Pablo Piñera: “Hay una interpretación errada del 18 de octubre: hubo malestar, pero fue una asonada callejera”

Foto: Mario Tellez/ La Tercera

El costo familiar fue elevado, reconoce el exmilitante DC y hermano del exmandatario al analizar lo que fue el estallido social de 2019. Dice que, en ese momento, no hubo otro camino que abrirse a cambiar la actual Constitución, pero que fue un alivio que se rechazara la propuesta de la Convención en el plebiscito del 4 de septiembre.


Ese viernes 18 de octubre de 2019, Pablo Piñera también estaba en la pizzería. Junto a su hermano, el entonces Presidente, celebraban el cumpleaños de uno de los nietos de este. Cuando todo estalló.

-Para ser franco, no me acuerdo demasiado de ese momento.

Pero sí se acuerda de lo que vino después. Hoy, con la perspectiva del tiempo, el Polo -exmilitante DC, director ejecutivo de Cieplán, director MBA de la Universidad Alberto Hurtado y representante puro de la era concertacionista- dice que, sin duda, fue el momento más difícil que le tocó enfrentar a su hermano. “Al gobierno y a Carabineros los pilló desprevenidos”, sostiene. “Nadie pensó que esto podía venir”, cree, en momentos en que las lecturas sobre el estallido social han estado de vuelta sobre la mesa.

Él también tiene la suya.

-Yo creo que en Chile existe una interpretación errada del 18 de octubre. El 18 de octubre es un movimiento social de un país que expresa su malestar, algo de eso puede haber, pero también, como dice mucha gente, fue una asonada callejera con delincuentes, anarquistas, barras bravas, narcotráfico y también gente de ultraizquierda. Hoy día el tiempo nos da una relectura distinta de lo que fue el 18 de octubre y, posteriormente, ¿qué ocurrió? Que una parte de la izquierda apoyó la violencia como una forma de desestabilizar al gobierno, lo cual no es muy democrático. Distinto es lo que ocurrió una semana después, en que se junta un millón de personas en forma pacífica, con demandas claras. Entonces, el acuerdo de noviembre respondió en parte al millón de personas que se reunió en la calle, en la más grande manifestación desde el 90, en la campaña del No.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Y con la perspectiva del tiempo, usted estaba esa noche del estallido con el entonces Presidente, ¿qué lectura hizo en ese momento?

Seamos francos. El 18 de octubre nos pilló al gobierno y al país absolutamente desprevenidos. Nadie pensó que eso podía ocurrir. Y, lo segundo, es que también pilló a Carabineros mal preparados para enfrentar una asonada de la magnitud que fue el 18 de octubre. Hubo bastante dificultad en enfrentar ese tema.

¿Cómo recuerda ese día? Usted estuvo en la pizzería con su hermano.

No me acuerdo mucho, para serte franco, porque hacemos muchos cumpleaños ahí. Fue un período muy tenso, nadie lo esperaba. Esa gente que dice lo veníamos venir, ¿de dónde? Fue el momento más complicado del gobierno anterior, mucho más complicado que la pandemia.

¿Vio a su hermano complicado en ese momento?

Sebastián tiene una resiliencia muy fuerte, y cuando hay muchos problemas saca toda su fuerza para enfrentarlos. Creo que la solución que se le dio al 18 de octubre fue una salida institucional con el acuerdo del 15 de noviembre. Y se acordó la Constitución, lo que fue una respuesta institucional a un problema institucional que tuvo un final feliz, porque ganó el Rechazo.

Dice que fue una asonada callejera impresionante, el 18, pero, en ese momento, ¿pensó que había algo más que no se estaba leyendo?

Siempre, como dicen hoy día, es multifactorial. Pero básicamente fue una asonada violentista. Hoy día el país, después del 18 de octubre, vino la elección presidencial, vino el Congreso y vino el Rechazo, y la opinión pública cambió radicalmente, por lo que uno ve en las encuestas. El Rechazo lo que también hizo, más allá de poner el ojo en el centro, es darles fuerza a los partidos de derecha. Hay varios que todavía enrostran a Piñera haber entregado la Constitución actual y que por eso entramos en este debate. La pregunta era cuál es la salida institucional al conflicto que vivió el país, pues. La mejor salida era esta y llamar a la asamblea constituyente, y por suerte el resultado fue positivo.

26/10/2022 FOTOGRAFIAS A PABLO PIÑERA FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

¿Era realmente la Constitución la respuesta?

Pero la única forma de llegar a un acuerdo era negociar con la oposición y pusieron como condición que hubiese una asamblea constituyente. Y así es la política, el arte de lo posible.

¿Fue un alivio para el expresidente que ganara el Rechazo?

Por supuesto, para él fue una muy buena noticia por él y por el país.

¿Cree que se le juzgó distinto a él por ser de derecha, empresario?

Se le hizo una oposición implacable, en todos los términos, desde el estallido. Fue dos veces acusado constitucionalmente, todos sus proyectos de ley fueron rechazados. La izquierda fue muy crítica de todo lo que se hizo en la pandemia, algunos llegaron a calificar que el Pase de Movilidad era un acto criminal y al final hubo una oposición ciega. Al final, el Presidente Boric, con mucha hidalguía, lo ha reconocido de alguna forma en sus discursos.

Usted dice que el estallido pilló mal parado a Carabineros. Usted, que ha trabajado en su vida en el mundo de los derechos humanos, ¿cómo vivió que en el gobierno de su hermano haya habido violaciones a los derechos humanos y él esté acusado por delitos de lesa humanidad?

No cabe duda de que en el 18 de octubre hubo miembros de Carabineros que violaron los derechos humanos. Eso es verdad. Pero no fue una política institucional, fue, en parte, porque los pilló muy desprevenidos. Entonces, ahora que hubo, hubo. Y ahí están los tribunales que tendrán que juzgar la responsabilidad individual de cada uno de ellos, pero claramente aquí no hubo una decisión del gobierno de violar los DD.HH.

Archivo: El entonces Presidente Sebastián Piñera trabaja junto a sus asesores en un discurso para conmemorar el estallido social.

¿El costo familiar fue muy elevado? Se ha dicho que cuando terminó el primer gobierno ya había sido duro, pero que el segundo fue peor.

Efectivamente, los últimos dos años no fueron muy gratos, pero así es la política. Como decía Allamand, es sin llorar.

¿Y lo ve de vuelta a la política?

Va a estar metido siempre en la política, pero no en un rol de primera línea, pero de que le gusta, le gusta.

¿Ve una reivindicación de los 30 años tras el Rechazo?

Sí, fuertemente. Creo que el Rechazo, de una forma, validó los 30 años. Y, reconozcamos también que hubo responsabilidad nuestra, de la Concertación y de la Nueva Mayoría, de no defender lo que hicimos.

“Boric se está moviendo hacia el centro”

¿Cómo ha visto el gobierno del Presidente Boric?

El hecho de que el Presidente haya cambiado de posición desde que era candidato a ahora que es Presidente es muy positivo. La gente lo crítica, pero qué más queremos que un Presidente se dé cuenta que la realidad existe y uno no puede adecuar la realidad a la ideología. Uno tiene que interpretar la realidad y tratar de actuar sobre ella.

El Presidente Boric ha cambiado su discurso fuertemente. Ahora, hay muchas cosas que yo discrepo de él, pero el hecho de que haya nombrado a Mario Marcel ministro de Hacienda, ex Cieplán, y paso el aviso que, de los ocho ministros del 90 del gobierno de la Concertación y Nueva Mayoría, seis son del Cieplán, es una señal.

¿Pero a Marcel lo ve cómodo en su cargo?

Pero él tiene la ventaja que, a raíz del plebiscito del Rechazo, llegaron dos ministras, la Carolina Tohá y la Ana Lya, que vienen de la misma cultura de la Concertación, y está el ministro de Vivienda, que también es de la Concertación. Hoy día, el Presidente Boric se está moviendo hacia el centro, hay que ver con qué rapidez lo hace.

¿Pero ve ese cambio de movimiento?

Lo que se dice es que las figuras cambiaron efectivamente, pero todavía no cambia el eje del gobierno. Yo diría que puede más, pero ha habido gestos. Se aprobó el estado de emergencia, que para la izquierda es algo inaceptable; se aceptó aprobar el TPP11, y ya el gobierno se comprometió a publicar la ley antes del 1 de diciembre. Entonces, uno ve cambios también respecto de Carabineros. Pasaron de ser asesinos a tener un tremendo respaldo del gobierno. Porque la realidad se impone.

Aquí hay que cambiar la frase de la Presidenta Bachelet y ponerla como “realismo con renuncia”. Ahora, por supuesto que falta mucho, y eso es porque en el gobierno hay dos almas y no sabemos quién se va a imponer.

Presidente Gabriel Boric

¿Cree que el Presidente estará en un escenario donde tenga que optar por una de esas almas: el Socialismo Democrático o Apruebo Dignidad?

El Presidente, que no tiene mayoría en el Congreso, que está con poco apoyo en la opinión pública, va a estar obligado a optar. Lo que uno debería hacer en estas situaciones es concentrarse en tres o cuatro reformas clave y no intentar refundar el país, porque la realidad hoy día es muy distinta que hace dos años. Entonces, me concentraría en lo tributario, pensiones y en seguridad.

Usted fue por años militante DC y continúan las bajas. ¿Qué está pasando en el centro político?

La DC, bueno yo renuncié a la DC después de 40 años de militancia, hace como ocho años. Y lo que ha ocurrido en la DC son tres o cuatro elementos. Primero, la confraternidad interna se acabó. Aquí están los proyectos personales sobre los proyectos del país, hay una gran lucha de poder. Y lo otro que ha ocurrido con la DC es que ciertos sectores se han ido más a la izquierda que la izquierda.

¿Cómo Yasna Provoste, por ejemplo?

Prefiero no dar nombres, pero sí sectores de la DC están a la izquierda. Y, por último, fue un golpe duro para la DC haberse jugado por el Apruebo en vez de haber decretado libertad de acción.

¿Y ve margen para que se salve la DC? Algunos, como Andrés Zaldívar, siguen intentando que el partido sobreviva.

Lo sigo siempre, porque son 40 años conviviendo, pero veo poco margen a la DC, porque es probable que siga esta salida de militantes. Y lo otro: le salió una fuerte competencia, que es Amarillos, pues, y está copando el centro que debió haber copado la DC en vez de haberse ido a la izquierda.

¿Y usted está en Amarillos?

En Amarillos me siento cercano a ellos, pero no milito. Ahí están mis dos grandes amigos y compañeros de trabajo: José Pablo Arellano y René Cortázar.

jose pablo arellano, Cieplan
José Pablo Arellano. Foto: La Tercera.

¿Y no piensa militar?

Estamos viendo, pero hay que tomar las cosas con calma.

¿Y cómo ha visto este nuevo proceso constitucional?

A estas alturas, cada uno quiere buscar lo que más le gusta, pero debe ser un órgano 100% electo, yo me la juego por un órgano más chico, de 50 personas, que el Congreso ponga ciertos límites y vigile que se cumplan para evitar un segundo bochorno como el 4 de septiembre.

¿Ciento por ciento electo? Porque eso no está tan claro...

Es muy difícil que no sea así.

Y a la oposición, ¿cómo la ha visto en este proceso?

La derecha tiene que cumplir lo que prometió, que es estar de acuerdo con una nueva y mejor Constitución. Porque seamos claros: la derecha obstaculizó bastante los cambios constitucionales en el pasado y hoy hay un compromiso formal de apoyar una nueva y mejor Constitución.

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