Santiago registra el verano más cálido de últimos 70 años: temperatura máxima promedio superó los 31°C

Santiago calor

Santiago registró siete olas de calor -incluyendo una de cinco días- generando que este verano se posicione como el más cálido en términos de temperatura máxima desde 1950.


En lo que ya ha sido una tradición en la última década, la Región Metropolitana vivió un caluroso verano.

Desde la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), señalan que en Santiago se registraron cinco olas de calor durante el verano (DEF), dos en diciembre, dos en enero y una en febrero. La más larga duró cinco días y se registró entre el 27 y 31 de diciembre de 2019.

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No hubo récord de temperatura máxima diaria, pero si la temperatura máxima promedio de diciembre 2019 (31,5°C) y febrero 2020 (31,3°C) se posicionaron como las más altas en 71 años (desde 1950). Lo anterior provocó que este verano se ubicara como el más cálido en términos de temperatura máxima (desde 1950), añade la DMC.

Raúl Cordero, académico de la Universidad de Santiago y experto en cambio climático, suma otro dato. “Este verano fue el segundo más cálido en la zona central del que tengamos registro. La temperatura máxima media para el bimestre Enero-Febrero 2020 en Santiago superó los 31 grados, cosa que solo había sucedido una vez (en el bimestre Enero-Febrero de 2017)".

Martín Jacques, investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 y académico del Departamento de Geofísica de la U. de Concepción, establece que las olas de calor en Chile centro-sur muestran un aumento de frecuencia de olas de calor en los veranos (considerados desde noviembre a marzo) durante las últimas décadas.

Tomando la definición de la Dirección Meteorológica de Chile y sus estadísticas, los promedios de olas de calor por temporada en 1981-2010 fue de entre uno y dos eventos en Santiago, Curicó, y Temuco, y entre dos y tres en Chillán. Más recientemente, durante el periodo 2010-2017, esta cifra se elevó a entre cuatro y cinco en Santiago y Curicó, y entre tres y cuatro en Chillán y Temuco. "En el verano 2019-2020, se contabilizaron cuatro eventos en Temuco, cinco en Chillán, siete en Santiago y ocho en Curicó (usando una definición levemente actualizada)”, añade Jacques.

El agroclimatólogo de la U. de Talca, Patricio González, advirtió que esta situación podría generar un déficit del 70% de lluvias. El académico sostiene que este podría aumentar los niveles de la sequía imperante hace ya varios años, y por consiguiente reducir aún más las reservas de agua”.

Añade que el evento de La Niña es un enfriamiento – de cerca de un grado- del agua superficial de la zona ecuatorial del Océano Pacífico, lo que “normalmente afecta al bloqueo de las precipitaciones de la Zona Centro – Norte de Chile. “Eso hace que la sequía provocada por el cambio climático, con un déficit anual del 40% de agua, suba al 70%. Intensifica la megasequía causada por el cambio climático”.

Foto: AFP

Esta temporada, de acuerdo a cifras de la Dirección Meteorológica de Chile, Santiago ha experimentado cinco olas de calor. Este es un numero considerablemente mayor que los valores habituales que la zona tenia hasta la década de los 80, en que se registraban típicamente solo dos olas de calor cada verano. Además, la ola de calor más larga de la temporada fue de cinco días y se registró entre el 27 y 31 de diciembre del 2019”, establece Cordero.

El investigador del (CR)2 señala que "durante la temporada actual han ocurrido más eventos que el promedio histórico. Sin embargo, no es un año récord en cuanto a frecuencia de eventos, ni tampoco se ha superado globalmente las temperaturas máximas alcanzadas en 2017 y 2019. El fenómeno anterior se manifiesta en un periodo denominado “Megasequía”, que ya se extiende por una década en Chile centro-sur”.

Cordero, explica que al igual que para el resto del mundo, las proyecciones no son buenas para Chile. "Para mediados del siglo, bajo un escenario de emisiones moderado, proyectamos que los días extremadamente cálidos (así como el número de olas de calor por temporada estival) aumenten entre cinco y diez veces en lugares cercanos al ecuador incluido el desierto de Atacama. Los aumentos serían menos pronunciados en el Cono Sur donde los días con temperaturas extremas “solo” se duplicarían”.

¿Lloverá en invierno?

En relación a la proyección de las precipitaciones, desde la DMC explican que sólo pueden hacer una estimación para el otoño 2020, es decir, Marzo-Abril-Mayo (MAM).

Dicho pronóstico indica que el Altiplano debería registrar precipitaciones de normal a sobre lo normal, al igual que la Región de Coquimbo y las Regiones de Aysén y Magallanes.

Lluvia

Desde la Región de Valparaíso hasta la Región de Los Lagos se esperan precipitaciones de normal a bajo lo normal, mientras que para el tramo comprendido entre el Maule y La Araucanía norte, se esperan precipitaciones bajo lo normal.

El pronóstico trimestral establece que seguiremos con temperaturas máximas sobre lo normal en gran parte del país, seguimos con etapa neutra del Fenómeno del Niño. "Atacama y Coquimbo se han escapado de las olas de calor. De seguir esta tendencia, continuaremos al debe con las lluvias”, señala Arnaldo Zúñiga, meteorólogo de la DMC.

“Las perspectivas para este año no son alentadoras, pues no hay indicios evidentes de factores que puedan revertir este fenómeno durante 2020. De continuar, la Megasequía podría propiciar olas de calor más frecuentes, duraderas e intensas”, señala Jacques.

No hay una conexión directa entre el alza en la temperaturas y las bajas o alzas en las precipitaciones, explica Cordero. “Sin embargo, las temperaturas extremas exacerban las sequías (al aumentar la evapotranspiración del suelo), aumentan el riesgo de incendios forestales y pueden favorecer su propagación. No es una coincidencia que el verano 2019-20 probablemente cierre en el TOP3 de temporadas con más superficie afectada por incendios forestales en Chile”, añade el académico de la Usach.

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