Colegios podrán autoevaluar su cumplimiento de las normas de convivencia
Superintendencia de Educación revisó y redujo las 2.694 obligaciones legales de los directores a 852. Medida busca darles más tiempo para las labores educativas.

Los casos de bullying, ciberacoso, agresiones entre escolares y manifestaciones, como lo que ha ocurrido en las últimas semanas en el Instituto Nacional, han levantado una alarma sobre si en los colegios se están cumpliendo los protocolos de convivencia escolar, que son parte de las innumerables normas que pesan sobre los establecimientos.
Según el gobierno, las distintas leyes educacionales imponen 2.694 obligaciones legales a los colegios, lo que les genera confusión e impiden que puedan centrarse en la labor educacional. Y para aliviar esa carga, la Superintendencia de Educación está impulsando dos iniciativas: la revisión y consolidación de esas obligaciones y la creación de una plataforma para que los directores de colegios puedan verificar qué normas están incumpliendo, entre ellas, las de convivencia.
En el primer caso, ya hay resultados: la institución identificó aquellas exigencias legales que estaban repetidas, obsoletas o derogadas. Por ejemplo, en tres cuerpos legales distintos se exigía a los colegios tener un consejo escolar. Así, las obligaciones quedaron reducidas a 852. Entre ellas están las de convivencia escolar, que eran 295, pero de las cuales solo se necesitaban 57.
Además, la Superintendencia abrió la plataforma https://normativafacil.supereduc.cl, que permite que los directores de colegios revisen esas 852 obligaciones y se autoevalúen para ver cuáles están incumpliendo, en especial en aquellas relacionadas con la convivencia, pues el 68% de las denuncias que llegan a la institución están ligadas a ese tema.
"Esta última semana hemos visto muchos hechos de violencia. Por lo tanto, los temas de convivencia y maltrato pasan a ser fundamentales. Esta es una herramienta que nosotros ponemos a disposición de los establecimientos educacionales, porque sabemos que cuando hay un buen clima y una sana convivencia, los estudiantes están más ávidos a aprender; ese es el desafío que tenemos todos los que estamos involucrados en la educación", dice el superintendente Sebastián Izquierdo.
Un cambio cultural
Los directores de colegios coinciden en que el desorden con las normas que deben cumplir les impide destinar más recursos a la mejora de la convivencia. Así lo cree Teresa González, directora del Juan Salvador College, en la comuna de San Javier. "Perdemos tiempo en burocracia, que podríamos destinar a las obligaciones académicas y administrativas", dice.
Su establecimiento es el que tiene el mejor indicador de convivencia escolar del país, y ella dice que la generación de normas claras es clave para que los escolares tengan un buen ambiente. De esta forma, asegura que en el colegio "no tenemos bullying, y cuando hay problemas entre los niños, los abordamos con el orientador y los apoderados".
"En nuestro proyecto, la convivencia escolar está muy bien estipulada. Trabajamos este tema a diario, está todo protocolizado y cualquier eventual conflicto lo abordamos de inmediato. Mi oficina está siempre abierta para que hablen conmigo, los apoderados no necesitan pedir entrevistas, los atiendo enseguida, y a los alumnos los llamamos por su nombre, creemos que así se sienten más queridos", dice González.
Carlos Henríquez, exencargado de la Agencia de Calidad de la Educación, cree que la reducción de burocracia es positiva, pues "muchas veces las normativas se transforman en el fin y no en el medio para mejorar las condiciones de aprendizaje". Pero, por lo mismo, dice que también se debe cambiar la cultura dentro de los colegios. "Hay que pasar de cumplir por cumplir, a una cultura del mejoramiento de la escuela para generar mejores oportunidades para los escolares", explica.
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