Científicos desmienten que tomar una copa de vino al día sea bueno para la salud

La creencia popular señala que tomar una copa de vino tinto al día es positivo para la salud cardiovascular, pero eso está lejos de ser verdad.


Durante décadas, la creencia popular sugería que una copa de vino tinto al día no solo era un placer para el paladar, sino también una práctica que aportaba beneficios notables para la salud. Se pensaba que los componentes antioxidantes presentes en el vino tinto, como el resveratrol, podrían tener propiedades cardioprotectoras cuando se consume con moderación. Sin embargo, un estudio de este año ha sacudido dicha percepción, desmintiendo los supuestos beneficios del vino tinto.

A medida que la ciencia continúa desentrañando la relación entre el vino tinto y la salud, los amantes del vino se encuentran ante un dilema: ¿se trata de un hábito saludable arraigado en la sabiduría popular o de una creencia que merece ser revisada?

Ya lo había dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS) en enero de 2023:Ningún nivel de consumo de alcohol es seguro para nuestra salud. Incluso, posicionó al alcohol como sustancia tóxica en el grupo de mayor riesgo, junto a la radiación y el tabaco, porque puede causar al menos siete tipos de cáncer como el de mama y colon.

Sumado a esto, una revisión sistemática y un metanálisis de 2023 publicado en la revista JAMA Network Open analizó los hábitos de bebida de casi 5 millones de personas y concluyó que consumir incluso cantidades bajas de alcohol (alrededor de dos tragos) por día no se asoció significativamente con un menor riesgo de muerte, mientras que beber más que eso en realidad aumentó ese riesgo.

Expertos desmienten que tomar una copa de vino al día sea bueno para la salud

La asociación histórica entre el consumo de una copa de vino tinto y un riesgo reducido de enfermedades cardíacas viene de una correlación, más que una causalidad, que parecía estar relacionada con los antioxidantes que se encuentran en el vino tinto, en particular el resveratrol, un compuesto que se encuentra en las uvas oscuras.

Se argumenta que las uvas rojas contiene una mayor concentración de la molécula resveratrol, que podría estar asociada a un menor desarrollo de diversas células cancerígenas, además de contener otros compuestos nutricionales como las vitaminas C, K y B. Al tiempo que refuerzan los beneficios para la salud del corazón, las uvas rojas reducen el colesterol y controlan de la presión arterial.

Pensar que el resveratrol presente en las uvas rojas del vino puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al mejorar la salud de los vasos sanguíneos y reducir la inflamación ha llevado a muchos a adoptar la costumbre de una copa diaria como parte de un estilo de vida saludable. Pero, aunque el resveratrol ha demostrado ser un antioxidante potente en estudios de laboratorio, los resultados en humanos han sido menos concluyentes.

Además, la complejidad del tema radica en factores como la cantidad real de resveratrol presente en una copa de vino y la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar eficazmente este antioxidante. Jessica Marcus, dietista nutricionista integrada y funcional registrada y propietaria de Veda Nutrition, dijo en una nota a Yahoo Life que “la evidencia que sugiere que el vino tinto ayuda a prevenir enfermedades cardíacas es bastante débil”.

Copa de vino

“Los estudios sobre resveratrol se han realizado en ratones, y habría que beber mucho vino tinto para obtener la cantidad terapéutica: ¡más de 100 vasos! — que claramente no es un argumento viable”, señaló Marcus.

Heather Hausenblas, directora ejecutiva y fundadora de Wellness Discovery Labs y científica especializada en psicología de la salud, dijo en el mismo reportaje que la idea de que beber una copa de vino tinto puede tener beneficios para la salud del corazón “se remonta a un episodio de 60 Minutes de 1991 donde Morley Safer habló sobre la ‘paradoja francesa’”.

El término “paradoja francesa” fue acuñado por científicos y se basa en el concepto de que los franceses pueden consumir una dieta rica en grasas y beber vino tinto y aun así tener tasas más bajas de enfermedades cardiovasculares en comparación con los estadounidenses. Safer sugirió que el vino tinto podría estar ayudando a “eliminar los depósitos de grasa” del cuerpo.

“Después de la emisión de ese episodio, las ventas de vino tinto se dispararon”, señaló Hausenblas.

Existen numerosos estudios que demuestran que hasta un consumo moderado de alcohol es malo para la salud. En agosto de 2023 una investigación concluyó que hubo un aumento continuo en las medidas de presión arterial en los participantes sin hipertensión, con un consumo bajo y alto de alcohol. Incluso los niveles bajos de consumo de alcohol se asociaron con aumentos detectables en los niveles de presión arterial que pueden conducir a un mayor riesgo de eventos cardiovasculares.

Pero tanto Hausenblas como Marcus enumeran varias variables de confusión en la paradoja francesa, como que los franceses consumen menos azúcar y menos alimentos procesados, comen más frutas y verduras, caminan más a menudo, tienen tasas más bajas de obesidad y tienen conexiones sociales más fuertes en comparación con los estadounidenses.

Se estima que el consumo de alcohol es responsable de alrededor de 3,3 millones de muertes en todo el mundo cada año, y está aumentando en muchos países de bajos y medianos ingresos. Su impacto en órganos como el hígado, el cerebro, el páncreas, el corazón y su propensión a causar hipertensión arterial nublan el panorama de que el vino sea realmente saludable.

“Además, no hay estudios que demuestren que los posibles efectos beneficiosos del consumo ligero y moderado de alcohol sobre las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2 superen el riesgo de cáncer asociado con estos mismos niveles de consumo de alcohol para los consumidores individuales”, según la OMS.

Existen otras maneras de obtener los beneficios cardiovasculares que supone el vino, consumir arándanos, maní, pistachos y chocolate amargo, que son alimentos con resveratrol. También puede seguir las métricas de estilo de vida y salud de la Asociación Americana del Corazón para una salud cardiovascular óptima llamadas Life’s Essential 8, que incluye comer alimentos saludables, mantenerse físicamente activo, no fumar, dormir lo suficiente, mantener un peso saludable y controlar los niveles de colesterol y azúcar en la sangre y la presión arterial.

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