Rendimiento en el trabajo: Dormir mal puede incrementar en casi un 30% la incapacidad laboral

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Un especialista entrega consejos sobre cómo detectar cualquier disfunción del sueño, y evitar a que nos afecta durante el día.


Los especialistas a nivel mundial son claros en que existe una relación directa entre un mal dormir y un mal rendimiento laboral. Los trastornos del sueño pueden ser muy diversos, pero según un análisis de la US National Library of Medicine, la apnea del sueño puede aumentar la incapacidad laboral en un 29,41% y en un 31% la discapacidad de realizar actividades, ambas cifras en relación a una persona sana.

Pero ¿cuál es la relación entre dormir mal y tener un mal desempeño laboral? Mario Díaz, neurólogo de Clínica Somno, dice que “el sueño es fundamental para un rendimiento adecuado al día siguiente. Una persona que duerme poco o mal tiende a presentar diversos malestares físicos como dolor de cabeza, irritación, mareos y falta de ánimo y de concentración. Dormir una cantidad adecuada de horas por la noche es importante también porque durante las etapas profundas del sueño nuestra memoria se consolida, al igual que nuestros aprendizajes. Si se tiene un sueño deficiente, es probable que una persona comience a experimentar dificultades para aprender o retener información”.

En este sentido, el especialista destaca que se trata de un círculo vicioso en el que en ocasiones es difícil saber qué ocurrió primero, si la ansiedad y el estrés o si el trastorno del sueño: “Si bien se sabe que la ansiedad provoca un mal dormir, la privación de sueño también puede ser causa de ansiedad y estrés”.

Por otro lado, los tipos y la cultura de trabajo también pueden afectar a la calidad de sueño e indirectamente disminuir la productividad y eficiencia de los trabajadores. Por ejemplo, “algunas personas deben madrugar porque ingresan a sus labores muy temprano, perdiendo horas de sueño REM. Otras trabajan bajo sistemas de turno con trabajo nocturno, que no están pensados en base a la fisiología humana”, sostiene Díaz.

Ante esto, la reciente encuesta realizada en marzo de 2021 por Clínica Somno evidenció que un 83% de los chilenos está insatisfecho con su calidad de sueño y que un 74,6% está muy preocupado por su mal dormir. Así mismo, de acuerdo a un reciente estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca, los chilenos duermen en promedio 7 horas y 8 minutos, lo que está al límite de lo saludable. “Si bien los trastornos de sueño son un problema común entre la población, las consultas se han incrementado durante la pandemia producto de la ansiedad y el estrés generado por los confinamientos en distintas zonas del país, donde la compatibilidad del teletrabajo y las tareas de la casa han sido la principal causa”, explica el neurólogo.

Es por esto que para mantener rutinas de descanso que ayuden a un buen rendimiento laboral, desde Clínica Somnoentregan los siguientes consejos:

Rutinas ordenadas: Es importante marcar bien las rutinas, esto significa tratar de levantarse siempre a la misma hora y procurar acostarse temprano para dormir una cantidad de horas adecuadas. Se debe evitar caer en la tentación de acostarse tan tarde, sobretodo, por causa del trabajo.

Dejar de lado los aparatos tecnológicos: Si bien un aspecto negativo del teletrabajo es nuestra sobrexposición a aparatos electrónicos, es importante generar una pausa durante el día y evitarlos a la hora de ir a dormir. Esto, dado que la luz azul que producen las pantallas afectan la producción natural de melatonina, que es la que nos ayuda a conciliar el sueño.

La pieza sólo para dormir: Uno de los mayores vicios que ha generado el teletrabajo es que las personas tienden a hacer de todo en la cama: comer, jugar, trabajar, estudiar, etc. Si la cama y la pieza se usan permanentemente el cerebro asociará este lugar a la actividad, que es lo que no queremos. La recomendación primordial, entonces, es utilizar la cama solamente para dormir.

Generar un ambiente relajado: Para dormir bien, las personas deben bajar las revoluciones del día y disminuir su ritmo. Para lograrlo se puede recurrir a algunas alternativas como escuchar música relajante o darse una ducha tibia para regular la temperatura del cuerpo antes de acostarse.

Ejercicio: Para calmar la mente, disminuir el ritmo de nuestra respiración y ayudarnos a generar un quiebre con la jornada de trabajo, es una buena idea incluir una rutina de meditación para finalizar nuestra jornada.

Controlar la luminosidad: Los especialistas recomiendan tratar de tomar luz solar en las primeras horas de la mañana y disminuir la exposición a luces brillantes al menos 2 horas antes de acostarse.

Darse un momento durante el día para liberar tensiones: Conversar con algún cercano de confianza acerca de los problemas del día a día, evitando acumular tensiones emocionales, es de mucha utilidad para los trabajadores estresados.

Organizar de manera realista los tiempos durante el día: Pensar muy bien en el descanso a la hora de tomar otro tipo de actividades laborales o académicas fuera del horario de trabajo.

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