Plantea necesidad de "un plan B” para el plebiscito: La reaparición de Andrés Chadwick

Andrés Chadwick

Exministro UDI protagonizó hoy un foro reservado de Libertad y Desarrollo, con 8 personas presentes y cerca de 50 conectadas remotamente. Durante casi dos horas analizó el cuadro político impuesto por el coronavirus. Advirtió que "estamos caminando sobre fuego ardiente" y que según como se maneje la crisis "va a ser enjuiciado y evaluado históricamente este gobierno".


No se le había visto ni oído hace cuatro meses y trece días. “Jamás he adoptado una medida o he omitido una medida con el propósito que se pueda abusar de los derechos humanos de ninguna persona”, había clamado el 11 de diciembre, a la salida de la sala del Senado que acababa de vedarle por cinco años los cargos públicos, al aprobar aquella acusación constitucional por su rol durante la fase inicial del estallido social.

Ese mismo castigo lo recordó unas dos o tres veces a lo largo de las casi dos horas que duró el foro organizado por el Instituto Libertad y Desarrollo que lo tuvo por único orador esta mañana, y en el que desgranó su diagnóstico sobre el cuadro político impuesto por el coronavirus, el mejor semblante que éste -a su juicio- le pinta al gobierno. Pero también sus advertencias sobre el peligro de cometer errores en un escenario incierto, y que a la larga sentará el juicio histórico que se cernirá sobre la administración de Sebastián Piñera.

El evento -originalmente programado ayer- fue definido como de carácter privado y al inicio del mismo Chadwick pidió mantenerlo en reserva. Pero fue presenciado por cerca de 60 personas, unas cincuenta de las cuales se conectaron remotamente. El único orador estuvo físicamente presente en una mesa que compartió, distancia de por medio, con representantes de LyD, pero también con gente de su estrecha confianza política.

Una de ellas era la exministra Marcela Cubillos, hoy directora ejecutiva de LyD. También se sentaron en la amplia mesa Bettina Horst, subdirectora de Políticas Públicas, y Natalia González, subdirectora de Asuntos Jurídicos. Junto a Chadwick estuvo además la exministra de la Mujer, Isabel Plá. El resto de los asistentes presenciales eran Roberto Munita, Andrés Dockendörff y Constanza Castillo, ex coordinadora de Estudios de la Segpres y desde hace poco jefa de gabinete del nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen.

Chadwick entró al peliagudo asunto del plebiscito constitucional aún pendiente -inicialmente programado para pasado mañana domingo y pospuesto para el 25 de octubre- en la segunda parte de su presentación, al contestar preguntas de los asistentes virtuales y presentes. Antes había dibujado el nuevo teatro de operaciones para el Mandatario, el gobierno y el sector.

Es la primera vez que el brazo derecho de Piñera explaya sus puntos de vista ante un hipotético cambio de escenario del proceso constituyente. Hasta antes de la llegada de la pandemia, Chadwick tenía un rol indirecto en la campaña del “Rechazo” de Chile Vamos: participaba en el comando oficial de los partidos de Chile Vamos y su exjefa de gabinete, María José Gómez, era una de las cabezas de ese equipo junto a la exdelegada presidencial en la Región de la Araucanía, Andrea Balladares.

Además, los dirigentes de Chile Vamos le habían solicitado -incluyendo el propio Piñera- que tuviera un rol clave en los contenidos que el sector debía defender en el proceso constituyente.

“Todos saben que esa probabilidad existe”

Fue la ronda de preguntas la que activó la tesis de Chadwick sobre posponer el referéndum. “Esta es la papa caliente del escenario político del futuro”, abrió, aclarando que su "opinión personal, (es) que nuestra actual Constitución requiere de modificaciones, de modernización. Estoy convencido que sí. Y es necesario hacerla”.

Incluso afirmó que "esta propia crisis nos va a dar luces sobre modificaciones constitucionales que no habíamos previsto: estados de emergencia, de excepción constitucional, pasan a ser situaciones relevantes en temas constitucionales nuevos que van emergiendo”.

Y de inmediato, argumentó que “el plebiscito del 25 de octubre se tiene que determinar si se hace o no se hace por razones estrictamente sanitarias. Lo que yo sí tengo una preocupación es que hoy cómo los distintos países están cambiando sus calendarios electorales. Es una cosa práctica, no ideológica”.

Sin interrupciones, planteó que “una probabilidad que puede estar sobre la mesa es que por razones sanitarias exista una probabilidad cierta que en esa fecha no podamos tener plebiscito. Las campañas se inician en sesenta días, estamos hablando de agosto. Es una posibilidad cierta”.

Además, hizo ver que a contar de octubre y hasta el próximo año se acumularán siete elecciones “entre primarias y de autoridades, un calendario electoral tremendamente poco adecuado a la situación que vamos a vivir".

“Pero” -y aquí entró al fondo- “me preocupa que es como un tema tabú”, porque “todos saben que esta probabilidad existe, pero como que nadie se atreve a hablar del tema, porque se puede pensar que uno no quiere, y no. Si lo que uno quiere es que ante la eventualidad cierta que sea imposible (hacer un plebiscito) que exista un Plan B conversado con anticipación. No a última hora, no hasta las 3 de la mañana, no como una improvisación que después hay que cambiar de norma porque se equivocaron -porque a las 3 de la mañana uno se equivoca-, sino que bien elaborado”.

Chadwick planteó esto “para efectos de que si las disposiciones sanitarias dicen, fundadamente, que no se puede hacer, ya esté preparada una alternativa que nos permita ir a un proceso constituyente y a un cambio constitucional de esta otra forma, por este otro camino más ajustado y adecuado a las razones sanitarias y a la situación que va a estar viviendo el país”.

Insistió que este “Plan B es para dar certezas, para dar seguridades que son tan importantes, porque de lo contrario, nuevamente vamos a estar a última hora”. Porque, “¿vamos a tener condiciones sanitarias para hacer campaña?” la que, reiteró, debiera empezar en 60 días más.

El riesgo de una nueva “explosión social”

Pero el invitado fue más allá. Cuando contestó otra pregunta, una que le hizo Arturo Fermandois (ex embajador en Estados Unidos durante Piñera, Parte I), aprovechó de jugársela con un pronóstico: que la contienda constitucional, al estar marcada por el virus, podría redibujarse y dejar opacadas a posiciones “extremas”, permitiendo un debate con más “moderación”.

“Siento que el debate constitucional se va a dar en un ambiente político y social distinto”, lanzó, arguyendo -a su juicio- que las demandas sociales "del año pasado estaban marcadas por demandas de sectores medios, en un país que iba en un proceso de desarrollo”. En cambio, “el próximo debate constitucional, creo, lo vamos a enfrentar con demandas y expectativas sociales en un país más pobre, donde las demandas más básicas sociales van a ser prioritarias”.

Según dijo, estarán “muy determinadas por el empleo, por condiciones y dignidad del empleo e ingresos”.

Ahí fue cuando dijo que “eso mismo nos puede llevar a un debate constitucional donde las posiciones maximalistas o más extremas pueden quedar siendo minoritarias”, sentenció Chadwick. Y que eso “concite un mayor consenso, con planteamientos más moderados, más ponderados. ¿Difícil? Sin duda”.

Pero en ese pasaje advirtió que todo depende de que se mantenga equilibrio entre el eje de la salud y la economía. Porque de lo contrario, “tenemos un riesgo de que se nos pueda producir una situación económica tan extrema o una situación de riesgo para la salud, que nos cambie completamente el cuadro”. Y que “tengamos una explosión social por situaciones económicas de falta de ingresos”.

“Estamos caminando sobre fuego ardiente”, subrayó gravemente.

Insistió en que la “ecuación” es “delicada” para el gobierno. Pero que “si se logra generar esto, se puede ir introduciendo una tendencia en los efectos de esta crisis” que lleve “a posturas de mayor moderación”. Por lo mismo, afirmó “en el evento que haya que postergar el plebiscito, requiere consenso”.

Su advertencia al gobierno: “No crear expectativas”

Pero su diagnóstico fue más severo en lo que toca al gobierno. Aunque dijo que el manejo sanitario ha estado bien e incluso el ministro de Salud, Jaime Mañalich -pese a sus polémicas- “ha tenido una labor gigante, gigantesca”, detalló que La Moneda enfrenta peligros que requieren de un manejo delicado. Parte de eso tiene que ver con la “ecuación extraordinariamente compleja” que mencionó varias veces en alusión al control sanitario y las medidas “para evitar un desastre económico y social”.

En ese punto se refirió al concepto de “nueva normalidad”, el que -dijo- está “bien enfocado”, pero “siempre y cuando se transmita sobre la base” de que es gradual, no inmediato; de que lo “prioritario siempre es la salud”, y no perder de vista que en todo esto se lidia con “el temor”.

Ahí Chadwick mencionó “un par de tips” para evitar errores graves en este manejo de crisis. El que más repitió (tres veces) es uno que históricamente le ha pasado la cuenta a este gobierno: “No generar expectativas”, dijo reiteradamente, insistiendo en que “estamos en una situación de obvio riesgo en que puede fallar”.

Eso, porque “cualquier cambio" en esa línea puede perjudicar al gobierno. Por eso llamó a “no apurarse” dado que “esto es muy complejo y estamos en una línea muy sutil”.

“No apurarse es una actitud que es una buena compañera para mantener el respeto a la autoridad”, reiteró, y pidió tener “cuidado con generar un ambiente de normalidad”.

En dicho punto, Chadwick sentenció enérgicamente que el manejo de esta crisis debe ser la única prioridad de La Moneda: “No veo otra tarea, otra misión, para el gobierno del Presidente Piñera”. Y dijo que “espero que así lo entienda”. Tanto así, que sentenció que “por eso va a ser juzgado y evaluado históricamente este gobierno”.

Las “primeras filas”

Antes de su pronóstico sobre el plebiscito y el debate, el exministro había desmenuzado largamente el panorama político para La Moneda. La base de su argumento es que ciertos ejes cambiaron luego de la llegada del virus, reemplazando de cierta forma el cuadro que había desde el 18 de octubre. Al describir lo que estaba hasta entonces sobre la mesa, se refirió varias veces a la “primera línea” manifestantes de otra forma: las “primeras filas”.

“Se congeló la violencia. No cien por ciento. ¿Cuánto rato -ojalá sea mucho- no se habla de las “primeras filas”? Se despejó la Plaza Italia y los grados de violencia disminuyeron”. Eso, dijo “ ha marcado un ambiente político distinto". Vinculó dicha afirmación con cifras de encuestas (solo citó a Cadem) para hacer ver que Piñera estaba recuperando niveles de aprobación y que ese mismo repunte estaba beneficiando a Carabineros.

Chadwick apuntó que la tendencia ahora es “que las autoridades comienzan a ser valoradas” y que tengan “la fuerza y respaldo para poder conducir”. Mientras que también tuvo palabras al debate opositor respecto del rol ante el manejo de la crisis sanitaria.

“La oposición no ha encontrado un discurso, y el exPresidente Lagos lo dijo en forma descarnada”, afirmó. Y dijo que hoy ve “un escenario de mayor ponderación, mayor moderación, mayor realismo, de mayor respeto a la autoridad y mayores condiciones para una estabilidad y gobernabilidad”.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.