

Por su parte, Patricio Rojas, economista de Rojas & Asociados, explica que "efectivamente es muy probable que el consumo se tienda a moderar, porque si la inflación es menor, los salarios reales crecen más rápido, pero si es mayor claramente eso significará para los consumidores que tendrán una pérdida en el ingreso, porque su poder adquisitivo cae, generando un impacto en el consumo".

De todas formas, precisa que "actualmente el consumo está siendo guiado por los aumentos de los salarios reales, con un mercado laboral que ha estado bastante apretado en los últimos períodos. Sin embargo ya se empieza a observar que este mercado laboral mostrará ciertas holguras, y en la medida en que se mantengan esas expectativas, sumado a perspectivas de crecimiento para este y el próximo año cercanas al 4%, uno debería esperar que las personas vayan acotando su consumo".

Comparte Joseph Ramos, economista de la U. de Chile, quien apunta a que "la gente tiene un tope respecto a cuanto más puede seguir gastando producto de mayor empleo, menores precios, etc., y lo  que hará que el consumo crezca más lentamente, probablemente será por menor co nfianza (no desconfianza) y expectativas más bajas de crecimiento de la economía. Las expectativas pueden producir lo que anticipan. Algo parecido de lo que ocurrió con la inversión, que creció mucho menos".

En ese sentido, el "efecto riqueza", planteado por el economista inglés, que tuvieron los chilenos en los últimos meses, se iría moderando en los próximos meses, reduciendo las tasas de consumo.

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