Laurie Robinson: “Gran parte del cambio deberá ocurrir a nivel local”

Laurie Robinson, copresidenta de la fuerza de tarea de Obama para la reforma policial.

La experta en criminología de la George Mason University fue copresidenta de la fuerza de tarea de Obama para la reforma policial.


A raíz del asesinato de Michael Brown en Ferguson, en 2014, Barack Obama creó una fuerza de tarea para la reforma de la policía que usted copresidió. ¿Cuáles fueron sus principales recomendaciones?

La Fuerza de Tarea de la Casa Blanca sobre la Policía del Siglo XXI tenía como misión identificar las mejores prácticas para construir puentes de confianza entre las fuerzas del orden y las comunidades. Trabajando con un grupo de trabajo diverso de 11 miembros, acordamos 59 recomendaciones. Dos principios centrales eran que, primero, la policía debería adoptar una “mentalidad de tutor” al trabajar con los ciudadanos en lugar de servir como una “fuerza de ocupación” en la comunidad, y, en segundo lugar, la noción de “justicia procesal”, que, al interactuar con los ciudadanos, la policía debe tratarlos con equidad, dignidad y respeto.

¿Qué sucedió con la implementación de estas propuestas?

Debido a la gran descentralización de la policía en EE.UU. -hay 18.000 agencias estatales y locales encargadas de hacer cumplir la ley que están controladas por alcaldes, funcionarios del condado y gobiernos estatales- la adopción de los cambios es lenta. No obstante, el informe del grupo de trabajo ha recibido una gran atención en el campo policial y ha habido cambios sustanciales desde 2015, cuando se emitió nuestro informe final. Por ejemplo, según una investigación del Vera Institute of Justice, 34 estados y el distrito de Columbia adoptaron leyes en los dos años posteriores a Ferguson sobre la reforma policial. Un estudio realizado por la National Police Foundation con la Major Cities Chiefs Association encontró una caída del 21% en los tiroteos con oficiales involucrados cuando una agencia de policía brinda capacitación basada en escenarios de uso de la fuerza y entrenamiento de desescalada. Pero, claramente, queda mucho por hacer, incluido el liderazgo a nivel nacional.Los demócratas presentaron un ambicioso plan para la reforma policial.

(Foto: AP) Barack Obama junto a Charles Ramsey y Laurie Robinson, copresidentes de la fuerza de tarea para la reforma policial, en 2014.

¿Es una buena propuesta?

Debido a la descentralización de la policía en EE.UU., gran parte del cambio que se necesita deberá ocurrir a nivel local. No obstante, el liderazgo a nivel federal es crítico y el proyecto de ley demócrata establece marcadores importantes. Dos áreas importantes donde se reflejan específicamente las recomendaciones de nuestro informe de la Fuerza de Tarea de la Casa Blanca son, en primer lugar, la propuesta de establecer un Registro de Mala Conducta de la Policía Nacional, de modo que los oficiales despedidos en una jurisdicción por mala conducta no puedan simplemente mudarse y conseguir un trabajo en otra ciudad, y, en segundo lugar, la disposición para crear un programa de subvenciones para alentar investigaciones independientes de tiroteos con agentes involucrados u otro uso excesivo de la fuerza. Con demasiada frecuencia, las agencias se investigan a sí mismas, lo que no promueve la confianza en los resultados de la investigación por parte de un público escéptico.

¿Qué medidas habría incluido?

Si tuviera que agregar algo al proyecto de ley, habría sugerido un mayor énfasis en la ciencia. Por ejemplo, habría autorizado fondos específicos para que el Departamento de Justicia apoyara proyectos piloto para probar enfoques avanzados realizados por criminólogos para reducir el uso letal de la fuerza. También habría apoyado el entrenamiento en habilidades de interacción social para oficiales de policía, un área donde ya sabemos que dicha capacitación basada en evidencia puede marcar la diferencia en la reducción del uso de la fuerza.

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