Qué se juegan los jefes de los partidos el 7-M

Oficialismo y oposición se enfrentarán en ocho días más en los comicios al Consejo Constitucional, donde cada presidente de colectividad tiene su apuesta personal. Dominar al sector, controlar a sus huestes internas y salir electas-en el caso de Natalia Piergentili y Gloria Hutt, quienes son candidatas-, son parte de los desafíos que tienen algunos


Ocho días exactos quedan para la elección de los candidatos al Consejo Constitucional, donde los partidos políticos se juegan su capacidad de movilización y la fuerza electoral que tienen.

No solamente será una apuesta colectiva, sino que también personal, pues cada presidente de partido tiene sus propios flancos que contrarrestar.

Por un lado, en la derecha están los timoneles Arturo Squella (Partido Republicano), Javier Macaya (UDI), Francisco Chahuán (RN) y Gloria Hutt (Evópoli). Los tres últimos integran la coalición de Chile Vamos. Todos ellos se enfrentarán al oficialismo, que está liderado por Paulina Vodanovic (PS), Natalia Piergentili (PPD), Juan Ignacio Latorre (RD), Diego Ibáñez (CS) y Guillermo Teillier (PC), y también a otras fuerzas, como Alberto Undurraga (DC).

Squella y la hegemonía en la derecha

En Chile Vamos temen al resultado que pueda sacar el Partido Republicano, liderado por Arturo Squella. El exdiputado se juega en esta elección ganar la hegemonía dentro de la derecha: su apuesta es sacar más escaños que la UDI, RN y Evópoli.

En esa línea, algunos en la colectividad creen que Squella se juega demostrar que los republicanos son más que un partido de nicho, por lo que acercarse al número de escaños que obtenga Chile Vamos en su conjunto es crucial.

Ahí también se medirán dos almas: si gana una más dura representada por el timonel y los republicanos, o se impone la de Chile Vamos, que busca ser una derecha “dialogante”.

Desde su irrupción que los republicanos han crecido exponencialmente. Superaron a partidos tradicionales en las parlamentarias y su candidato presidencial, José Antonio Kast, llegó a segunda vuelta, por lo que otro desafío de Squella será mantener el partido al alza.

El timonel también se juega un tema no menor ideológicamente para los republicanos: influir en la redacción de la nueva Constitución, aunque varios no quieren modificar la actual Carta Magna. De hecho, la tienda no apoyó el acuerdo por un nuevo proceso constituyente.

Macaya y la amenaza republicana

El diagnóstico que existe en Chile Vamos es que la UDI, liderada por Javier Macaya, podría ser uno de los partidos más afectados por la arremetida del Partido Republicano. Según los sondeos internos, en un escenario optimista el gremialismo podría obtener cuatro escaños, lo que representaría una baja respecto de los nueve senadores que tienen actualmente.

El análisis que se hace en la derecha es que Macaya se juega un gran triunfo o una gran derrota. De irle bien a la UDI, su liderazgo quedará instalado a nivel nacional y en las huestes más duras de la derecha se demostrará que tuvo razón en habérsela jugado por darle continuidad al proceso constituyente después del Rechazo del plebiscito de salida.

En caso de perder, por otro lado, su liderazgo podría ser cuestionado por haber negociado rápidamente con el oficialismo un nuevo proceso constituyente, y porque el electorado prefirió a los republicanos, lo que resulta un tema sensible para la UDI.

En esa línea, dicen en el gremialismo, Macaya se juega cuál de las dos visiones de la derecha se impone: la dialogante o la más dura. Y, dependiendo de ello, es que el partido podría variar su estrategia de cara al futuro, para así evitar ser superada por los republicanos.

Chahuán defiende su trono

En RN, encabezado por el senador Francisco Chahuán, esperan obtener al menos ocho escaños. De todas maneras, eso representaría una baja respecto de los 11 senadores que actualmente tienen. Pese a ello, ese escenario es considerado un resultado positivo para la tienda.

El cómo le vaya en esos comicios marcará la gestión de Chahuán en un año en que RN tendrá elecciones internas para elegir directiva, y el senador espera reelegirse en el cargo. Un mal resultado, por otro lado, le dará argumentos a la disidencia –liderada por la senadora Paulina Núñez- para competirle.

El senador también se juega lo que ocurra en su región, Valparaíso. Si en ese lugar el partido no logra sacar electos a sus candidatos –Gonzalo Ibáñez y Leslie Briones- también será visto como una derrota para Chahuán. En esa línea es que será una medición de fuerzas con la senadora Núñez, pues también se le evaluará a ella cómo le va en su región, Antofagasta, y a su candidata en la zona, Daniela Castro.

Chahuán, además, se juega mantener a RN como el partido más grande de Chile Vamos, algo que hasta ahora se ha conseguido en las elecciones de diputados y de senadores.

Francisco Chahuán en La Moneda.
Francisco Chahuán en La Moneda. Foto: Sebastián Beltrán Gaete / Agencia Uno.

Hutt y la apuesta liberal

Pese a ser el partido más liberal dentro de Chile Vamos, hasta ahora Evópoli, presidido por Gloria Hutt, sigue siendo la colectividad más chica del bloque. La tienda tuvo un mal desempeño en las últimas parlamentarias, y hoy existe consenso al interior de la derecha de que no hay tantas expectativas electorales.

Esto, considerando que fue el partido que menos candidatos logró instalar en la negociación para presentar candidatos al Consejo Constitucional: solo llevó 10 de 72. En un escenario optimista, según las encuestas internas de Chile Vamos, Evópoli conseguiría dos escaños. Por lo mismo, algunos estiman que Hutt se juega demostrar si la marca de la denominada “derecha liberal” logra despegar o si, por el contrario, sigue perdiendo fuerza.

Pero Hutt se juega algo más relevante: su propio triunfo como candidata en la Región Metropolitana. Una postulación que molestó a algunos en la interna del partido, debido a que una de sus promesas de campaña para presidir a Evópoli fue la dedicación exclusiva en sus tareas de presidenta. Un tema que la disidencia podría volver a reflotar si es que sale electa, debido al trabajo que tendría que encabezar en el futuro Consejo Constitucional.

En caso de perder, su figura también quedará debilitada, dicen en el partido, porque sería la derrota del proyecto político de la colectividad. En ese caso, algunos en el sector transmiten que debería dar un paso al costado de la presidencia.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

El “todo o nada”de Piergentili

En el caso del PPD -partido liderado por Natalia Piergentili, quien además es candidata por la Región Metropolitana-, su directiva asegura estar tranquila. Eso, en consideración del resultado de la Convención anterior, donde, con dos militantes electos, tenían una representación de un 1,2%.

En este nuevo escenario, si llegaran a obtener apenas un escaño, tendrían un 2%. En todo caso, en la mesa deslizan que hay tres cartas con posibilidades de ganar: Andrea Pivcevic (Magallanes), Marco Antonio Núñez (Valparaíso) y Sergio Bitar (Tarapacá). De elegir a esos tres, dicen, es un triunfo.

La directiva PPD también mantiene la calma, según cuentan algunos, porque el consejo nacional del partido definió con un 94% de aprobación que compitieran en una lista aparte de Apruebo Dignidad, idea impulsada con fuerza por Piergentili, por lo que sería injusto, dicen, responsabilizar exclusivamente a la mesa de un mal resultado.

En todo caso, la reflexión ha sido dada por la propia Piergentili. “Mi cargo siempre está a disposición. Y si nos va estrepitosamente mal, no es solamente que yo tenga que salir de la presidencia, eso es lo menos relevante”, dijo, hace unos días, en entrevista con La Tercera.

Para el partido encabezado por Piergentili también es relevante qué es lo que hará el PS después de la elección. En entrevista con este medio, el candidato Núñez manifestó que la noche del 7 de mayo los socialistas “deben integrar una bancada en el Consejo Constitucional del Socialismo Democrático y desechar la alianza que excepcionalmente construyeron con Apruebo Dignidad”.

Y ya hay socialistas que han dado señales en esa línea. Por ejemplo, Marcelo Schilling, quien compite por Valparaíso, sostuvo que “no hay ninguna cercanía y hay poca afinidad” con el Frente Amplio. Sin embargo, y ante resultados que pueden ser magros para el sector en su conjunto, en el oficialismo ha ido permeando la idea de un actuar colectivo dentro del órgano entre los consejeros de “Unidad para Chile” y “Todo por Chile”.

FOTO : Juan Farias /La Tercera

Vodanovic y la consolidación socialista

Cinco, o incluso seis consejeros. Esa es la cifra que se maneja internamente en el PS.

En la directiva socialista reconocen que, en el caso de que llegaran a sacar menos de tres electos, sería un escenario de derrota. De concretarse la proyección más pesimista, se ve distante un escenario donde existan interpelaciones directas a la mesa o intenciones de remoción -por ejemplo- a su timonel, Paulina Vodanovic, como sí podría ocurrir en el PPD.

De hecho, algunos plantean que podrían ser el partido de gobierno con más constituyentes y consolidar así su peso dentro del oficialismo.

Más allá de su figura, Vodanovic plantea que “está en juego que la Constitución no sea redactada por la ultraderecha”.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

CS como alternativa política

Dentro de Convergencia Social (CS) existió el debate soterrado si es que era conveniente -o no- explicitar en la franja al partido como la colectividad del Presidente Gabriel Boric.

Si bien en la discusión primó marcar esa “distinción”, e incluso se sumó la pareja del Mandatario y exdirectora sociocultural de La Moneda, Irina Karamanos, a la campaña, instalarse como alternativa política, a pesar de la mala evaluación que arrastra el Ejecutivo es, quizás, el principal objetivo de la tienda que hoy lidera el diputado Diego Ibáñez.

En las proyecciones más optimistas, dentro de los partidos del Frente Amplio, Convergencia Social apunta a instalar dos a tres consejeros, lo que podría posicionarlos como los con mayor representación del bloque en el Consejo Constitucional.

De los resultados también dependerán los puentes que se tiendan con el Partido Socialista (PS), o si solo quedará en la aventura electoral que los aunó en “Unidad para Chile”.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

RD: replicar el cupo senatorial

En los números, admiten en Revolución Democrática (RD), si se replica la composición actual del Senado, el piso mínimo es contar con un escaño que hoy está en manos del senador Juan Ignacio Latorre. “Si podemos tener una representación mayor a esa, es un triunfo”, admiten.

“Como RD la vez anterior sacamos cuatro militantes orgánicos de 155 (en la Convención). Si metemos dos o tres en esta oportunidad sería un buen resultado. Pero lo más importante es la correlación de fuerzas al interior del órgano constituyente”, afirma el presidente del partido, Juan Ignacio Latorre.

Sobre su liderazgo, agrega que “siempre en evaluación. En esto lo enfrentamos en equipo junto a la directiva nacional y al comité electoral. Pero a mí me toca dar la cara, por lo que entiendo es parte del rol. También los partidos nos medimos con voto obligatorio de cara a las elecciones 2024. Será parte del análisis de resultados para el futuro también”.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

Teillier y su reaparición en la recta final

Si hay algo claro para el PC es que la representación el proceso anterior no será comparable a la que obtendrán el 7 de mayo. De eso es consciente el timonel, Guillermo Teillier, quien -aunque ha estado en segunda línea por motivos de salud- lo reflexionó con el partido. Según expuso esta semana en un encuentro con la militancia, donde reapareció en la recta final de la campaña, en las elecciones están en juego todas las reformas que se propuso alcanzar el gobierno del Presidente Gabriel Boric. En el sector dicen que, para estos comicios, como Teillier estuvo ausente por motivos de salud no es mucho lo que se le puede “cobrar” si es que hay un mal desempeño electoral. El peso, agregan las mismas fuentes, recae en el secretario general, Lautaro Carmona.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

La vara en el piso de la DC

Al igual que el PPD, al interior de la DC, partido dirigido por el diputado Alberto Undurraga, reconocen que tienen una vara baja por superar: en el proceso anterior apenas obtuvieron un constituyente. Por lo mismo, si en esta oportunidad vuelven a sacar uno, dicen algunos, es una ganancia.

El vicepresidente del partido, Aldo Mardones, señala que no debiese haber recriminaciones en contra de la mesa, en consideración de que “el ambiente interno (del partido) no está crispado como en procesos anteriores”. Además, dice que “no es un proceso que miremos con un triunfalismo excesivo, porque sabemos que no va a ser el mejor resultado, pero tenemos la certeza de que va a ir mejorando esto”.

FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

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