Kínder obligatorio y reingreso educativo: las gestiones del Mineduc ad portas de una jornada clave en el Congreso

La iniciativa que aborda el nivel preescolar, y sobre el cual pesa un veto aditivo, tiene todavía un escenario incierto. Desde la cartera han hecho intensas gestiones para no sufrir un “duro golpe”, como lo tildan. Para ello, la bancada DC y algunos independientes resultan fundamentales, y por ahora estarían favoreciendo la postura de La Moneda.


La última vez que el Ministerio de Educación estuvo tan pendiente de una sesión en el Congreso fue hace casi un mes. Y cómo no, si el 12 de agosto el titular de la cartera, Raúl Figueroa, enfrentaba la posibilidad de ser acusado constitucionalmente, lo que finalmente no prosperó.

Ahora las miradas vuelven a posarse en lo que ocurra este miércoles en Valparaíso, toda vez que se votan dos proyectos claves para la administración actual: kínder obligatorio y reingreso educativo, por los cuales el gobierno ha desplegado amplios esfuerzos en pos de su aprobación. Reflejo de ello es que para el primero se ingresó un veto aditivo luego de que fuera rechazado a mediados de junio. El segundo se verá por primera vez. En ambos casos, las tratativas no han cesado.

El proyecto del kínder es lo más políticamente curioso de todo lo que ha pasado”, dicen desde gobierno. Esto, exponen, porque luego de casi tres años de tramitación, la comisión mixta que evaluaba la iniciativa que hace obligatorio el nivel preescolar rechazó las partes centrales del texto. En resumen, botaba su corazón, tras eliminar todo lo relativo a la obligatoriedad.

Frente a esto, el veto del gobierno vino a reponer las ideas matrices de una de las iniciativas más emblemáticas de Figueroa. “La senadora Provoste le puso particular freno a este proyecto”, señalan desde La Moneda, donde asumen que la oposición insistió en rechazarlo para asestar un golpe al gobierno, en el marco de las críticas al manejo de la pandemia en materia educativa.

Este proyecto se aprobó unánimemente en la Cámara, lo que pasa es que después se politizó en el Senado, se ideologizó y se produjeron las diferencias que hubo, pero yo espero que ahora, en definitiva, se apruebe”, señala Luis Pardo, diputado RN y miembro de la Comisión de Educación de la Cámara.

Junto con reponer los artículos rechazados, el Ejecutivo incrementó al doble el fondo inicial: pasó de $ 2.000 a $ 4.000 millones y también se presentó una indicación que señalaba que si un menor no era matriculado en kínder, podría entrar directamente a primero básico, aunque con un diagnóstico para nivelar.

Una vez ingresado el veto, comenzó nuevamente el trabajo para conseguir la aprobación. El primero de oposición en dar el sí fue Mario Venegas (DC), presidente de la Comisión de Educación. El único hasta aquí, según entienden en el gobierno. “Lo curioso es que en esa comisión solo cambiamos la actitud inicial del diputado Venegas, porque todos los demás votan en contra”, agregan desde el gobierno.

Lo anterior, eso sí, tiene una gran significancia, porque aunque el diputado aludido dice no tener claro cuál será el resultado final en la votación de este miércoles, sí cree que el resto de su bancada seguirá el camino de la aprobación. “Normalmente me escuchan en materias de educación”, asegura.

¿Y qué señala él? “Yo ya hablé al respecto en mis dos votaciones en la comisión: aprobé el proyecto de reingreso y también aprobé el proyecto del kínder obligatorio”, dice el propio Venegas.

“Hay algunos sectores que se resisten a aprobar la idea del kínder obligatorio. En particular, no creo que haya problemas con el reingreso, pero lo del kínder tiene en algunos sectores más reparos”, agrega en su análisis.

Uno de esos reparos los muestra Rodrigo González (PPD), diputado que también integra la comisión educativa. “Vamos a votar desfavorablemente”, expone. Lo anterior, asegura, “es una mirada que compartimos la mayoría de los diputados de la Comisión de Educación”.

“La lógica que impera en el gobierno es introducir el mercado en la educación preescolar, es escolarizar la educación para que los colegios que imparten educación primaria, básica y media también se incorporen al trabajo de educación preescolar”, arguye.

El diputado Pardo añade que “no hay ninguna justificación para rechazar un proyecto que, primero, le da la jerarquía que corresponde a la educación preescolar”, antes de justificar su voto: “En el caso de que algún alumno pueda no haber tenido la oportunidad de cursar el kínder, igual puede acceder a primero básico con la sola exigencia de que el establecimiento que lo reciba tiene que elaborar un diagnóstico y un procedimiento para nivelar a ese alumno”.

Lo anterior, justamente, es una de las razones que esgrimieron desde la oposición para votarlo en contra en la comisión mixta. “Es un falso debate, porque no tiene que ver con la obligatoriedad, sino con el acceso”, dijo en su minuto la senadora Yasna Provoste (DC). “Hoy tenemos matriculados en kínder entre 93% y 97% de los niños, entonces es prácticamente obligatorio, porque están todos adentro. Este proyecto es solo una tozudez del gobierno”, expuso, en tanto, el senador Carlos Montes (PS), quien se abstuvo en esa votación.

Como sea, el diputado Venegas argumenta por qué este miércoles votará en positivo: “Es un paso adelante en que el Estado se comprometa con aumentar la obligatoriedad en un nivel, como es en la educación parvularia, donde los estudios señalan que es esencial en el desarrollo y particularmente en los niños las fdeamilias más pobres, que son justamente los que no van a kínder”.

Si contamos con votos de la DC y de algunos independientes, el kínder debiese aprobarse”, insisten desde Palacio, donde aspiran a que el voto que dio Venegas en la comisión se refleje en la Cámara.

Las expectativas en reinserción

En torno al proyecto de reingreso, que busca facilitar la reinserción escolar de quienes la han perdido, en el gobierno ven menos dificultades de que sea aprobado, porque hasta aquí ha ido avanzando sin demasiadas complicaciones, a pesar de que sí ven que hay ciertos grupos de oposición “más dura” que se oponen, porque lo ven como una subvención.

Al respecto, el diputado Pardo expone: “Es un muy buen proyecto que se hace cargo de los niños o los jóvenes que se les denomina desertores, porque han abandonado el sistema. Crea una subvención especial y ha sido bastante transversal en la discusión que hemos tenido en la comisión”. Y cierra con un augurio: “Probablemente haya algunos votos en contra para los dos proyectos, pero la mayoría debiera aprobarlos”.

El diputado González es uno de los de esa mayoría: “El reingreso escolar encontramos que es un proyecto interesante, lo vamos a votar en general a favor, sobre todo considerando que es necesario darles oportunidad a los más de 200 mil jóvenes que han desertado del sistema escolar”.

Sería un golpe duro”. Eso resuena una y otra vez cuando a ciertos personeros de gobierno se les consulta por la mera posibilidad de que, sobre todo el proyecto del kínder obligatorio, sea rechazado. Sin embargo, también agregan que al menos a la jornada de este miércoles se llega con “buenas sensaciones” tras lo ocurrido en la Comisión de Educación, donde por fin vieron frutos de su trabajo y lograron convencer al menos al diputado Venegas, quien podría arrastrar a varios más.

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