“Mujeres, chilenas frente al lente fotográfico”: libro revela imágenes de mujeres a través de 130 años

“Mujeres, chilenas frente al lente fotográfico”: el libro que reúne imágenes de mujeres a través del tiempo

El libro incluye más de 300 imágenes, durante 135 años, provenientes del archivo Brügmann. "Es posible observar los cambios en la representación femenina, desde los rígidos y formales retratos del siglo XIX hasta el color y la espontaneidad de la década de los ochenta", declaran los autores a Culto.


Mujeres, chilenas frente al lente fotográfico es una publicación colaborativa entre el Estudio Brügmann -dedicado a la fotografía histórica- y el medio cultural Amo Santiago, financiado a través de un Fondart. Se trata de una recopilación de más de 300 fotografías, desde 1855 hasta 1985, abordando 130 años en la historia de Chile.

Las imágenes utilizadas corresponden al archivo privado del Estudio Brügmann, que ahora, se abre a la audiencia. La recopilación estuvo a cargo de los encargados de la entidad, Fernando Imas Brügmann y Mario Rojas Torrejón. En sus primeras páginas, además, cuenta con una presentación escrita por Paulina Cabrera, directora de Amo Santiago –medio que difunde patrimonio, historia y cultura de la Región Metropolitana–, un preámbulo de los autores y dos apartados temáticos. El primero, escrito por la historiadora Magdalena Dittborn y el segundo, por la doctora en Historia y curadora de la colección Textil y Vestuario del Museo Histórico Nacional Emilia Müller.

En Culto, conversamos con Imas y Rojas sobre la creación del libro, la importancia del registro fotográfico y cómo, con este, se puede analizar la historia. También, compartieron detalles sobre el evento de lanzamiento, programado para el jueves 21 de marzo, a las 18.30 horas, en la Universidad de los Andes; en ese mismo lugar, hay una exposición gratuita con imágenes incluidas en el libro.

El Archivo Brügmann data desde hace diez años y ahora, según las palabras de su fundador, Fernando Imas Brügmann, se lanzó en línea. “Además de la liberación de las fotos, teníamos que hacer algo con ellas, un objeto o alguna acción, de algún tipo, cultural, artístico, así surgió la idea del libro”.

Estudio Patrimonial Brügmann

“Fue un trabajo arduo. Se seleccionaron las fotos entre más de diez mil imágenes que tenemos a la fecha, luego se retocaron los colores, fue una locura, pero una locura súper agradable”, expresó Imas.

Mario Rojas, conservador y restaurador de bienes culturales, por su parte, expresa: “Sentíamos que era importante democratizar el acceso, vincular el archivo online con algo más tangible y entregarlo para que las personas puedan tenerlo en sus casas. Si bien somos un estudio con archivo privado, nos interesaba poder compartirlo”.

Fotografía de mujeres

El libro de más de 200 páginas está compuesto únicamente de imágenes de mujeres, de distintas edades, vestimentas e incluso de diferentes épocas. “A través del tiempo, no solo cambió la foto en sí, el papel, el revelado, también cambió todo lo que hay dentro de la foto: las posturas, los peinados, vestimenta, joyas, todo eso refleja a las personas de una época; sin duda, es un material que ayuda a descifrar la historia”, reflexiona Imas.

Las imágenes del libro también hablan de cómo va evolucionando la mujer. “En el siglo XX estaban en un contexto mucho más doméstico, y de a poco van tomándose los espacios públicos. A través de la fotografía, quisimos mostrar cómo la mujer empieza a rebelarse en los distintos ámbitos. Se puede extraer mucha información, cada una busca una individualidad, separarse de la homogeneidad con pequeños elementos”, agrega Rojas.

Cada fotografía está acompañada de un texto, que incluye el año e información sobre la persona que aparece. Además, en algunas también se refiere al contexto o se incluye algún dato interesante, lo que vuelve la lectura mucho más dinámica.

Imas, recuerda la importancia valórica que tenía la fotografía en el siglo pasado, siendo un bien de lujo, escaso en los distintos estratos sociales. “Es muy bonito poder conservar ciertas fotografías, porque hay personas que se sacaban fotos en todos los momentos importantes, pero hay otras que quizás tuvieron solo una oportunidad en la vida para inmortalizar un retrato, finalmente se convierten en tesoros”.

En el libro, además de notar cambios en la apariencia de las mujeres, se aprecia “cómo la mujer empieza a adquirir cierto espacio en la vida pública, viendo a mujeres que dejan de trabajar únicamente en la casa, sino que hay artistas, escritoras, en sus estudios, en sus propios espacios. Empiezan un poco a ocupar el lugar que merecen dentro de la sociedad y siento que en el libro se refleja bastante”, aporta Rojas.

“Son mujeres sin etiquetas. No quisimos poner madres, esposas, no quisimos poner novias, porque quisimos que fuera la mujer antes de cualquier cosa, siendo mujer. Tampoco hay retratos de hombre en el libro, porque la idea era mostrar a la mujer dentro de desenvolviéndose en la vida misma”, agrega.

Un trabajo conjunto

Sobre Magdalena Dittborn, responsable del texto Mujeres, un tapiz histórico, Imas comenta: “Su forma de investigar y de abordar los temas es cotidiana. Es un lenguaje que puede leer cualquier persona y lo va a entender, y se va a entretener”. La historiadora también cuenta con investigaciones sobre la mujer en diferentes ámbitos y contextos, incluso en el retrato mortuorio, de acuerdo a lo expresado por el fundador de Estudio Brügmann.

En ese sentido, sobre Emilia Müller, que escribió el texto Moda y fotografía: el vestuario femenino a través del lente, Rojas comparte: “Se ha desarrollado hace mucho tiempo en en el ámbito textil, es interesante tratar de rescatar cómo la moda evoluciona junto a la mujer, entonces para nosotros fue muy importante que ella también tuviera una un apartado dentro del libro, porque a través de su texto también se puede dar cuenta de cómo esta indumentaria que usan las mujeres empieza a cambiar junto con ella”.

Los creadores del libro señalan que la selección de fotografías se realizó en conjunto con Paulina Cabrera, de Amo Santiago: “Era muy importante la opinión del resto. Cuando uno conoce su propia colección, de repente es un poco inflexible para añadir o quitar ciertas fotos, así que ella nos ayudó mucho”, comenta Rojas.

El patrimonio y la importancia del registro

Imas reconoce que le gusta la foto más tradicional, pero al mismo tiempo, identifica que este trabajo aportó para que se abriera la perspectiva sobre las fotografías: “Me gusta mucho la foto antigua, muy rígida, con estos vestidos anchos, encuentro también que es una foto muy linda. Y con esto, aprendí a contemplar y apreciar la foto normal, la de una mujer que va fumándose un pucho, caminando por la calle y que se la sacaron sin aviso, sin ninguna pretensión, creo que también es una foto muy bonita”.

Respecto a la conservación, Rojas muestra una inquietud respecto a las fotos digitales: “La fotografía empezó a ser mucho más masiva y cotidiana con el celular, uno puede tomar mil fotos al día, pero paradójicamente, estamos en un momento donde podemos conservar menos fotografías, porque los archivos se dañan, se pierden en los dispositivos. Con los trabajos de conservación, es más posible que en cien años se mantenga una foto de antes, que una selfie digital de hoy, porque todo queda en las tarjetas de memoria. Es por eso que a veces hay que imprimir la fotografía, para poder verla en el living de la casa y hacer buenos respaldos”.

“En 100 años más vamos a querer saber cómo vivía la gente el año 2024, cómo vivió en el año 2010 y quizás no se va a poder porque no van a haber registros de esa historia. Entonces el libro también hace ese apartado, es un poco un llamado de atención en el prólogo, porque es importante para nosotros que las personas empiecen a darse cuenta y a concientizarse sobre la importancia que tiene su propia generación. Hay que resguardar el patrimonio que se está gestando hoy día para las futuras generaciones”, finaliza.

“La gente piensa que el patrimonio se compone solo de las fotografías de los presidentes o de hechos históricos, pero en realidad todos los registros se incluyen en el concepto. Las fotos hablan de todo lo que hablamos antes, y en algunos años más, a lo mejor la única foto que vamos a tener, sean tomadas en momentos espontáneos, con gente normal, y eso también es patrimonio, y también es importante”, reflexiona Imas.

“Finalmente, todos estos micros relatos van construyendo la gran historia de Chile. El patrimonio lo construimos todos. Sin la ayuda de cada uno de nosotros, no hay patrimonio y sin eso, no hay historia”, cierra.

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