Quién era The Clown, el cantante urbano asesinado en un asalto en Lo Espejo

Con 26 años y una carrera musical en ascenso, la vida de Francisco Orellana, el "Payasito de Oro", terminó anoche de golpe y balazo en una peluquería de la calle Salvador Allende de Lo Espejo, en medio de un violento asalto. En sus letras, al igual que en las de otros exponentes del subgénero conocido como "mambo chileno", The Clown describió la dura vida de las poblaciones capitalinas.


“Siempre que salgo pa’ la calle, recuerdo lo malo que era también / cuando salía con los malditos con peine de 30 y tambores de 100 / ahora que canto me adoran, pero igual saben que la cargo / mi pobla la llevo en el cora y en la cintura dos peines largos”.

Hace un par de días, Francisco Orellana Ramírez (26) celebraba las más de 70 mil reproducciones en plataformas que acumulaba hasta entonces Peine de 30 vol.2, un single colaborativo y festivo lanzado el viernes pasado por el sello Los Bandidos, con base dominicana y pulso urbano, en el que junto a una decena de otros artistas chilenos describe un mundo de joyas, billetes y sobre todo, armas.

La canción, una suerte de remix de otro tema lanzado hace un año (Peine de 30) y con más de 100 mil reproducciones en Youtube, se acercaba a convertirse en uno de los mayores éxitos de Orellana, conocido por su nombre artístico The Clown. Pero la buena racha del cantante se interrumpió de golpe y balazo anoche, en la calle Salvador Allende de Lo Espejo, donde “el Payasito de Oro” -como se hacía llamar- murió en medio de un violento robo a una peluquería.

Según los antecedentes recabados por la PDI, todo comenzó cuando dos sujetos armados que aún no han sido identificados ingresaron a la barbería con el objetivo de quitarle las llaves de un auto marca Audi estacionado fuera del local a uno de los dueños del establecimiento. En medio del forcejeo, empezaron a quitarle las pertenencias a otras personas que estaban en la peluquería, entre ellos Orellana, quien tras resistirse a entregar sus joyas recibió un impacto de bala en la cabeza.

Pese a que el cantante fue trasladado de inmediato al servicio de urgencia del hospital Barros Luco, falleció en el camino al recinto asistencial. Los asaltantes, en tanto, se dieron a la fuga y la policía todavía no logra dar con sus identidades.

“A la víctima le intentaron arrebatar las joyas que portaba, ocasión en la cual, y por circunstancias que se encuentran investigando, se efectuó un disparo impactando a este en la región parietal izquierda, lesión que finalmente le provocó la muerte mientras era trasladada a los servicios de urgencia del hospital Barros Luco”, indicó el subcomisario Vicente Torres González, de la Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI.

La conmoción hoy es total entre los cercanos a Orellana, residente de la comuna de Pedro Aguirre Cerda y la única persona que resultó lesionada en el incidente de anoche.

Así lo han dejado ver en las redes sociales sus compañeros en la música, todos, al igual que él, exponentes de lo que se conoce popularmente como “mambo chileno”; una variante del género urbano en el país que utiliza bases sintéticas de música merengue para narrar historias de poblaciones, balaceras, ascenso social a través de la música, autos y joyas de lujo y amigos privados de libertad o muertos en diversas circunstancias.

El mismo género al que suscriben varios jóvenes cantantes menores de edad -como Yiordano Ignacio, hoy de 16 años, autor de Mambo para los presos- y con el que alguna vez coqueteó Sebastián Leiva, el “Cangri”, la ex figura televisiva que apareció sin vida en el desierto boliviano en 2019 con sólo 25 años. Una escena musical de vidas aceleradas y con la muerte rondando cerca.

“Vuela alto mi chanchito jamás te olvidaremos”, publicó hace algunas horas Bayron Fire, uno de los representantes más célebres de la escena, junto a Luxian, Jairo Vera y Mati Drugs. Todos ellos participaron del último single colaborativo de The Clown, quien pese a ser un exponente más “under” de la escena, iba en ascenso en cuanto a números y colaboraciones.

“Lo que narran los cantantes de mambo a través de sus letras, similar a algunos cantantes de trap chilenos, es dar un mensaje a los demás jóvenes para que no anden metidos en el mal vivir, para que encuentren una salida, una vida en la música”, señala Ignacio Molina, autor del libro Historia del trap en Chile (Alquimia Editorial), uno de los más acabados y exhaustivos estudios de la escena urbana del país, sus referentes y sus diversas ramificaciones.

“Son letras que representan las vivencias en las calles de Chile en las que hay zapatillas colgadas en los cables, autos sin patentes y mamás solteras que se levantan de madrugada para salir a trabajar”, añade Molina. “Canciones de amigos caídos en persecución, en balaceras, canciones para los que están en la cárcel, privados de libertad. Pero no es una apología al delito, no es que lo enaltezcan, es la vida que les toca, ellos son los cronistas de las calles de Chile y lamentablemente en este caso The Clown, que no tenía antecedentes, fue una víctima”.

Actualmente, la Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI, que investiga lo ocurrido anoche como un robo con homicidio, revisa imágenes del circuito cerrado de TV de la peluquería e intenta ubicar a las otras víctimas del asalto, con el fin de recabar mayores antecedentes.

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