Los medicamentos vencidos son una amenaza silenciosa para el medioambiente. Aunque su impacto rara vez se discute, la forma en que se desechan estos productos puede generar efectos contaminantes en suelos, aguas y ecosistemas completos. Así lo advirtió Carolina Durán, subgerente comercial de Coactiva, unidad de negocios de Polpaico Soluciones especializada en la valorización de residuos industriales, en una reciente entrevista en el programa de Hub Sustentabilidad en Radio Duna.

“El impacto ambiental es bastante grave, ya que el uso inadecuado, más bien el desecho inadecuado de los medicamentos, lo que genera es una contaminación al ecosistema, a través de los suelos, las napas y a la fauna en general”, explicó Durán. Junto con esto, señaló que desecharlos en la basura o el baño provoca que “las bacterias se alimenten de estos residuos y sean mucho más resistentes a los mismos medicamentos”.

Ante este problema, Coactiva lanzó una alianza con Farmacias Cruz Verde y fundaciones de farmacovigilancia, que trata de “un piloto de 20 sucursales de las farmacias, donde pusimos contenedores especiales, y la comunidad en general va a las farmacias y las va dejando ahí”, detalló la ejecutiva.

El proceso contempla la recolección, segregación y, posteriormente, la valorización energética en la planta de Coactiva. “Ahí nosotros lo que hacemos es que todos estos medicamentos se trituran, y eso es lo que se inyecta en la producción del cemento”, explicó. Así, residuos que antes contaminaban se convierten en energía útil dentro de procesos industriales, avanzando en la transición de la industria hacia una economía circular.

Coactiva ya ha gestionado residuos industriales para sectores como el retail, la industria alimentaria, los supermercados y el sector automotriz. Y esta nueva línea surgió por la falta de soluciones para residuos farmacéuticos: “Uno de cada diez personas les interesa hacer un uso adecuado de la disposición de los residuos, pero no había muchas iniciativas”, sostuvo Durán. “Nosotros también nos quisimos unir, obviamente, a algo que ya hacíamos, pero ahora dándole mayor comunicación”.

Junto con estas iniciativas, explicó que más allá de la infraestructura, el gran desafío es cultural. “Tenemos que hacer un cambio cultural, en general, no solo los medicamentos, todos los tipos de basura, hay desconocimiento de cómo hacerlo”, afirmó.

Asimismo, para Durán, el trabajo conjunto entre fundaciones, farmacias, laboratorios y empresas gestoras como Coactiva puede ser clave para visibilizar y resolver este problema. “Esta alianza, finalmente lo que viene a buscar es que el mundo privado, fundación, farmacéutica, nos hacemos cargo de un problema que es invisible”.

Finalmente, Durán enfatiza en la difusión de un problema que ha sido mayormente silencioso y la importancia de crear conciencia y luego comunicarlo. “Que los comuniquemos y que también informemos de lo peligroso que es tirarlos por el baño, botarlos en la basura porque llega finalmente a un relleno sanitario, y eso afecta a los suelos”. Por lo mismo, señala que la idea principal es expandir los puntos de recolección, sumar más actores y lograr que el hábito de reciclar medicamentos sea tan cotidiano como separar botellas o compostar sus las casas.

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