El peligroso y alarmante avance del sarampión en el mundo

Measles New York

En lo que va del año Estados Unidos registra más de 300 casos, mientras en Brasil -en los últimos 12 meses- cuenta más de 10 mil contagiados y 12 fallecidos. Solo en Chile ya van 28 casos desde octubre.


Ya lo había anunciado la Unicef a comienzos de este mes: los casos de sarampión están aumentando en el mundo y además, alcanzando un nivel alarmantemente elevado. Diez países entre los que se cuentan Ucrania, Brasil, Venezuela, Francia y Tailandia, concentran el 74% del aumento total el mundo.

Solo en Estados Unidos, desde 1 al 21 de marzo se han confirmado 314 casos de sarampión en 15 estados según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de este país (CDC, por sus siglas en inglés). Apenas 58 menos casos que durante todo el año pasado. Los estados afectados son Arizona, California, Colorado, Connecticut, Georgia, Illinois, Kentucky, Michigan, Missouri, New Hampshire, Nueva Jersey, Oregon, Texas, Washington y Nueva York. Incluso, en un condado de este último estado decretaron emergencia y durante al menos un mes, los menores de 18 años que no estén vacunados no deben permanecer en lugares públicos.

Según esta entidad CDC, todos los brotes están vinculados a los viajeros que trajeron el sarampión de otros países, como Israel y Ucrania, donde están ocurriendo brotes grandes de sarampión. En el caso específico de Rockland, el condado neoyorkino en emergencia, el brote está relacionado con comunidades judías ortodoxas entre quienes la tasa de vacunación es baja.

En Sudamérica Brasil y Venezuela llevan la delantera. Los casos comenzaron a aumentar en este último país debido al quiebre de en la vacunación (casi diez mil casos sospechosos solo en el segundo semestre del año pasado) y desde allí se han repartido a las naciones vecinas. Hasta el 4 de marzo de este año, diez países del continente habían registrado casos en las primeras nueve semanas: Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, México, Venezuela y Chile. Solo Brasil, llevaba más de 10 mil casos y 12 fallecidos en los últimos 12 meses.

Fernando Martínez, Jefe Médico de Operaciones de Help, considera el aumento de casos es preocupante porque "cuando habían brotes importantes de sarampión tenían una morbimortalidad (muerte causada por enfermedades) alta, es decir se enfermaban muchos niños y un porcentaje de ellos moría".

De acuerdo a cifras del Ministerio de Salud, en Chile desde octubre del año pasado hasta la primera semana de marzo van 28 casos de sarampión (entre importados y relacionados con casos importados).

Los especialistas contactados por Qué Pasa coinciden en que las razones del aumento de los casos radica en los movimientos antivacunas que han llevado a la población a no vacunarse por temor a efectos secundarios que no existen  y con ello disminuir las tasas de cobertura (lo que explica la situación de Estados Unidos, Italia, Francia). A esto se suma la falta de acceso a la vacuna que tienen los habitantes de Venezuela, algunas zonas de Brasil y los países más pobres de Europa. En cualquiera de las dos situaciones, los más afectados son los niños pequeños, segmento de la población que más alta mortalidad tiene.

Rodrigo Blamey, infectólogo de Clínica Las Condes, señala que la alarma se enciendo ahora por los casos de EEUU pero que se trata de una situación que no es nueva y que viene con una tendencia al alza desde hace cinco años.

¿Preocupación en Chile?

Más que alertar a la población, Blamey cree que este momento se debe aprovechar para reforzar la idea de que las vacunas son importantes y se debe cumplir con el esquema completo. En el caso específico de la vacuna contra el sarampión, son dos dosis, una al año de edad y la otra, cunado los niños están en primero básico. "Si mantenemos las tasas de cobertura, no debiera tener una preocupación real frente a lo que ocurra en el resto del mundo", dice.

A juicio de Jeanette Dabach, infectóloga del Hospital Clínico de la U. de Chile, nuestro país tiene una situación distinta a la del resto de las naciones afectadas con el brote. "Tenemos una buena cobertura de vacunación, se han hecho campañas de puesta al día, actualmente tenemos dos, la de jóvenes entre los 20 y 24 años y la otra dirigida a las personas nacidas entre 1971 y 1981 que salgan del país. La vacuna es la única herramienta efectiva que tenemos contra el virus del sarampión. No existe tratamiento antiviral", señala.

Gracias a la vacuna, "la mortalidad por sarampión a nivel mundial disminuyó de 550.100 personas el año 2000 a 89.780 en 2016 (la mayoría de estas muertes en menores de 5 años) según la OMS. Se estima que la vacunación habría evitado alrededor de 20 millones de muertes entre estos años", indica Martínez

Marcos Huilcamán, infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, añade que no hay que olvidar que el sarampión es una enfermedad que está prácticamente controlada a nivel mundial y que tiene una mortalidad tremendamente alta, sobretodo en los niños pequeños. "Además, la capacidad de trasmitirse es altísima. Y que se trasmite con tan sólo el hecho de compartir un ambiente".

¿Qué hacer para evitar una situación catastrófica? "Básicamente es vacunarse. Acá lo que uno hace es el llamado a que toda persona que pueda tener desavenencias con el uso de vacunas debería estar vacunándose en forma efectiva. Los niños al año y en primero básico, también las personas que no están suficientemente vacunadas y van a viajar a zonas de riesgo deben vacunarse para evitar que se contagien en el extranjero y traigan la enfermedad al país", dice Huilcamán.

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