“Hay que empezar a tratar a Messi como una persona normal”: el día en que Scaloni encontró la fórmula para lograr la mejor versión de la Pulga en Argentina

Messi y Scaloni, en el partido ante Países Bajos (Foto: Reuters)

Hace dos años, en una entrevista con El Deportivo, el seleccionador transandino reveló el plan que tenía para obtener el rendimiento pleno del rosarino en el combinado albiceleste. Por esos días, se discutía la diferencia de nivel que mostraba entre sus actuaciones en el Barcelona y en la selección de su país.


Lionel Messi y Lionel Scaloni coinciden mucho más que en el nombre o en la presencia en la selección argentina. Ambos han logrado una comunión total, de la que la principal beneficiada es la Albiceleste. A los 35 años, el delantero consigue su mejor rendimiento en un Mundial. Sus goles y asistencias son parte clave en la explicación de que los transandinos ya estén en la final del Mundial. Buena parte de ese rendimiento tiene que ver con que el astro se siente a sus anchas en un equipo que parece hecho a su medida, pero al que él también se ha adaptado en gran medida.

La aclaración hay que encontrarla hace un par de años. Lo recordaron ayer los propios relatores argentinos en la transmisión de Directv. En 2019, Scaloni le confesaba a La Tercera cuál era su propuesta para sacarle el mayor provecho a Messi, al menos en su combinado nacional. Y su idea ya marcaba diferencias considerables respecto de las de su antecesor, Jorge Sampaoli, quien reconoció sin tapujos su admiración. Incluso, hace poco, cuando ya había dejado el puesto, el casildense no vacilaba en profesarle devoción. “Dirigir a Messi es dirigir a un genio, es una persona que está por encima de todos. Él sabe hasta cuándo va a perder y cuándo va a ganar”, decía poco después de dejar de ser el técnico del Olympique de Marsella. Ese es solo un ejemplo de muchos.

Scaloni tomó un camino distinto. “La fórmula en sí no la tengo. Me baso en lo que yo haría si fuese su compañero. Hay que acercarse a él en el día a día, en el vestuario. Hay que empezar por tomar a Messi como una persona normal. No es solo dentro de la cancha. Es más profundo. En el desayuno, en el vestuario, en cada momento, es necesario que los jugadores se acerquen a hablar con Leo”, planteaba en la citada entrevista como su intención de aterrizar a su máxima figura. “Darse cuenta de que es uno de los nuestros. A partir de ahí, todo fluirá más fácil dentro de la cancha, porque el hielo se rompe primero fuera. Eso tiene pasar. En la última convocatoria avanzamos bastante”, confesaba respecto de los pasos que estaba dando en ese sentido.

Messi y Scaloni se saludan después de la victoria ante Croacia (Foto: Reuters)

“Un aura especial”

Inconscientemente, Scaloni también situaba a su pupilo en una esfera distinta. “Messi tiene un aura especial. Estar a su lado, verlo jugar, cómo toca la pelota... Eso, sobre todo para los jóvenes, es difícil de digerir. Hay que dejar pasar un par de días para poder asimilarlo”, planteaba en el mismo diálogo.

Sin embargo, ya por esos días se planteaba cómo administrar esa situación. “Leo sabe muy bien que el rol que tiene que ocupar es muy importante dentro de la cancha y también afuera. Pero lo más importante lo tienen que hacer lo demás. Deben intentar acercarse a Messi y tomarlo como lo que es, como un chico de bien, normal, natural”, insistía. Ya por esos días, el técnico observaba cambios en la personalidad del astro que hoy llaman la atención. “Lo que hablamos es que el vestuario cambió mucho, que sus compañeros no van a ser los de siempre. Y lo que noté es un cambio. En la cancha ya era líder, pero ahora lo sentí líder también afuera. Y lo va a seguir siendo en la Copa América. No tengo dudas. Pero van a ser claves los primeros días de convivencia en el predio de Ezeiza para romper este hielo del que tanto hablamos”, proyectaba.

Sacarle presión ha resultado clave. Incluso en los momentos de mayor tensión. En 2021, por ejemplo, después de ganarle la Copa América a Brasil en el Maracaná, Scaloni daba cuenta, otra vez, de su pretensión de descomprimirlo: “Con Messi nos entendemos perfecto, porque él quiere jugar y yo quiero que juegue”. Una sinceridad que da confianza en el capitán para estar tranquilo, pero sabiendo que también hay un plan sin él”, decía, respecto de la existencia de una idea futbolística para sobrevivir si su principal estrella estaba apagada.

La hora de disfrutar

Messi, en tanto, también ha puesto de su parte. La edad le ha permitido ir adquiriendo la madurez para superar momentos y, sobre todo, para disfrutarlos. “Desde antes de la Copa América que disfruto de otra manera. La edad también lo hace diferente. Ganar ayuda mucho, porque hace que se trabaje con otra mentalidad, más feliz. Este es mi último Mundial y que termine de esta manera, jugando una final, es increíble”, declaró ayer, después de que Argentina dejara en el camino a Croacia y clasificara, otra vez, a la final del Mundial. Para Messi es la segunda, después de la que el combinado transandino perdió frente a Alemania, En Brasil 2014.

En ese contexto, la cercanía con Scaloni también es relevante. No son amigos, pero el vínculo entre ambos supera con creces el de un técnico y un dirigido. De hecho Scaloni fue uno de los que lo acogió en el vestuario de la selección argentina en 2005, una protección que se grafica en un amistoso frente a Hungría, cuando La Pulga fue expulsado. Scaloni fue quien más reclamó la decisión.

Messi, Maradona y Scaloni, en un partido benéfico.
Messi, Maradona y Scaloni, en un partido benéfico.

Hay otro elemento de esa época que fortalece el recuerdo. En diciembre de ese año, un grupo de ilustres se juntó para disputar un amistoso benéfico. La lista enloquece: Pablo Aimar, Juan Román Riquelme, Juan Pablo Sorín, Marcelo Gallardo, Juan Sebastián Verón y Diego Simeone acudieron al llamado. El último es nada menos que Diego Maradona, precisamente el astro al que Messi puede emular este domingo. Y el estigma que, paralelamente, se puede sacar de encima para, de verdad, ponerse a disfrutar.

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