Supermercado y combustible: los chilenos que cruzan hasta Argentina para comprar aprovechando el cambio

Supermercado y combustible: los chilenos que cruzan hasta Argentina para comprar aprovechando el cambio. Foto: referencial

Habitantes de sectores colindantes del sur como Punta Arenas y Futaleufú aseguran que cruzar la frontera hacia distintas partes de Argentina les puede significar ahorros de hasta un 50% en productos como alimentos, artículos de limpieza, de farmacia y bencina para autos. Asimismo, cuentan que una estadía en un hotel cuatro estrellas les puede costar un tercio de lo que valdría uno similar en Chile, mientras que un bife chorizo con entrada y postre incluido les puede valer lo equivalente a “un combo” en un local de comida rápida en el país.


Cuando Marisol García se percata de que la mercadería se está acabando en su casa familiar en Punta Arenas, ella y su esposo emprenden un viaje de aproximadamente dos horas y media para llegar a Puerto Natales.

No van hacia allá porque los supermercados del sector tengan precios más convenientes que los de su ciudad natal, sino que más bien, porque además de saludar a sus familiares, aprovechan de comprar pesos argentinos para luego cruzar hacia la frontera con el país trasandino.

Desde Puerto Natales hasta la localidad de Río Turbio, Argentina, hay aproximadamente una media hora de distancia en auto. Pero a pesar de que la totalidad del trayecto le significa unas tres horas por la carretera, asegura que vale la pena para su bolsillo.

Ahí compran desde víveres como aceite, harina, azúcar y distintos tipos de café hasta artículos como detergente, champú, desodorantes, cremas y comida para perros.

Según cuenta a La Tercera bajo la petición de cambiar su nombre, la diferencia de valores es abismal, tanto que gran parte de sus conocidos también van hacia Río Turbio o 28 de Noviembre, unos 20 kilómetros más hacia el norte, dentro de Argentina.

Camino a Río Turbio. Foto: referencial

“Actualmente muchas personas vamos a comprar allá, porque si vas a un supermercado de acá, sales con tres cositas y no alcanzas ni a llevar el detergente con $20.000″, dice, “allá uno grande (de tres litros) para una lavadora sale $4.000, mientras que acá uno similar $14.000″.

De la misma manera, añade: “En Chile, por un litro de aceite puedes pagar $4.000, allá con $5.000 obtienes dos botellas de tres litros, o sea, es una gran diferencia. Y hablamos de aceites de los buenos”.

Durante la conversación, García enumera una extensa serie de productos que en Argentina ha encontrado significativamente más baratos.

Por ejemplo, un esmalte de uñas que en un supermercado de Punta Arenas le sale $3.000, allá lo obtiene por $500. Un desodorante de $4.000 lo encuentra por $1.300. Una crema de $6.000 podría costarle $1.800. Y un champú de $4.000, hallarlo por $900.

Asimismo, un saco de comida envasada para perros que podría costarle $70.000, en 28 de Noviembre lo pilla por $9.000.

“Eso también conviene harto”, añade.

La cantidad de artículos para el hogar que puede conseguir en Argentina es mucho más grande que la que puede obtener en el país con la misma cantidad.

Asimismo, más allá de los productos que se pueden comprar, tanto ella como otros chilenos aprovechan los trayectos para quedarse un fin de semana y disfrutar de visitas a restaurantes y estadías en hoteles.

Las diferencias en estos ámbitos también son considerables, afirma García.

Supermercado argentino. Foto: referencial

Los chilenos que cruzan a Argentina con el cambio de la moneda a su favor

Claudia Vargas, quien también residente de Punta Arenas, dice a La Tercera que llena el estanque de su vehículo en bencineras locales con $45.000, mientras que cuando va a Río Turbio, lo hace con $15.000.

Tanto aquello como las rebajas en otros productos han influenciado a que vaya aproximadamente cada un mes a Argentina. Aunque advierte que eso no aplica para todos los elementos del mercado.

“Nosotros también tenemos Zona Franca en Punta Arenas y hay varias cosas que podemos comprar a precios más o menos similares. Pero ponte tú, se ha encarecido mucho en general el aceite, la harina y los artículos de aseo para la ropa y la casa. Eso es muy barato en Argentina, pero hay otros que acá se encuentran a valores parecidos”.

Además de las localidades ya mencionadas del país vecino, detalla que muchos de los habitantes van hacia el sector de Río Gallegos, el cual queda a aproximadamente unas tres horas desde su ciudad.

Ahí no solo aprovechan el viaje para comprar, sino que también, para hacer planes familiares para los fines de semana.

“Hoy es muy barato el alojamiento y la comida. Por ejemplo, puedes alojarte en un hotel 4 estrellas en Río Gallegos a un precio de $20.000 por persona, mientras que en Punta Arenas o en otras partes de Chile, uno similar puede costarte $60.000. Entonces, por una persona acá, se alojan tres allá”.

En cuanto a la comida en restaurantes, dice que un almuerzo individual de un bife chorizo con entrada y postre incluido, puede costar entre $8.000 y $10.000.

“Acá en Chile, con ese valor te compras un combo”, comenta en referencia a los locales de comida rápida.

Bife. Foto: referencial

“Mucha gente va exclusivamente a llenar el estanque de bencina”

En Futaleufú, una comuna de la Región de los Lagos ubicada a cerca de 18 horas en auto hacia el norte desde Puerto Natales, la situación no es muy distinta.

Ítalo González, quien pidió resguardar su nombre real, dirige un hotel en la zona y cuenta que gran parte de los turistas argentinos que visitan el sector pagan con pesos argentinos.

Dice que ahí tanto los negocios dedicados al turismo, como una amplia cantidad de tiendas que ofrecen ropa americana, usan esa moneda para viajar a Argentina, y comprar mercadería y combustible en sectores como Trevelin y Esquel.

“Voy más o menos cada 15 días y me demoro una hora o menos”, cuenta, “diría que casi todo allá es más barato en cuanto a alimentación”.

Según González, en Argentina gasta “menos de la mitad” de lo que desembolsa acá en combustible, mientras productos como el aceite son cerca de un 40% más baratos.

“Eso sí, hay que considerar que acá ya es caro, porque todo viene de Puerto Montt o de la zona central y luego tienen que embarcar. Estimo que Futaleufú es entre un 10% y un 20% más costoso que Puerto Montt, entonces debe ser un 30% más que en Santiago”.

Marcel destaca caída del dólar, pero advierte que no asegura mantención en lo precios de las bencinas
Foto: referencial

Aún así, asegura que cruzar la frontera sigue siendo conveniente para los habitantes locales: “Hay mucha gente que va exclusivamente a llenar el estanque de bencina”.

“Además, la comida allá es muy rica y mucho más económica. Pagas un tercio del valor que desembolsas acá y recibes una calidad superior”.

Si bien, asegura que destinos como Trevelin y Esquel son los más comunes entre los habitantes para ir a comprar, muchos también optan por ir a Bariloche, una ciudad turística que está a unas cinco horas desde Futaleufú.

“Van a bailar, a comer, al cine, a alguna peña. Hay mucha más vida que acá. Entonces, arrancan de estas latitudes para eso. Y aprovechando el cambio económico, se van por el fin de semana desde acá hacia Esquel, Bariloche o El Bolsón, que son varias opciones interesantes”.

Las restricciones en el mercado y las medidas contra el desabastecimiento

A pesar de que tanto González como Vargas y García aseguran que el aceite es uno de los elementos más convenientes de comprar en Argentina, esta última asegura que la última vez que fue se encontró con restricciones en el supermercado al que va en 28 de Noviembre: un máximo de dos botellas por persona

“Le pregunté a la cajera a qué se debía esto, que también aplica en la harina (son 5 kilos no más) y el azúcar”, relata, “y me dio a entender que si venden más de la cantidad permitida, no tienen después cómo abastecerse ellos mismos”.

Aún así, explica que aquello no se cumple si entras en dos oportunidades distintas o si cada uno de los integrantes de la familia lleva las cantidades señaladas de manera individual.

Vargas cuenta que hace unos días vio un reportaje de un canal de televisión argentino, en el que según ella, un concejal de Río Turbio pedía que se restringieran las ventas para los chilenos.

“A ellos les está causando desabastecimiento, porque nosotros vamos y compramos, es mucho más conveniente que hacerlo acá”.

Compras en un supermercado. Foto: Agencia Uno

Aquello se condice con un video que se hizo viral en TikTok a mediados de febrero, en el que una usuaria de la red social compartió las “cosas que me llamaron la atención en mi primer día en Argentina siendo chilena”.

Entre las múltiples imágenes que mostró —como los diferentes tipos de dulces que no están en Chile— , la que más llamó la atención de los cibernautas es que se ven carteles en los supermercados que dicen “máximo por grupo familiar: 3 unidades”. Aquello se leía tanto junto a las muestras de aceite como a las de ciertas bebidas de cola.

Todas las personas entrevistadas en este artículo aseguraron que son usuarios y testigos de cómo los chilenos viajan hasta Argentina para comprar víveres, pero también, afirmaron que ven cómo los argentinos vienen a Chile para adquirir artículos ropa o productos electrodomésticos.

Video de supermercado en Argentina. Foto: @mackaconk / TikTok.

En Futaleufú, en donde según González “hay una tienda de ropa americana por cuadra”, dice que son muchos los argentinos que aprovechan de comprar ahí.

Por otro lado, en Punta Arenas, García y Vargas dicen que es habitual ver a argentinos que llegan por los fines de semana para comprar televisores, electrodomésticos, computadores y prendas para vestir.

“Para ellos, esos artículos son mucho más económicos acá”, afirma esta última.

Los efectos colaterales en la economía

En medio de un escenario en el que chilenos y argentinos cruzan la frontera para comprar los productos que les son más convenientes en relación a los escenarios locales, el académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, Javier Mella, explica a La Tercera que hay una serie de factores socioeconómicos que explican este fenómeno.

“Efectivamente, algo de lo que uno observa es el debilitamiento de la moneda argentina y eso hace que muchos productos, especialmente aquellos que puedan ser de origen local y también los servicios que no son transables, tengan un precio más bajo comparado a Chile (...) también hay que tener en cuenta que históricamente nuestro extremo sur ha estado muy interconectado con Argentina, por un tema geográfico”.

Respecto a esta especie de intercambio de compradores que pasan de un país a otro, destaca que “eso es quizás lo más llamativo y que hace este caso distinto a otros”.

“No tiene que ver tanto con lo que pasa (económicamente) en Chile, sino que más bien con la distorsión de precios en Argentina, en donde hay una serie de distintos tipos de cambio y dólares para diversos productos, importaciones y exportaciones, entre otros factores. Además, hay distintos impuestos que varían dependiendo de los bienes que estemos analizando”.

Consumo. Foto: referencial

Bajo esta línea, ejemplifica que elementos como los computadores importados tienen una alta tasa en el país vecino, lo que explicaría por qué les sale más a cuenta venir a adquirirlos acá.

“Tiene que ver más con una cuestión de impuestos y de tipo de cambio en Argentina, más que en Chile. El sistema de precios que está distorsionado es en realidad el de allá”, insiste, para luego añadir que la depreciación del peso argentino también ha influido en este escenario.

“Si pensamos en el caso de acá, se podría decir que hay un efecto positivo con ese turismo de compras de parte de ellos”.

Mientras tanto, los compradores entrevistados en este artículo planean seguir aprovechando los precios que encuentran al otro lado de la Cordillera, a pesar de que las filas puedan ser más extensas en el cruce durante los fines de semana y los feriados.

“Si hay mucha gente, ahí puedes demorar una hora”, dice García, “pero hay una diferencia (de precios), por eso nos conviene ir a comprar allá”.

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