Desafiando la curvatura del planeta: Gabriela Vollmer, la chilena que batió un récord mundial de fotografía científica

Gabriela Vollmer.

La fotógrafa de naturaleza, paisajes y de distancia, logró capturar desde un cerro costero de la Región del Maule, a 346 kilómetros, el estratovolcán Tupungato, ubicado a 6.570 metros de altura, una foto reconocida internacionalmente.


“Fue una experiencia increíble y posible en un día de máxima transparencia y nitidez”, reconoce Gabriela Vollmer, fotógrafa de naturaleza, paisajes y de distancia.

Vollmer batió un récord mundial (femenino) de una nueva especialidad relacionada a la fotografía científica en Chile, se trata de la fotografía científica a distancia, disciplina que se desarrolla ampliamente en Europa y poco a poco en nuestro país. La hazaña fue validada y difundida por Dalekie Obserwacje, la organización a nivel mundial de observaciones a distancias, establecida en Polonia.

A la izquierda de la fotografía se aprecia el Tupungato. Crédito: Gabriela Vollmer

La fotografía científica a distancia consiste en retratar perfiles montañosos o estructuras (torres o barcos) muy lejanos al límite del horizonte. “Este tipo de fotografía es científica porque considera elementos de meteorología, geografía y astronomía. Esta ciencia tiene que ser de tierra a tierra o de tierra a océano, desafiando la curvatura del planeta. No siendo válida desde un dron, avión o satélite”, señala Vollmer.

Trabaja junto a Roberto Antezana, técnico en investigación del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile y astrofotógrafo CATA. “Con Roberto queremos enseñar esta ciencia fotográfica en Chile porque es novedosa, es creativa y entretenida, donde el interesado recorre grandes distancias, conociendo zonas remotas y pueblos, entre otros”, explica la fotógrafa.

La fotógrafa científica en terreno, al momento del récord.

Cuenta que el registro de distancia lo hizo con una cámara Canon Powershot SX60 HS, desde el cerro Name en la Región del Maule hacia el estratovolcán Tupungato (6.570 metros), ubicado en la cordillera de Los Andes. “Y logré un récord de 346 kilómetros, reconocido por Dalekie Obserwacje”, explica Vollmer.

Hasta su fotografía, no habían mujeres que superaran los 200 kilómetros de distancia. “Hay 15 publicaciones que superan los 300 kilómetros y los autores son hombres, y entre ellos están mis registros”, revela Vollmer.

Con Roberto (Antezana) hicimos estudios con elementos de geolocalización, revisamos mapas, cálculos geográficos, estudios meteorológicos, y principalmente observaciones en terrenos, “que nos llevaron a realizar en conjunto el viaje al cerro Name, cerca de Cauquenes, desde donde capturé mis registros fotográficos con la ayuda de instrumentos astronómicos y ópticos (telescopio portátil, binoculares). Actualmente, llevo cerca de 35 salidas a terrenos remotos para hacer fotografías a distancia”, añade.

Previo a conseguir la marca fotográfica, Vollmer señala que fue una real sorpresa encontrar esta área tan remota, “donde se encontraban el volcán Tupungato y el cerro Mercedario, no es fácil rastrear la zona, requiere de mucha observación. Y que la geografía te permita la línea directa al objetivo”.

Las fotografías fueron tomadas el 29 de junio de este año. Crédito: Gabriela Vollmer

Vollmer manifiesta que es una ciencia distinta a la astronomía. “La fotografía a distancia es más terrenal que los estudios de los astros. Sin embargo, es necesario tener lentes de gran aumento para barrer la zona a registrar. Como un telescopio portátil. Los astros como el Sol y La luna pueden hacer resaltar perfiles muy lejanos sobre los 300 kilómetros”.

La fotógrafa científica pretender seguir haciendo fotografías de naturaleza o astrofotografía. “Al lugar que visito quiero extraerle su alma, y plasmarlo artísticamente en imágenes. Ese es el lenguaje visual, del amor que siento por las montañas, y la naturaleza en general, formado por años siendo montañista”, señala Vollmer.

Este es un logro personal muy grande, me llena de mucha satisfacción. “Siento que cada vez las mujeres en Chile, tenemos más cabida en el mundo de la fotografía, que está principalmente influenciado por hombres. Nuestro motor es la pasión, en un mundo donde se requiere ser todo terreno,con todo lo que involucra. Con este logro siento que se abren puertas a un mundo nuevo para mí”, reconoce la fotógrafa.

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