“Superman y He-Man no son héroes”: cuando Chespirito explicó a El Chapulín Colorado

“Superman y He-Man no son héroes”: cuando Chespirito explicó a El Chapulín Colorado

En 2023 se cumplieron 50 años de la primera emisión del héroe vestido de rojo y armado con un chipote chillón. En diversas entrevistas, su creador explicó por qué era mejor que Superman y Batman. Una de ellas, en Chile.


“Más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es un corazón… ¡Es El Chapulín Colorado!”.

Con esa introducción, una suerte de carta de presentación del antihéroe, del paladín que no sería capaz de salvar a nadie, el personaje de El Chapulín Colorado entró a los hogares de gran parte de Latinoamérica durante dos décadas, entre 1973 y 1993. Ideado e interpretado por Roberto Gómez Bolaños -en un principio como espacio independiente y luego como segmento de la serie Chespirito-, se trataba en efecto de una figura torpe, asustadiza, inútil y débil, pese a que siempre culminaba sus apariciones con la clásica arenga “¡no contaban con mi astucia!”.

Precisamente se alzaba como el contrapunto de los grandes héroes de la cultura estadounidense, siempre invencibles, dotados de poderes sobrehumanos, con una fuerza que incluso podía llegar a paralizar el planeta. El Chapulín Colorado no: apenas estaba armado de un Chipote Chillón para lanzarse a sus misiones.

Fue el propio intérprete mexicano quien mejor definió el perfil de El Chapulín Colorado en una entrevista de 1987 al clásico programa argentino La noticia rebelde, emitido por la cadena ATC y conducido, entre otros, por el periodista Jorge Guinzburg.

Ante la pregunta de si El Chavo del Ocho -la otra gran creación de Gómez Bolaños- había conocido al Chapulín, el actor se acuerda de un capítulo donde efectivamente ambos personajes se ven frente a frente. Se trata de un episodio bautizado como Todo queda en familia y emitido por primera vez en 1976.

“Se llegaron a conocer. El Chavo fue el menos admirado con el Chapulín, se admiró más el Chapulín con el Chavo”, recordó en ese diálogo el comediante con respecto al crossover. Luego siguió: “(El Chavo del Chapulín) le tiene mucha fe, le cae bien. Claro, se da cuenta que es un muchacho bien parecido. Entonces, le cae bien”.

Pero es en otra comparación cuando Chespirito ensaya su mejor respuesta. Uno de los conductores le consulta qué piensa de los héroes como Superman o He-Man, por lo demás íconos cinematográficos de precisamente esa década, los 80.

Gómez Bolaños no tiene contemplación: “No son héroes”, asegura tajante.

Después despliega su tesis: “Héroe es el Chapulín Colorado, y esto es serio. El heroísmo no consiste en carecer de miedo sino en superarlo. Aquellos no tienen miedo, Batman, Superman, son todopoderosos, no pueden tener miedo. El Chapulín Colorado se muere de miedo, es torpe, débil, tonto, etcétera, y consciente de esas deficiencias se enfrenta al problema, es un héroe, y pierde; otra característica de los héroes, y los héroes pierden muchas veces, después sus ideas triunfan, pero mientras tanto el héroe... ¿Cuántos fusilados conocemos?”.

Los periodistas quedan algo atónitos, rendidos al carácter reflexivo y filosófico de sus palabras.

Luego, vuelven sobre el paralelo y le preguntan si el hombre de las antenitas de vinil tiene familia, ya que los otros superhéroes tampoco tienen. “El Chapulín es también machito, a diferencia de Batman, Superman… Luisa Lane ahí anda y no se casan. Se le pasaba”, teoriza entre risas el comediante.

“Es que parece que no es totalmente de acero”, le dice Guinzburg.

“Y Batman con Robin…”, remata Gómez Bolaños entre aún más risas y aplausos. Otros tiempos.

A lo Cervantes

Pero en días más recientes, el mexicano también se refirió a la génesis del Chapulín. Fue precisamente en Chile, en el 2000, cuando en el legendario espacio Viva el Lunes, Cecilia Bolocco, Kike Morandé y Álvaro Salas volvieron sobre la misma interrogante. Nada muy original: ¿cómo se habían originado sus personajes emblemáticos?

“El Chavo del Ocho fue muy casual. Pero el Chapulín yo lo había diseñado por completo. Todo estaba fríamente calculado. Yo lo ofrecía a otros comediantes y afortunadamente nadie lo quiso hacer. Cuando me tocó a mí el turno, lo hice yo. Y el Chavo, al revés. Fue muy casual”, rememoró en los estudios de Canal 13.

Después profundizó: “Yo quería hacer, guardando las proporciones debidas, lo que hizo Cervantes con el Quijote. Cuando en su tiempo había un exceso de novelas de caballería y él quería hacer una sátira de eso… con nosotros hay un exceso, sigue todavía, de Batmans y Supermanes y todo eso, y yo quería hacer una sátira, pero vestido como algo latinoamericano, con alcances latinoamericanos, sobre todo económicos. Pero hacerlo un héroe auténtico, no como aquellos que a mi modo de pensar no son héroes, porque siendo todopoderosos no dan el chiste que se enfrenten al problema. El Chapulín Colorado no sólo era débil, tonto y todo lo demás, sino que miedosísimo. Y superaba el miedo, que en eso radica el valor”.

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