Renovación de figuras en la política y el voto castigo: las claves del triunfo de Rodrigo Paz en Bolivia
El senador tarijeño, que no superaba el 10% en ninguna encuesta previo a la elección, se impuso con más del 32% de los votos, consolidándose como la primera fuerza parlamentaria. Junto a su compañero de fórmula, el exoficial de policía Edman Lara, se enfrentará al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga en noviembre.
Rodrigo Paz Pereira, senador por Tarija y candidato del Partido Demócrata Cristiano, dio la sorpresa en las elecciones bolivianas al encabezar la primera vuelta y avanzar al balotaje contra Jorge “Tuto” Quiroga.
El senador obtuvo más de 1.561.000 votos -un 32,08%- y Quiroga (Alianza Libre) superó el 1.311.000 -un 26,94%-, según los resultados preliminares emitidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con más del 90% de votos escrutados. Por detrás quedaron el empresario Samuel Doria Medina -que según las encuestas partía como favorito- con el 19,93% y el principal aspirante de la izquierda, Andrónico Rodríguez, con el 8,15%.
Su ascenso, inesperado en las encuestas autorizadas por el TSE, se explica por la demanda de renovación política y el voto castigo contra el oficialismo y la oposición tradicional, según analistas, quienes proyectan que el senador se encamina a vencer el próximo 8 de noviembre.
La renovación de la política boliviana
El senador en ninguna de las encuestas autorizadas por el TSE superaba el 10%. Según analistas consultados por el medio La Razón, la población boliviana se inclinó por la renovación que representa Paz Pereira y su candidato vicepresidencial, Edman Lara.
“Probablemente la combinación de Paz y Lara nos está planteando la aparición de un ‘outsider’, alguien que marcara una ruptura tanto con el oficialismo como también con las candidaturas tradicionales de la oposición”, afirmó en Unitel el analista Armando Ortuño.
Por la misma línea, Amalia Pando dijo a ese medio que hubo un “voto castigo” de la población, tanto al Movimiento Al Socialismo (MAS), pero también a Samuel Doria Medina, de la alianza Unidad, y a “Tuto” Quiroga. “La gente quería candidatos nuevos. Creo que hubo un doble voto castigo: uno al masismo, al oficialismo, y otro a los partidos tradicionales de derecha que no renovaron, que mantuvieron sus candidaturas a pesar del clamor general de renovar”, indicó.
A juicio de Pando, Andrónico Rodríguez era otra opción de la izquierda, pero no fue capaz de capitalizar los votos del sector popular. Otro precandidato era Jaime Dunn, pero este se quedó fuera de la contienda electoral por problemas fiscales con la alcaldía de El Alto.
Para el periodista y escritor Carlos Valverde los resultados que obtuvo Paz Pereira se explican también por la caída de quien dominaba en todas las encuestas previas: Doria Medina.
Mientras que el abogado y político Gustavo Pedraza coincide en que el primer lugar del senador tarijeño se explica por la “voluntad de renovación”, lo que incluso lo deja mejor parado para la segunda vuelta, que se realizará en noviembre. “Venció la voluntad de renovación del pueblo boliviano (…), podríamos decir que Rodrigo Paz está muy cerca de asumir una posesión el 8 de noviembre”.
Los analistas consultados por el periódico boliviano destacaron las zonas en las que el PDC terminó primero, según los resultados preliminares, dado que se impuso en regiones consideradas masistas. Por esa razón, sostuvieron que las elecciones de este domingo mostraron el final del ciclo del MAS y la migración de sus votantes hacia nuevas tendencias.
Impulsor de un Estado facilitador
Paz Pereira nació en el exilio, el 22 de septiembre de 1967, en Santiago de Compostela, España, durante los turbulentos años de gobiernos militares en Bolivia. Es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y de Carmen Pereira. Fue educado en colegios jesuitas a lo largo de diferentes países, completó el bachillerato en el Colegio San Ignacio de La Paz y se formó en economía y relaciones internacionales, complementando sus estudios con una maestría en Gestión Política.
Su carrera política se consolidó en Tarija: fue diputado uninominal entre 2002 y 2010, presidente del Concejo Municipal entre 2010 y 2015 y alcalde de la ciudad entre 2015 y 2020. Desde 2020 ocupa una banca como senador por Tarija y ejerció como segundo vicepresidente del Senado. Desde abril de 2019 lidera la agrupación cívica Primero la Gente y actualmente integra la Alianza Comunidad Ciudadana. Su campaña presidencial bajo el PDC comenzó con la proclamación en el Plan Tres Mil, en Santa Cruz de la Sierra.
Apela a la renovación generacional y propone un Estado facilitador, ágil y comprometido con el ciudadano, alejado del llamado “Estado tranca”, destaca el diario boliviano El Deber.
Con experiencia en la región productora de gas más importante del país, “su campaña pone énfasis en la descentralización del Estado, buscando redistribuir el presupuesto nacional en partes iguales entre el nivel central y las regiones, en el marco de su ‘Agenda 50/50’”, indica a La Tercera Daniel Zovatto, global fellow del programa LA del Wilson Center, EE.UU., e investigador sénior del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile.
“Entre sus propuestas destacan su idea de ‘Capitalismo para todos’ —con créditos accesibles, reducción de aranceles e impuestos y eliminación de la aduana—, la reforma de la justicia y el combate a la corrupción. Aunque rechaza recurrir a préstamos de organismos internacionales, afirma que Bolivia cuenta con recursos propios para impulsar su economía”, añade el investigador sénior a este medio.
“Paz también ha marcado distancia de alianzas opositoras tradicionales, presentándose como una alternativa generacional y como alguien que concibe la política como servicio público más que como un modo de vida. (...) Con un estilo que mezcla tradición familiar y propuestas disruptivas, Paz busca escribir su propia página en la historia boliviana, reivindicando un liderazgo nacido en el exilio pero enraizado en la política nacional”, describe.
La reconfiguración de la fuerza parlamentaria
El conteo rápido de las elecciones nacionales, elaborado por Captura Consulting para el diario El Deber, también proyectó la conformación preliminar de la Cámara de Senadores.
De acuerdo con los datos, el PDC de Rodrigo Paz alcanzó 15 senadores, consolidándose como la primera fuerza parlamentaria. La alianza Libertad y Democracia (Libre), de Jorge “Tuto” Quiroga, se ubicó en segundo lugar con 12 escaños, mientras que la alianza Unidad, liderada por Samuel Doria Medina, logró ocho senadores.
En tanto, Manfred Reyes Villa (APB-Súmate) obtuvo un escaño y el resto de las fuerzas políticas —incluyendo al Movimiento Al Socialismo (MAS) de Eduardo del Castillo, Alianza Popular de Andrónico Rodríguez, La Fuerza del Pueblo de Jhonny Fernández y ADN de Pavel Aracena— no lograron representación en el Senado en este primer cálculo.
La suma total de los 36 senadores proyectados por el conteo rápido refleja un equilibrio de poder en la futura Asamblea Legislativa, con un predominio del bloque opositor al MAS y un protagonismo inédito de la candidatura de Paz.
La representación de Paz y Quiroga en la Cámara es pareja. Aunque ninguno de los bloques alcanza por sí solo la mayoría absoluta, el PDC entra con una posición ventajosa para construir alianzas que le permitan encaminar su agenda legislativa en caso de triunfo.
Fórmula presidencial policial-senador
El compañero de fórmula de Paz Pereira es Edman Lara, actual candidato a la Vicepresidencia por el mismo partido, quien se ha convertido en una de las figuras más comentadas del escenario político boliviano tras los resultados preliminares de las elecciones generales del domingo.
Su perfil ha despertado interés por su singular recorrido, que combina servicio policial, denuncias anticorrupción y una inesperada irrupción en la política nacional. Nacido en Cochabamba pero radicado en Santa Cruz de la Sierra por motivos familiares, Lara fue capitán de la Policía boliviana y saltó a la escena pública en 2023, cuando comenzó a denunciar públicamente supuestos actos de corrupción dentro de la institución policial.
Utilizando principalmente las redes sociales, señaló cobros irregulares, tráfico de influencias y otras prácticas indebidas que, según él, estaban normalizadas dentro de algunos mandos policiales. En diciembre de ese año protagonizó un altercado con el entonces comandante departamental de la Policía en Santa Cruz, coronel Erick Holguín.
Lara ya había sido suspendido por un año de sus funciones policiales, tras una denuncia interpuesta por una sargento que lo acusó de uso indebido de influencias, usurpación de funciones y obstrucción al ejercicio público. A pesar de esa situación, continuó con sus denuncias, consolidando una presencia activa en redes sociales que eventualmente le abrió camino hacia la política.
En su discurso, Lara “incorpora temas sensibles como los derechos de la comunidad LGBT, la violencia de género —aunque con posiciones polémicas respecto a la Ley 348— y el impulso de energías limpias, en un país todavía anclado a los hidrocarburos”, indica Zovatto.
Durante la campaña electoral de 2025 Lara recorrió diferentes departamentos del país, siempre acompañado de una estrategia centrada en transmisiones en vivo, mensajes directos a la ciudadanía y una narrativa de transparencia, lucha contra la corrupción y defensa de los derechos ciudadanos.
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