Las razones del PS para no entregar una nómina para el gabinete de Boric

23 de diciembre del 2021/SANTIAGO El presidente del partido Socialista, Álvaro Elizalde, se retira del comando del Presidente Electo, en Condell comuna de Providencia, para sostener una reunión de trabajo. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

Pese a la invitación del mandatario electo, el timonel socialista, Álvaro Elizalde, ha optado por dilatar el debate interno de su colectividad y, asimismo, la sugerencia de nombres. Las últimas señales del futuro gobernante han generado “desconfianza” en las filas PS y han reavivado las dudas que había en la tienda antes de su amplio triunfo.


Quince días han pasado desde que el presidente electo Gabriel Boric le ofreció formalmente al timonel del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, que la colectividad se incorporara de forma institucional a su futuro gobierno.

Hasta ahora, sin embargo, el mandatario electo no ha recibido ninguna nómina con nombres de militantes de esa tienda para la conformación del gabinete que él mismo se fijó anunciar, a más tardar, el 22 de enero.

Los socialistas han tomado un camino distinto al que ya concretaron las directivas de Apruebo Dignidad -la alianza del Frente Amplio y el PC-, las que el fin de semana pasado remitieron propuestas de elenco para los 24 ministerios y 39 subsecretarías que debe nominar el aún diputado por Magallanes.

Pero en la colectividad de París 873 reconocen que hay varios factores que han dilatado el proceso. Y es que en el partido generó inquietud que Boric estuviera evaluando configurar sus equipos sobre la base de “anillos de poder” que dejarían a algunas fuerzas relegadas a roles menos incidentes en la toma de decisiones.

Sobre todo porque una de las condiciones que ha puesto el PS para incorporarse formalmente al gobierno es, precisamente, formar parte de instancias como el comité político y económico, asegurando así su injerencia en el rumbo de la administración.

“Si solo nos quieren adentro por la ‘marca PS’, pero nos van a dejar fuera de los espacios de decisión, no tiene sentido entrar”, dice un dirigente socialista.

Pese a que desde el equipo político del presidente electo -liderado por Giorgio Jackson- han insistido en que el diseño de los polémicos “anillos de poder” ya no están en los planes de Boric y que se está trabajando en un esquema alternativo, entre los socialistas sostienen que se ha instalado cierta “desconfianza” respecto del trato que se les dará en caso de entrar al futuro gobierno.

Uno de los temores de la colectividad, de hecho, es que el frenteamplista elija nombres que sean “hostiles” a la mesa de Elizalde. En la tienda dan por descontado, por ejemplo, que Maya Fernández, quien le disputó la presidencia al senador por El Maule en los comicios internos pasados, será parte del gabinete.

Fuentes que conocieron del contenido de la reunión que sostuvieron Boric y Elizalde el pasado 23 de diciembre aseguran, incluso, que el mandatario electo habría transmitido que tendría un compromiso con la diputada por el distrito 10, quien se desmarcó de la candidata de su partido, Yasna Provoste, y respaldó al exdirigente estudiantil en su campaña de segunda vuelta.

Tras esa cita, sin embargo, el propio timonel PS ha descartado que se hubiese abordado algún nombre específico.

Una situación similar es la que recae sobre la excandidata presidencial Paula Narváez, ya que la eventual incorporación de la exministra en el equipo de gobierno de Boric también genera ruido en la dirección socialista.

Si entra o no Fernández -quien está interesada en la cartera de Agricultura- o Narváez, en todo caso, no es el principal problema. Lo que preocupa a la dirección socialista es que el mandatario electo desoya sus eventuales sugerencias y transforme en un “bochorno” para la mesa que dirige Elizalde la incorporación de los socialistas al futuro gobierno.

En esa línea, la apuesta de la dirección es que los nombramientos tengan un claro “ADN” institucional.

El problema es la falta de elenco que se reconoce en las filas socialistas a la hora de proponer nombres. En particular figuras jóvenes, ya que sus dirigentes de esta edad están instalados en la Convención Constitucional o en municipios.

Un tema no menor es que el resto de las colectividades del “Socialismo Democrático” -que también integran el PPD, Nuevo Trato y PR- no han recibido una invitación a sumarse al gabinete, lo que incomoda al PS.

Así se han reavivado las dudas que se habían instalado en el partido antes de la primera vuelta, cuando la tesis mayoritaria era apoyar al gobierno de Boric sin sumarse a sus equipos. Sin embargo, seducidos por el amplio triunfo del frenteamplista y por los gestos que hizo el presidente electo a la mesa del PS, ese convencimiento cambió.

Y aunque aún prima el interés por sumarse al nuevo gobierno, también han crecido las voces que manifiestan sus resquemores. “Institucionalmente, el PS no debe ser parte del gobierno en tanto no forme parte de la alianza gobernante. Además, la invitación no se ha cursado formal ni específicamente y no se conoce su contenido”, señaló el expresidente del PS Osvaldo Andrade a La Tercera.

La tensión interna

La mesa de Elizalde -en tanto- no ha abierto un debate al interior del PS. El timonel ha optado por sostener conversaciones particulares con representantes de los distintos sectores, sin embargo, aún no ha citado a la comisión política ni al comité central.

“Por ser esta una decisión política que debe estar guiada por algunos criterios, es razonable que se abran esos espacios. Ese es un vacío político del partido”, afirma el diputado y vicepresidente Manuel Monsalve.

Desde la directiva, sin embargo, señalan que el debate interno se abrirá cuando el mandatario entregue un diseño claro a los socialistas. De hecho, según transmiten en el comando presidencial, está previsto que en las próximas semanas Boric y Elizalde vuelvan a reunirse.

Desde el PS hasta ahora han sonado figuras como Carlos Montes para Hacienda, Segpres y el denominado “segundo piso”, y Paulina Vodanovic para Defensa. Asimismo, ha trascendido que en el futuro gobierno ven con buenos ojos a figuras que no militan en ese partido, pero que son cercanas a la identidad socialista, como es el caso de la expresidenta de la CIDH Antonia Urrejola, quien ha sido mencionada para las carteras de Justicia o Cancillería, y el presidente del Banco Central, Mario Marcel. b

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