Por qué para Boric y el oficialismo es clave que Lula da Silva gane la presidencia de Brasil

Former Brazil's President Luiz Inacio Lula da Silva, pre-candidate for the presidency of the Republic gestures during an event called "Contagem abraca Lula" (Contagem hugs Lula), in Contagem, Minas Gerais state, Brazil, May 10, 2022. REUTERS/Washington Alves

A cinco meses de la elección en Brasil, en el gobierno ya miran con atención el escenario político en ese país y un eventual triunfo de quien podría convertirse en un aliado de Boric en la región: el exmandatario Lula da Silva. Aunque en los sondeos de las últimas semanas, Bolsonaro -que apuesta por su reelección- ha acortado la distancia, en la coalición y en La Moneda confían en un triunfo del candidato del Partido de los Trabajadores, lo que sería estratégico para Chile, en medio de una relación que se ha tensionado y donde el embajador designado por esta administración, Sebastián Depolo, sigue a la espera del beneplácito para partir a Brasilia.


Por definición, es de los socios económicos más relevantes de la región para el país y la relación diplomática entre ambos países cuenta con una larga tradición. Brasil, por estos días, ha captado la atención de La Moneda en materia de relaciones internacionales. Y es que el candidato del Partido de los Trabajadores y exmandatario, Lula da Silva lidera los sondeos de opinión de cara a la primera vuelta presidencial de octubre en Brasil, pese a que en las últimas semanas el Presidente Jair Bolsonaro -que apuesta por la reelección- ha acortado esa distancia.

El gobierno del Presidente Boric sigue con atención lo que pase en Brasil, pues en el proceso se juega varias cosas.

De partida, la posible elección de Da Silva aseguraría la ratificación de Sebastián Depolo (RD) como representante diplomático que a dos meses de haber sido nombrado por el mandatario sigue esperando el agreement del gobierno de Jair Bolsonado que, tal como publicó la Tercera, mira con distancia al dirigente frenteamplista que ha criticado públicamente a la administración derechista.

Si bien el beneplácito se puede demorar hasta hasta tres meses o más, fuentes ligadas al mundo diplomático reconocen que ha pasado “demasiado tiempo” para ser una designación entre países latinoamericanos, donde usualmente el visto bueno se entrega en pocas semanas y hasta se puede dar de manera “informal” entre cancillerías si la relación entre ambos países es fluida.

Las dudas que circulan en el gobierno -y en el entorno de Depolo- es si, finalmente, Boric perseverará en su designación y esperará una eventual victoria de Da Silva para insistir con el embajador ya escogido. Mientras tanto, la representación diplomática chilena está a cargo de Samuel Ossa, encargado de negocios, quien ha mantenido un bajo perfil a la espera de las definiciones políticas en torno a la destinación.

Más allá de lo que pase con Depolo, el futuro de la campaña de Lula da Silva es visto con atención por el gobierno chileno porque si gana pasaría a ser un aliado clave de Boric para afianzar un polo de izquierda en la región.

“Me da mucha esperanza y espero tener un trabajo codo a codo con Lucho Arce en Bolivia; si Lula gana las elecciones en Brasil, con Lula; la experiencia de Gustavo Petro si se consolida en Colombia. Creo que ahí se puede armar un eje tremendamente interesante”, dijo Boric antes del cambio de mando después de invitar al expresidente de Brasil a su ceremonia de asunción.

De hecho, Boric ya estaría evaluando asistir al cambio de mando entre Bolsonaro y el exmandatario brasileño si el escenario que avizoran las encuestas se replica. Aunque ese es el escenario deseable, no está descartado que igual esté presente si se reelige al actual mandatario, quien optó por restarse del cambio de mando local y envió al vicepresidente Hamilton Mourao.

Coalición apuesta por triunfo de Da Silva

Dentro de ambas coaliciones oficialistas, ven con buenos ojos que Lula se posicione en Brasil como el favorito para ganar los comicios de octubre. El miembro de la comisión de RR.EE. de la Cámara, Vlado Mirosevic, reafirma que con Lula se reconfigura el escenario de fuerzas progresistas en Latinoamérica.

“Todo indica que el expresidente Lula ganará le elección presidencial en Brasil y esto claro que reconfigura el panorama de los gobiernos progresistas de América Latina. Lula y Boric pueden ser una tremenda dupla que ayude a ordenar un poco la región y creo que además los dos van a hablar un mismo lenguaje, van a llevarse muy bien, es una alianza histórica pero, además, con estos dos presidentes creo que se va a potenciar cada día más”, dice.

El senador RD y quien estuvo encargado de las relaciones internaciones de Boric durante la campaña, Juan Ignacio Latorre detalla que “obviamente nos importa mucho la elección de Brasil. Vemos con muy buenos ojos la candidatura de Lula no solo por el liderazgo que implica, sino que también por la disputa con la extrema derecha con Bolsonaro. Creemos que el liderazgo de Lula para América Latina, dada la relevancia geopolítica, geoestratégica de Brasil, puede ser muy interesante para abrir un nuevo ciclo, donde hay una articulación con gobiernos progresistas. Creemos que el Presidente Boric con la agenda que está planteando de que el sur global tenga más incidencia en los foros internacionales, en materia de cambio climático, en materia de migraciones, de integración regional y económica puede ser muy muy importante la relación con un eventual gobierno de Lula”.

La diputada y exdiplomática Carmen Hertz (PC) adelanta que con un triunfo de Da Silva, se fortalece la agenda bilateral con Chile. “Cuando tú tienes un Presidente de formación democrática que ha mostrado la importancia que tiene la arquitectura mundial que se ha hecho con el tema de derechos humanos, en el tema ambiental (…), por cierto que todo eso favorece una agenda bilateral con Chile y regional que permite fortalecer los espacios multilaterales”, y agrega que “Lula es un gran dirigente político, un estadista, pueda volver a ser el presidente de un país de importancia estratégica en la región y no llevado, como ha sido en el caso de Bolsonaro, a fanatismos que han sido tremendamente perjudiciales para la alianza latinoamericana y nuestros objetivos”, concluye.

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