El asesor sorpresa de SQM en su negociación con Codelco

Juan Ignacio Langlois, socio del banco de inversiones Tyndall.

Esta semana, cuando partieron las conversaciones por el litio entre SQM y Codelco, la minera privada presentó en su equipo a Juan Ignacio Langlois, socio del banco de inversiones Tyndall. Esta es la historia del influyente y reservado abogado que después de 14 años en JP Morgan decidió convertirse en banquero.


Quienes conocen a Juan Ignacio Langlois (53 años) coinciden en que 2014 fue el año en que el abogado decidió convertirse en banquero. Ordenó sus sociedades familiares y junto a otros exejecutivos de JP Morgan, donde había trabajado 14 años, fundaron Tyndall Group, una sociedad de asesoría en inversiones que se ha convertido en protagonista de algunas de las más importantes transacciones realizadas en el país en los últimos años. Optaron por ese nombre, el de un glaciar en la Patagonia desconocido, pero imponente.

Este lunes, cuando en las oficinas del bufete de abogados Carey, en la torre Milenium, partieron las conversaciones por el litio entre SQM y Codelco, la minera privada presentó entre sus asesores a Langlois Margozzini. Se sentará junto al abogado Rodrigo Ochagavía, del bufete Claro & Cía., en el equipo que lidera Ricardo Ramos, CEO de SQM, que busca mantener su derecho a seguir explotando el litio del Salar de Atacama, el mayor yacimiento mundial, después del 2030. Al frente, por Codelco, estarán Máximo Pacheco, sus ejecutivos y el estudio Carey. En las valorizaciones y asesorías fuera de la mesa participarán Bank of America, por SQM, y Morgan Stanley, por Codelco.

Abogado de la Universidad de Chile, con un MBA en la University of North Carolina at Chapel Hill, primero trabajó en el estudio Barros & Errázuriz y en 1999 fichó por JP Morgan Chile, donde renunció en 2013. Allí, además de asesorar las operaciones locales estuvo en Nueva York en el área Mergers & Acquisitions para América Latina, entre 2002 y 2005. A su regreso fue nombrado co-head of Investment Banking, cargo que mantuvo hasta la fundación de Tyndall.

La gestora nació de varias conversaciones entre los ex JP Morgan. A su manera, cada uno tenía interés en emprender, todos se conocían muy bien entre sí, tenían redes similares y compartían aficiones deportivas como el polo y fútbol. Inicialmente fueron cinco socios, todos provenientes de JP Morgan: Langlois, Manuel José Concha Soler, Raimundo Lira Eyzaguirre, Danilo Radovic Bozo y Ricardo Uauy Valdivia. El argentino José María Urribarri se unió después, al igual que Eduardo Della Maggiora, creador de Betterfly, quien se mantuvo activo hasta 2019, y Carlos Ruiz de Gamboa, exjefe de deuda, derivados y estructuraciones en JP Morgan.

Estilo

Desde su fundación, en Tyndall todos los socios tienen partes iguales. Y cada vez que alguien ha entrado o salido, han mantenido esa característica. Lo mismo pasa con la no existencia de jerarquías y la división del trabajo en proyectos, una forma “muy JP Morgan” de trabajar, dicen en el mercado.

La firma de asesoría financiera ha participado en más de 40 “proyectos” o transacciones de fusiones, levantamiento de capital, reorganizaciones judiciales y búsqueda de socios para transacciones que involucraron más US$ 20 mil millones. Su debut, en 2014, fue nada menos que con la venta del 25% de Lider que le quedaba a los Ibáñez, a Walmart, en US$1.500 millones. Sus mayores negocios son hasta ahora las operaciones de reorganización societaria de Endesa sobre sus eléctricas en Chile y América Latina, valoradas en US$12 mil millones.

Entre sus transacciones más recientes figuran la venta de las 21 estaciones de servicios en Estados Unidos que tenía Copec; la asesoría a casinos Enjoy en su fallida fusión con Dreams y el levantamiento de capital de la startup de recursos humanos BUK, que en 2021 consiguió US$50 millones de un grupo de inversionistas liderado por Greenoaks y Softbank.

Redes

Director de Soprole y Arauco, Langlois es considerado más un hombre de negocios que un abogado, en el mundo financiero. Estaba terminando la universidad cuando ya trabajaba con su familia en minera Las Cenizas y fue socio con su madre, Livia Margozzini Delporte en la empresa de transportes Transervi. “Simultaneaba eso con los estudios en la Universidad de Chile”, cuenta un exsocio suyo.

Definido como sagaz y muy reservado, es considerado uno de los hombres de confianza del grupo Angelini. Ha sido asesor en varios negocios de Copec, como la compra de las operaciones de Exxon en Colombia, Perú y Ecuador, primer paso en la internacionalización de la firma de energía, o la reciente entrada de Copec al negocio de la última milla con la compra de Blue Express.

Su voz es muy escuchada en la firma, donde se relaciona directamente con Roberto Angelini y su familia, con quienes además es muy cercano. Ambos se conocen hace décadas, cuando Langlois era parte de JP Morgan y asesoró al grupo en sus primeros grandes negocios.

Quienes han operado con él dicen que una de sus características negociadoras es presentar siempre -muy descarnadamente- las dos caras de una transacción.

También es cercano a los Avayú (Indumotora), con quienes se asoció para un proyecto inmobiliario. Otros socios suyos han sido el fundador de CHL Capital, Canio Corbo, en la firma de inversiones Bruselas, y el abogado Fernando Barros en un proyecto tecnológico. El 2010 fue elegido director de Icare y en 2012 trabajó con el entonces ministro de Economía, Pablo Longueira, en el proyecto de la nueva Ley de Quiebras.

Varios de sus cercanos provienen del colegio Craighouse, donde se educaron también sus hermanos e hijos. Es hermano de Raimundo Langlois, también abogado, managing director de JP Morgan desde hace 16 años, quien vive en Estados Unidos, y tiene dos hermanas más: Livia y Nicole.

Está casado con Alejandra Buchholtz y tiene 3 hijos, con quienes son socios en negocios inmobiliarios y de inversiones. Controla estos activos a través de sociedades como Inversiones Langbuch, Chapel Hill, Tamarindo, San Pablo, en las que todos mantienen participaciones similares.

Las Cenizas

Hijo del abogado Raimundo Langlois Vicuña, recibió un patrimonio familiar importante proveniente de minera Las Cenizas, donde eran socios con el fallecido presidente de la CPC, Alfredo Ovalle.

Hoy esa sociedad está en medio de un litigio, debido a los reclamos de la viuda de Ovalle, María del Carmen Risopatrón, quien acusa al albacea de su marido, el abogado Francisco Javier Concha, de administración desleal, debido a que su participación en la minera no habría sido heredada y reclama los activos que estaban contenidos en las sociedades panameñas “Cibelys” y “Sierra Leona”, creadas hace más de una década para controlar la minera.

El padre de Langlois fue amigo por décadas de Alfredo Ovalle y su familia. Tenían casas cerca en el balneario de Santo Domingo y juntos convirtieron la minera Las Cenizas, comprada en los 70, en un grupo con yacimientos de cobre en varias zonas del país.

Según los registros del Diario Oficial, Juan Ignacio Langlois y su familia son hoy socios de Cibelys S.A. En 2002, el abogado, en representación Cibelys S.A., y Francisco Ibáñez Concha, abogado, en representación de la también panameña Sierra Leona S.A, unieron ambas sociedades creando Inversiones Santo Domingo II S.A. en partes iguales. El abogado declinó hablar con Pulso.

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