Entre apuestas de matrimonio, pijamadas y paseos por Amsterdam: los secretos de la primera experiencia mundialista de las Diablas

Las jugadoras realizaron una pijamada en el hotel para celebrar el cumpleaños de Denise Rojas. (Cortesía Constanza Palma)

Diferentes episodios marcan la concentración del equipo chileno de hockey que destaca en la élite planetaria. Este sábado enfrentaron a Bélgica, por los octavos de final del torneo.


Las Diablas cumplieron este sábado, 16 días en Países Bajos. 16 días en los que han vivido en un hotel, lejos de sus casas y familias, pero 16 días en los que también han cumplido sueños y objetivos. En estas dos semanas y media han logrado debutar, anotar tres goles, ganar un partido y clasificar a la siguiente ronda de un Mundial. Su primer Mundial.

Y durante ese sábado, esa historia sumó un nuevo capítulo. Chile se midió ante Bélgica (fue derrota, cuyo comentario lo puedes leer aquí) por la segunda fase de la cita planetaria, en un partido que definió un cupo para los cuartos de final (luego, el domingo enfrentaron a China, y volvieron a caer ya en ronda de consuelo). Las rivales, las belgas, eran un equipo de categoría, pero Las Diablas no tuvieron miedo pues ya le habían ganado a Irlanda, finalista del Mundial de 2018 y se pararon de frente a Países Bajos, las actuales bicampeonas del planeta, hitos que esconden un arduo trabajo.

Durante su paso por Países Bajos, la palabra descanso casi no se ha escuchado en el hotel de las Diablas. Sus días pasan entre entrenamientos, charlas y ejercicios, dejando muy poco espacio para relajarse o socializar con las delegaciones con las que comparten alojamiento (Nueva Zelanda, Bélgica, India, China e Irlanda). “Generalmente, las chicas desayunan entre las 8 y las 9 de la mañana, para después pasar a los trabajos de activación. De ahí al entrenamiento y después almuerzo. Las tardes son variables, pero entrenamos o hacemos charlas con las jugadoras antes de la cena”, comenta Diego Amoroso, uno de los entrenadores asistentes de las Diablas.

Una rutina que respalda la jugadora Constanza Palma, quien admite que el tiempo libre es escaso en medio de un Mundial. “La gira ha sido súper intensa. Muchos creen que venimos de vacaciones, pero en verdad estamos todo el día con cosas. Generalmente en la noche nos juntamos en las piezas y jugamos cartas o vemos otros partidos. También ocupamos el tiempo para lavar la ropa, que es bien importante”, relata.

Esa tensión podría provocar quiebres, pero hasta ahora no ha sucedido. Todas trabajan y están focalizadas en un mismo objetivo. Se sumergen en las rutinas y las afrontan siempre mirando en el premio máximo: vencer a las mejores. Ese compromiso se logra, en parte, porque no son solo compañeras. Sienten que son una familia, repiten durante esta conversación.

Nos sentimos como hermanas de camiseta. Muchas somos muy amigas y tanto dentro como fuera de la cancha somos familia. Eso es algo que no solo se refiere al plantel, sino que también al staff y a las jugadoras que forman parte del proceso, pero que no pudieron entrar al Mundial. Muchas incluso viajaron para acá para apoyarnos” confiesa Claudia Schüler, arquera y figura de Chile.

En esa línea, Amoroso destaca al grupo como factor clave para que el proyecto funcione. “Llevamos seis años trabajando juntos y nos han tocado giras más largas que esta del Mundial, por lo que estamos acostumbrados a esta convivencia. Eso sí, es verdad que acá existe toda la emoción de vivir estas instancias deportivas, que motivan mucho más. Gracias a Dios hemos tenido buenas actuaciones, con resultados destacados y eso ayuda a que el ambiente sea mucho más agradable. Además es un grupo humano extraordinario de chicas, que son muy amigas entre ellas, por lo que no se hace nada tedioso”, agrega el argentino.

Una sesión de recuperación en la piscina del hotel.

Una canción que las une

En uno de los camarines del estadio Wagener de Amstelveen suena fuerte la canción “Envolver” de la cantante brasileña Anitta. Pese a que la pieza musical es un clásico de las estaciones radiales durante el último tiempo, la letra no parece ser la correcta. Desde afuera algunos curiosos no entienden lo que se cuaja dentro del espacio que en esos momentos tiene al plantel chileno. Y es que las jugadoras, como es costumbre, han transformado una canción para hacerla propia.

“Y la vamo’ a romper

Sé que lo haremo’ y vamo’ a sorprender

Una muralla vamo’ a ser

Somo’ un equipo duro de vencer

Y hoy la vamo’ a romper

Sé que lo haremo’ y vamo’ a sorprender

Un Chile que va cambiar

La historia del hockey”

Hace muchos años empezamos a hacer eso de agarrar una canción y cambiar la letra para hacerla nuestra. En esta ocasión no fue la excepción y la hemos cantado antes de los partidos. Es algo que de cierta forma nos une y nos da pertenencia”, aclara Constanza Palma.

Una postal de un equipo que pese al arduo trabajo sigue mostrando sus colores cuando se puede. A esa canción se le suma la apuesta que deberá cumplir Francisca Tala. La chilena prometió que si anotaba un gol durante el Mundial se casaba con su pareja. ¿Qué pasó? Fue la que descontó en la caída por 1-3 ante Países Bajos. Deberá contraer matrimonio.

La celebración del cumpleaños de Denise Rojas, el 4 de julio, también muestra las formas en que tiene el plantel de darle dinamismo a una jornada que puede tornarse monótona. Las jugadoras celebraron los 27 de la primera chilena en convertir en un mundial con una pijamada en el hotel. “Es entretenido porque se reparte el protagonismo entre diferentes compañeras que son más buenas para las tallas o chistosas. A algunas les pasan los típicos chascarros y nos damos cuenta de que tenemos un grupo súper sano, súper entretenido y de que nos llevamos muy bien. Ponemos música cada vez que podemos y, en ese sentido, se hace súper bien la convivencia. Lo pasamos muy bien juntas y hemos disfrutado harto ese torneo”, añade Schüler.

Dentro de las opciones que también tuvieron para salir de la rutina, estuvo el esperado día libre. Este se dio el jueves, justo después de asegurar el paso a la siguiente fase y con aún 48 horas de distancia del enfrentamiento entre Bélgica. Ahí el equipo se separó. Mientras las jugadoras que contaban con sus seres queridos en Amsterdam optaron por pasar un momento con ellos, el resto optó por ir a conocer el centro de la ciudad.

En el segundo grupo estaba Constanza Palma, quien aprovechó de ir con sus compañeras a hacer un tour en bicicleta por la zona más turística de la capital neerlandesa. “Tuvimos libre de 12 del día a 6 de la tarde y aprovechamos de ir a conocer, porque no habíamos salido mucho del hotel. Generalmente el único trayecto es al estadio que son unos 15 minutos en bus. Entonces ahora fuimos a comer al centro y a conocer, pero una vez que volvimos inmediatamente nos pusimos a pensar en Bélgica”, cuenta la jugadora de la Universidad Católica.

Algunas jugadoras hicieron un tour por bicicleta en el centro de Amsterdam.

El rol del cuerpo técnico

En toda esta ecuación, el rol de los entrenadores y staff parece vital. No solo deben mantener a tope al plantel para competir contra las mejores jugadoras del planeta, sino que también tienen que nivelar las cargas y descomprimir al equipo cuando es necesario. Es un cuerpo técnico que va más allá de Cachito Vigil, pero que no funciona sin el mentor argentino. “En las instancias de equipo, ya sean charlas, entrenamientos o activaciones, él (Cachito Vigil) está súper pendiente. Es muy cercano a las jugadoras, se acerca a conversar, pero tampoco invade los espacios. Respeta mucho nuestros momentos libres o de descanso, pero siempre está disponible para conversar si alguien lo necesita. En ese sentido, es muy abierto, muy de piel y cariñoso”, agrega Schüler sobre el estratega nacional.

“Dar espacios” es algo que se repite en las frases que Diego Amoroso lanza durante su conversación con El Deportivo. Dice que por lo mismo los trabajos los realizan personas distintas, para no ahogar a las jugadoras.

El staff es multidisciplinario, con distintos roles y funciones. Hay una psicóloga, un preparador físico, una kinesióloga, dos entrenadores que ven el tema de las pelotas paradas y Cachito, Mariano (Moras) y yo que hacemos lo relacionado a análisis de juego. Esto hace que todo lo que vean y tengan que hacer las chicas esté dividido y se trabaje de forma diferenciada. Eso ayuda mucho a la convivencia”, analiza Amoroso, quien después cuenta el método de este equipo. “Trabajamos siempre de la misma manera, con el foco de pensar en nosotros y de crecer partido a partido, y a partir de eso sentirnos más cómodos con el siguiente rival. Por ejemplo, cuando perdimos con Alemania intentamos ser súper justos con las chicas. Las cosas buenas las destacamos, las valoramos. Trabajamos mucho en las correcciones, pero no nos tiramos ni para abajo ahí, ni para arriba cuando nos va muy bien”, explica.

Finalmente en relación al partido de hoy ante Bélgica, Schüler no tiene dudas. “Hemos ido mejorando muchas cosas, pero no podemos entrar confiadas. Estamos tranquilas porque hemos crecido muchísimo durante todo el torneo”, remata.

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