Víctor Hugo Castañeda y el silente adiós de Johnny Herrera de la U: “Todo cae por su peso; cada uno tiene lo que merece”

El entrenador, actual candidato a alcalde de La Serena, aborda la tensa relación con el ex guardameta estudiantil. También analiza la extensa supremacía de Colo Colo en el Superclásico en el Monumental.



Víctor Hugo Castañeda también le busca explicación al invicto de 21 años de Colo Colo en el Superclásico en el Monumental. Ahora, ya no como jugador ni como entrenador, las dos funciones que cumplió en la U, con experiencias dispares. Habla como hincha, primero. “Porque Colo Colo hace más goles…”, ensaya a modo sarcástico. Después, entra en el análisis franco. “Se ha ido transformando en una mochila muy pesada y hay algunos, varios, que no están preparados para jugar en la U o para jugar este tipo de partidos, más que para jugar en la U. Y esa es la realidad. Pero ellos se tienen que dar cuenta, tienen que entender, que no se pueden hacer cargo de la historia. Ellos se tienen que hacer cargo de un partido. De ese partido. Ellos tienen más cosas que ganar que perder. Si ganan, van a quedar en la historia, porque van a romper la racha, el maleficio. No les puede causar tanta presión el hecho de no ganar en una determinada cancha”, declara, como invitado al nuevo capítulo de El diván del Kily, el programa de conversación de El Deportivo de La Tercera.

¿Pesa mucho la mochila? Usted fue jugador y también técnico. Tuvo que ir a Macul y tampoco pudo ganar ¿Cómo son esas jornadas previas?

A mí nunca me pesó. Como técnico, les transmití a los jugadores, o traté, que teníamos más cosas que ganar. Yo me recuerdo que el partido era muy parejo. La U estaba jugando un poco mejor hasta el momento del 1-0. En el segundo, Colo Colo nos pudo haber hecho cinco. Lo único que queríamos era que terminara el partido. El gol, en ese momento, lo sintieron mucho los jugadores. Hubo una desorientación. Colo Colo te gana esos partidos porque tiene gente más preparada para jugar clásicos. Tiene jugadores más clasiqueros, como digo. La U tenía a Osvaldo González, a Ángelo, que es de las divisiones menores, a Espinoza y nada más. Los demás no lo han jugado.

Pero este clásico era distinto, también, porque Colo Colo ya no tenía a Paredes, a Valdés, a Barroso, a esos jugadores que conformaban la columna. Y el resultado fue el mismo.

Sí, pero son jugadores que han jugado clásicos desde chicos. Había cuatro o cinco que son formados en el club y que saben lo que significa jugar un clásico. Si pones a jugadores nacidos en la U, saben lo que significa ganar un clásico. Entonces, aunque son inexpertos en Primera División, llevan 10 clásicos en el cuerpo. Saben lo que son este tipo de enfrentamientos. Eso también te marca. Es parte de eso.

¿Qué hay que tener para jugar y ganar un clásico?

Los clásicos no se juegan; los clásicos se ganan. Tienes que tener carácter, personalidad, tolerancia a la frustración. El clásico es el partido donde se cumplen los sueños, es el partido que todo el mundo sueña jugar. Y hay que disfrutarlo. Hay que tener el carácter y la personalidad para eso. Para ir, pedir la pelota, tirar una gambeta, un túnel. Eso hay que tener.

¿Esta U tiene esa personalidad?

A la luz de los resultados, no la tenía. Es fácil criticarla, pero hay que ver los resultados nomás. Hubo una época, de tres años hacia atrás, en que Colo Colo entraba y golpeaba. Foul, foul. Eso pasaba en los primeros cinco o diez minutos. Luego lo hacía la U y terminaba con jugadores expulsados. Te empezaba a pegar Meléndez, Sanhueza y la U terminaba con expulsados por ir a la revancha. Eso es parte del conocimiento. El chico Gutiérrez tenía que irse expulsado y no lo echaron. Y luego termina expulsando a uno, pero antes… Son formas de jugar, de sentir un clásico.

Leonardo Gil celebra el gol del triunfo en el Superclásico.
Leonardo Gil celebra el gol del triunfo en el Superclásico. (Foto: Agenciauno)

El proceso Dudamel

¿Le gusta la U de Dudamel?

Hasta ahora, no me gusta. Me gustaba Dudamel por lo que había hecho, como nombre, en la selección venezolana. Lo que había crecido la selección venezolana. Y tenía mucha esperanza de que pudiera jugar, plasmar eso en la U, pero hasta ahora le ha costado mucho. No ha sido capaz de darle una identidad futbolística a la U o la forma que tiene de jugar a la gente de la U no la identifica.

¿Se acaba el plazo de tolerancia para el técnico? ¿Se está empezando a agotar el proceso?

Hay muchas cosas que hay que analizar. Lo más fácil es echarle la culpa a Dudamel, Dudamel para afuera y se cambia… La U en los últimos años ha cambiado como 15 entrenadores. Con más o menos éxito se han tenido que ir. Unos porque no les gustaban a los jugadores, los hacían entrenar mucho o porque los hacían entrenar poco. Aquí hay que hacer un análisis más profundo. De la U se fueron jugadores que llevaban muchos años. Había que terminar ese proceso, con jugadores que fueron muy exitosos, y la U era una de las planillas más caras del torneo nacional. Hoy se fue el arquero, Matías Rodríguez, Beausejour, la Gata Fernández, Monzón y la U sigue siendo la planilla más cara del fútbol chileno. Lo leí en La Tercera. Y se suponía que se iba a poner acorde con la realidad nacional. Los jugadores que trajeron… Dudamel reclamó que nos los había pedido. Bueno, que se hagan responsables los que los trajeron. Thomas Rodríguez no ha aportado nada. Sandoval no ha jugado. Cómo los contrataron. Si bien se tienen que adecuar a jugar en la U, no es fácil, no han rendido. Están muy al debe.

¿Se están haciendo mal las cosas en Azul Azul?

Hace rato. No están dejando tomar las decisiones a Goldberg, no sé si a Vargas. Yo a Golberg le tengo mucha fe, le sigo teniendo mucha fe. Lo encuentro un tipo inteligente, correcto. Le tengo fe, pero espero que lo dejen tomar las decisiones. Y si él tomó estas decisiones, estoy equivocado en mi apreciación nomás. No debí tenerle tanta fe.

¿Qué evaluación hace del paso de Carlos Heller por la testera de Azul Azul, ahora que se va?

Y si no se fuera, el análisis es el mismo. Heller cometió el error de que es muy hincha, que no es malo, pero no fue capaz de separar, y se lo dije a él… era muy amigo de los jugadores y no puede serlo. Es el presidente. Es como tú con tus hijos. No puedes ser amigo de tus hijos. Puedes tener tener una buena relación, pero no amigo, porque eres el que tiene que poner la disciplina, las normas. Fijarlas. Ese fue el error que cometió. Ser muy cercano. El presidente está para tomar decisiones. Nunca ha tenido buenos asesores. Cuando los tuvo, no los escuchó. Sacó a Ronald (Fuentes) y Ronald tomaba buenas decisiones. No fue bueno su paso por la U.

¿Era Heller el problema o no se puede personalizar en él?

No. No se puede personalizar en él. Es como los entrenadores. El entrenador puede ser responsable, pero el culpable de ciertas situaciones es el jugador. Lo de Heller tiene que ver con los asesores, la gente que puso en el directorio. No son los más idóneos nomás. Cambió a los que tenían más relación con el fútbol y no a los que se debieron ir hace rato.

¿Cuál debe ser la prioridad de los nuevos controladores del club?

Equilibrar un equipo entre lo deportivo y lo económico. La U hoy es deficitaria. Creo que debe más plata que en la quiebra. Claro, con el aporte de capital que han hecho sus dueños no se nota, pero claramente es un club que pierde plata. Hace mucho rato que sus números no son azules. Hay que ponerse colorado una sola vez y no amarillo siempre. Tomar las decisiones y respaldar a los que hay que respaldar. Si decides traer a un técnico o a un gerente técnico lo tienes que respaldar hasta por lo menos final de año o por dos años. Que demuestren que pueden generar un proceso que te puede llevar al éxito. Hoy está la inmediatez de los resultados, las redes sociales. Hoy no se actúa por convencimiento. Y hay que actuar por convencimiento.

Rafael Dudamel, en la cancha del Monumental
Rafael Dudamel, en la cancha del Monumental (Foto: Agenciauno)

El retiro de Herrera

¿Le impactó el retiro de Johnny Herrera?

No.

¿Cómo está su relación con él?

Bien. No tengo ninguna.

¿No han vuelto a hablar desde que usted era técnico y él entrenador?

No. Y tampoco me interesa hablar con él. Creo que me faltó mucho el respeto en unas declaraciones que hizo, así que no me interesa.

Se lo pregunto porque Superman lo incluyó en la lista de ídolos de la U que han recibido algún ataque de Johnny…

No me interesa hablar de él, no me calienta la cabeza, no es tema para mí.

Él fue su pupilo ¿Hay una conversación pendiente con Herrera, quizás? ¿O ni siquiera hay margen para eso?

No vale la pena. No me interesa. Yo lo conozco desde sus 15 años. Lo tratamos de guiar en las divisiones menores, lo presionamos para que llegara ser el arquero que creíamos que prometía ser. Tuvo que dar la vuelta larga. Se tuvo que ir de la U en algún momento, cuando se pudo haber quedado si hubiera sido de otra forma, no quiero usar ningún calificativo. Él se pudo haber quedado a vivir en la U, con todo lo que ganó, pero para mí no es tema. Tampoco soy de calentarme con gente o de andar enojado por la vida. Si en algún momento nos encontramos por ahí y él me saluda, yo lo voy a saludar y chao. No voy a ser amigo de él. No me interesa serlo.

¿Cree que el ciclo de Herrera en la U debió cerrarse de una forma distinta, por la trascendencia que tuvo?

(Inspira) Creo que todo cae por su peso. Cada uno tiene lo que merece.

Johnny Herrera en su época de jugador de la U
Johnny Herrera en su época de jugador de la U (Foto: Agenciauno)

El candidato

Sé que tiene poco tiempo así que quiero aprovechar de preguntarle por su otra faceta, la del político, la del candidato a alcalde por La Serena.

La del político suena raro. Yo soy yo, soy como soy. No me considero un político. Un amigo me decía que lo era porque estoy participando en política, pero soy atípico. No tengo la forma de actuar de todos ellos. Asumí este desafío porque elegí esta ciudad para vivir hace 15 años, cuando era la más bonita de Chile, la de mejor calidad de vida y hoy ya no lo es. Es una ciudad que no está ordenada, que está sucia, en la que el comercio informal se tomó las calles. Hay muchas cosas por mejorar. La delincuencia, el adulto mayor abandonado… La Serena no es la cuarta parte de lo que era hace diez años. La recepción de la gente ha sido muy buena, pero esto es como un partido de fútbol. Cuando el árbitro toque el pito se verá lo que pasó. Estoy compitiendo contra tres personas más y el alcalde en ejercicio, que es muy difícil ganarle, porque tiene la maquinaria del municipio, con plata de todos nosotros. Pero es así en todos lados.

¿Habrá vuelta al fútbol o con el paso a la política se cierra esta etapa para usted?

Es una pregunta complicada. Yo me voy a morir siendo jugador de fútbol y entrenador. Si bien tengo menos tiempo, porque estoy leyendo mucho, conversando mucho con gente, a través de las redes, aunque soy antiredes… Es uno de los sacrificios que hay que hacer para aportar algo más. El fútbol es el sueño, el amor de mi vida, pero hoy privilegié que mi nieta pueda venir y sentirse orgullosa de pasear por La Serena, por la avenida Aguirre, con el museo al aire libre más grande del mundo. Vale la pena, pero si no se concreta, está bien. Pero si no salgo electo alcalde, no me va a cambiar la vida. Sí al revés. Por lo menos me queda la tranquilidad de que lo intenté. Estoy hasta acá, aburrido, de la polarización en la que nos tienen metidos. Que la izquierda, que la derecha, que los de arriba, que los de abajo, que las mujeres que los hombres… que somos todos enemigos. Y no somos todos enemigos, viejo. Vivimos en una sociedad y todos nos tenemos que complementar. Los problemas no son de izquierda ni de derecha y los tenemos que solucionar. A la gente que más necesita es a la que menos le llegan las soluciones, porque se desvían en operadores políticos, en pagos políticos. Y yo me aburrí de eso.

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