De las ruinas a memoria viva: el renacer patrimonial de la casona Arrieta en Peñalolén
Tras décadas de abandono, la antigua Quinta de las Delicias florece después de años de restauración. La casa, que es Monumento Histórico, se ubica en el corazón de un colegio y espera ser nuevamente un polo cultural.
Si las paredes de la casa Arrieta hablaran, contarían cómo Mariano Egaña escribió la constitución de 1833 o cómo Andrés Bello imaginaba el Código Civil.
Por años, la casa Arrieta resistió el clima, terremotos y cambios de dueños. No obstante, en 2017, un artículo de La Tercera evidenció el deterioro del edificio ubicado en el Parque Arrieta, en Peñalolén.
Ocho años después, el escenario es totalmente distinto. Tras una restauración que alcanzó los 250 millones de pesos, la casona se erige majestuosa en el corazón de un colegio.
Culto visitó el parque, atestiguando el éxito de una restauración que sigue en curso. Felipe Ariño, arquitecto encargado del proceso, muestra su entusiasmo al ver la casa viva, tal como lo estuvo en el siglo XIX.
“Todo parte por un tema cultural”, dice Ariño, en referencia a la impronta de la casa por aquellos años. Esta fue comparada por el jurista Juan Egaña Riesco en 1822, y la transformó en un polo cultural de la región. Conocida como la Quinta de Las Delicias, fue la casa de veraneo de su familia y donde su hijo, Mariano, redactó la constitución moralista de 1833.
Es más, por ahí pasó el humanista Andrés Bello, quien observando el paisaje se inspiró para escribir cómo debíamos actuar los chilenos en el Código Civil.
Tras ser adquirida por el uruguayo José Arrieta y Perera y su esposa María Mercedes Cañas Calvo, la casa se consolidó como epicentro de las tertulias capitalinas. Incluso, según consigna el sitio Brugmann Restauradores, se le atribuye a Luis Arrieta Cañas -hijo del matrimonio- la incorporación de la música de Richard Wagner a Chile.
La restauración
Debido a que la casona es Monumento Histórico Nacional desde 1991, el arquitecto Felipe Ariño releva la dificultad del camino que se transita, en conjunto con el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). Los principales baches son los tiempos de espera y el financiamiento.
Respecto a la restauración, estuvo a cargo de la empresa Kalam. Muchas de las maderas de las ventanas fueron reemplazadas, las rejas se limpiaron de las innumerables capas de pintura y ciertos detalles perdidos fueron replicados. El piso, en cambio, sigue siendo el mismo.
En los jardines, los visitantes pueden apreciar el efectivo sistema de recolección de agua ideado para recoger las aguas lluvias y cordilleranas. Piezas escultóricas grecorromanas como réplicas de Diana Cazadora, El Fauno o de Venus de Milo, adornan el entorno neoclásico.
El espacio, que fue sede de la Facultad de Patrimonio Cultural y Educación de la Universidad SEK, ha sido escenario de algunas producciones audiovisuales como Con el santo y la limosna (1971), dirigida por Germán Becker, y la telenovela de TVN Villa Los Aromos.
Se espera que pronto pueda abrirse al público para diversas instancias patrimoniales.
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