Cómo es el modelo de IA católico que promete respuestas a los fieles
El chatbot de inteligencia artificial, Magisterium AI, cuenta con un modelo lingüístico que reúne 27.000 documentos relacionados con la Iglesia. Su fundador ha afirmado que “son los Papas del pasado y los de hoy hablando a través de la IA”. Sin embargo, el sistema también despierta preocupaciones.
Un modelo de inteligencia artificial (IA) generativa llamado Magisterium AI promete entregar respuestas sobre la fe a los creyentes en la religión católica.
La compañía tecnológica que desarrolló el sistema estrenado en 2023, Longbeard, asegura que su chatbot se basa en un modelo lingüístico que reúne 27.000 documentos relacionados con la Iglesia.
En la página web de la empresa, afirman: “Estamos construyendo la IA católica”.
El fundador de Longbeard, Matthew Harvey Sanders, declaró en una entrevista con el Washington Post que es creyente tanto del catolicismo como de los beneficios que puede entregar la IA.
Según detalló, Magisterium AI cuenta con hasta 100.000 usuarios mensuales, de los cuales unos 1.000 están suscritos a los planes de pago.
Aunque el chatbot de IA puede usarse de manera gratuita, el número de preguntas se limita a 60 por semana bajo esta modalidad. La compañía ofrece planes de pago mensuales y anuales para quienes deseen hacer preguntas ilimitadas, por valores respectivos de $8.99 dólares y $79 dólares.
Dichas cifras se traducen en alrededor de $8.700 y $76.500 pesos chilenos, bajo el cambio actual.
Sanders afirmó al citado periódico que Magisterium AI y otros chatbots de IA similares ofrecen a las personas una nueva vía para acercarse a la fe y comprender los textos relacionados.
Sin embargo, algunos críticos de estos sistemas de IA generativa argumentan que podrían afectar a cómo las personas se relacionan con la religión, ya sea a nivel interno o en sus interacciones con la comunidad.
De la misma manera, especialistas en ética plantean que las plataformas de este tipo podrían entregar resultados estereotipados o inadecuados dependiendo del contexto.
Magisterium AI es descrito como una suerte de ChatGPT, pero con la diferencia de que sus únicas fuentes son miles de documentos relacionados a la Iglesia Católica.
Durante una conferencia realizada a finales de junio, el Papa León XIV, quien asumió en mayo de este año tras el fallecimiento del Papa Francisco, se refirió a los riesgos que podría representar la IA generativa.
“Al final, la verdadera sabiduría tiene más que ver con reconocer el verdadero sentido de la vida que con la disponibilidad de datos”, enfatizó el Sumo Pontífice.
Aún así, algunos líderes católicos han manifestado que esta tecnología podría impulsar los esfuerzos para acercar la religión a fieles y potenciales creyentes.
A principios de junio, los obispos de Maryland (Estados Unidos) publicaron una carta abierta en la que reconocieron tener preocupaciones en torno a la IA. No obstante, agregaron, creen que esta podría contribuir al bien común.
“Al igual que la imprenta, la radio o internet, la IA es una herramienta, y estas herramientas pueden orientarse hacia la santidad, la sanación y el desarrollo humano”, plantearon en el documento.
Según Sanders, Magisterium AI promete ser un camino para que los interesados puedan acceder de manera más sencilla a los documentos religiosos del catolicismo.
Cómo se creó Magisterium AI, el modelo católico de IA que promete respuestas a los fieles
Desde su fundación en 2015, Longbeard se ha vinculado a la Iglesia Católica a través de distintos proyectos.
Uno de los más destacados se dio en 2015, cuando la empresa modernizó el sistema informático de la oficina de migrantes y refugiados del Vaticano.
Más adelante, la firma fue contratada por el Pontificio Instituto Oriental, una universidad con sede en Roma que se centra en el cristianismo oriental.
En dicha oportunidad, Longbeard se encargó de poner su biblioteca en línea.
Fue durante ese proceso cuando Sanders se percató de que la empresa podía tomar esos documentos digitalizados y llevarlos a un modelo lingüístico que, más tarde, podría convertirse en un chatbot de IA.
Con esa idea en mente, empezaron el desarrollo de Magisterium AI, para posteriormente estrenar el sistema en 2023.
Sanders contó al Post que uno de los motivos que impulsó la creación del chatbot fue que otros más amplios —como ChatGPT— ofrecían respuestas incorrectas sobre las creencias católicas en ciertas ocasiones.
En este sentido, el fundador de Longbeard enfatizó: “Inducir a una persona a error no es aceptable”.
No obstante, según han afirmado distintos especialistas en IA generativa, los modelos, a nivel general, pueden cometer errores. Por lo tanto, no es recomendable confiar plenamente en todo lo que estos sistemas reproducen sin verificar los datos.
Para desarrollar Magisterium AI, Longbeard utilizó más de 27.000 documentos. Aseguran que recurrentemente van actualizando su biblioteca y agregando otros nuevos para alimentar el chatbot.
En palabras de Sanders: “Son los Papas del pasado y los Papas de hoy hablando a través de la IA”.
Las operaciones de Magisterium AI son dirigidas por dos paneles liderados por sacerdotes, detalló el fundador de la firma.
Uno de estos es de carácter académico y está conformado por ocho personas, que se dedican a revisar qué documentos incluir. El otro es un equipo de producto y reúne a 12 personas.
Longbeard no detalla quiénes son sus miembros. Y cuando Sanders fue consultado por el Post sobre su identidad, rechazó revelar los nombres de todos.
Cómo funciona Magisterium AI, el modelo de IA con enfoque en la religión católica
De manera similar a otros chatbots de IA generativa, Magisterium AI puede elaborar textos en respuesta a las preguntas o solicitudes que hacen los usuarios.
Los escritos que entrega el sistema se basan en los documentos que sus creadores han incorporado al modelo lingüístico.
Por ejemplo, los usuarios pueden consultar si es obligatorio asistir a misa o cuáles son las lecturas del día, así como pedir resúmenes de ciertos libros bíblicos.
Magisterium AI funciona en distintos idiomas, entre los que se encuentran inglés, español, portugués, francés, italiano y alemán, por solo mencionar un par.
Sanders comentó al citado periódico que su modelo de IA especialmente popular entre educadores y clérigos. Agregó que también hay estudiantes que se registran para obtener cuentas gratuitas.
Precisó que comparte las apreciaciones del Papa sobre que la IA plantea preocupaciones, pero argumentó que independientemente de los desafíos, esta tecnología puede contribuir, en medio de un escenario en el que los avances de la IA generativa son cada vez más acelerados.
“Si la Iglesia no interviene cuando la gente está al borde del abismo y les ofrece la mano… mucha gente se irá directamente al abismo”, sugirió el fundador de Longbeard.
El director de ética tecnológica del Centro Markkula de Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara, Brian Patrick Green, dijo al Post que hay personas que buscan obtener respuestas sobre la religión sin interactuar con otras personas.
Green, quien también es miembro del Grupo de Investigación de IA del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, sostuvo que “algunas personas se sienten muy incómodas hablando de estos temas existenciales con otro ser humano”.
“Sería bueno que todos pudiéramos hablar sobre los problemas más profundos de nuestro corazón, pero algunas personas han tenido malas experiencias”.
Pero aunque considera que esta tecnología puede facilitar la difusión de su religión, reconoció que también plantea desafíos.
Entre estos últimos, se encuentra la posibilidad de que las personas se aíslen aún más en sus propios espacios y la posibilidad de que el modelo entregue resultados con estereotipos o que puedan ser dañinos, dependiendo del contexto.
“En este caso, tiene toda la responsabilidad de hacer que una tecnología funcione y luego hacerla coherente con su sistema de valores superior”.
Por su parte, la directora de Prácticas Responsables de IA en la Universidad Northeastern, Cansu Canca, dijo al Post que es complejo que los usuarios puedan obtener respuestas confiables sobre la religión en un chatbot de IA, ya que las preguntas relacionadas a este tema tienden a ser subjetivas.
A modo de ejemplo, ante la pregunta de si mentir es pecado, el sistema puede responder que “sí”. Sin embargo, afirmó la especialista, muchos teólogos sostienen que sería aceptable en circunstancias en las que hacerlo es necesario para salvar la vida de otra persona.
Canca afirmó que a esto se le suma que los chatbots pueden reconocer que las respuestas que están entregando no son en la lengua original de los documentos, por lo que los resultados podrían no coincidir con el contenido de los archivos originales.
Bajo la mirada de la especialista, Magisterium AI puede ser útil para que las personas puedan acceder fácilmente a ciertos elementos de la religión sin la necesidad de leer miles de textos.
Pero aunque lo anterior puede ser prometedor, subrayó que también conlleva riesgos.
“Eso podría permitirnos desarrollar más curiosidad, pero ‘podría’ es la clave, porque no tenemos claro el impacto de la IA generativa en nuestra curiosidad y pensamiento creativo (...) Si tendemos a delegar aquello que nos hace singularmente humanos, nos lleva por un camino peligroso”, sentenció al Post.
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