La nueva U toma forma: se busca la salida de cuatro cortados y evitar el retorno de Luján y Cañete

La formación de la U en su duelo ante Audax Italiano, en el Campeonato Nacional 2022.
La formación de la U en su duelo ante Audax Italiano, en el Campeonato Nacional 2022. Foto: Juan José Molina/AgenciaUno

Mauricio Pellegrino aterriza en el Centro Deportivo Azul en medio de la poda que realiza la dirigencia para sacar a algunos jugadores que no cumplieron con la expectativas en 2022.



La U se arma para el 2023. Luego de un año con más bajos que altos, los azules ya piensan en el curso entrante. Para ello, ya aseguraron al cerebro de la próxima temporada: Mauricio Pellegrino. El técnico argentino firma por dos años y se hará cargo de un plantel que buscará dejar atrás los resultados del último lustro.

Sin embargo, incluso antes del arribo del estratega, en las oficinas de Azul Azul ya tenían lista la poda. Son cuatro los futbolistas que abandonan el CDA: Ronnie Fernández, Ignacio Tapia, Jeisson Vargas y Pablo Aránguiz. Tres de ellos llegaron a inicios de este año como incorporaciones, pero no cumplieron con la expectativas. El caso del formado en Unión Española es más complejo, ya que fueron casi tres años en la U, donde jamás exhibió su mejor versión.

En el nombre a nombre, ningún jugador logró destacar. Sin embargo, la situación del exartillero de Santiago Wanderers es la que hace más ruido. Además de su pobre rendimiento, con cinco dianas en 26 cotejos, siendo, dicho sea de paso, titular durante todo el Campeonato, tiene el antecedente negativo que dejó su pelea con Cristóbal Campos.

El formado en el club porteño ha manifestado sus intenciones de cumplir con el contrato que firmó, que lo liga a Universidad de Chile hasta el cierre de 2023. No obstante, los directivos de la concesionaria tomaron la determinación de cortar su estadía en la institución laica, más allá de las aspiraciones del futbolista.

Ronnie Fernández portó la jineta de capitán en Universidad de Chile durante gran parte del año. Foto: Sebastián Oria/AgenciaUno

Las estadísticas de Vargas y Tapia no son mejores. En el caso del atacante, disputó 1050 minutos, divididos en 19 encuentros y no pudo marcar ningún gol. El formado en Universidad Católica estuvo lejos de lo mostrado en Unión La Calera, elenco donde parecía tener un renacer futbolístico, tras el estancamiento que sufrió luego de ser una de las mayores promesas del balompié criollo.

El defensor, por su lado, fue uno de los más apuntados por la parcialidad estudiantil. A su bajo nivel, se le suma que fue uno de los fichajes más caros para Azul Azul en el último tiempo. Esto porque Universidad de Chile gastó US$ 1,5 millones en su pase, más el de Israel Poblete. En el campo, el ex Huachipato disputó 1710 minutos, traducidos en 20 encuentros.

Más dramática es la situación de Pablo Aránguiz. Quien fuese figura en Unión Española hace algunos años, en la U hizo más noticia por sus actitudes fuera del campo. En algún momento mostró destellos del talento que posee, lo que lo llevó a recalar, incluso, en la Selección, cuando Martín Lasarte lo incluyó en la lista de la Copa América 2021. Pero, en general, estuvo bastante lejos de lo que prometía. Su 2022 culminó con una tarjeta roja, contra los acereros, y una denuncia de amenaza, que hizo que en el CDA apurarán su salida.

Los cuatro jugadores, sin embargo, tienen contrato vigente. Sus salidas solo se producirán si existe un acuerdo entre todas las partes involucradas. La tarea no será fácil.

Quieren dejar atrás los últimos años

“El club quiere hacer varios cambios y en eso estamos. Hay muchos temas en el aire que resolver y poco tiempo. Queremos ponernos a trabajar”, aseguró Mauricio Pellegrino luego de aterrizar en Santiago. El mensaje es claro. Los cambios que menciona están a cargo de Manuel Mayo, el gerente deportivo de Azul Azul.

Listo el director técnico, viene otro proceso complejo: la elección de los refuerzos. La U quiere escapar de los malos resultados que la aquejan desde 2019 y por los que ha más cerca del descenso que de las alegrías. En ese contexto, habrá US$ 2 millones para invertir en jugadores. Una cantidad de dinero generosa considerando el contexto del último tiempo en La Cisterna.

MAURICIO PELLEGRINO
Mauricio Pellegrino ha dirigido en España, Argentina e Inglaterra.

Los nombres serán evaluados por los directivos. Sin embargo, es lógico que deben ir en consonancia de lo que busque plasmar el nuevo entrenador en la cancha. En ese contexto, los elencos dirigidos por Mauricio Pellegrino -el último de ellos fue Vélez Sarsfield- se han caracterizado por buscar un fútbol frontal. A lo largo de su periplo como estratega ha utilizado más de un sistema táctico. En ocasiones con tres defensores, en otras, con cuatro. A veces con un solo delantero, pero también ha juntado a dos centroatacantes.

Durante los últimos años, el cordobés optó por utilizar un nueve, con dos externos abiertos y un jugador libre detrás de la referencia de área. Esto, por ejemplo, será algo que deberán evaluar en la U. Ya que durante los últimos años han sufrido por la ausencia de especialistas por los costados en el ataque.

Otro elemento que falta definir en esta nueva Universidad de Chile es que se hará con los nombres que regresan. Nahuel Luján y Marcelo Cañete, quienes estuvieron en el Centro Deportivo Azul durante la temporada 2020, con bajos rendimientos, vuelven de préstamo. Ambos se llevan $30 millones mensuales. El delantero estaba a préstamo en Agropecuario, de la segunda categoría argentina, mientras que el volante ofensivo tuvo un irregular paso por Huachipato.

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