Desalojo de Toma Dignidad avanza con algunos incidentes y autoridades confirman que concluirá a más tardar el sábado
Tras meses de planificación, este jueves comenzó el retiro de las viviendas instaladas en la ribera norte de la Quebrada de Macul, zona catalogada de alto riesgo. El delegado presidencial Gonzalo Durán informó que 194 familias habitaban en el lugar y que más de 50 accedieron a subsidios de arriendo. Durante la tarde un incendio afectó el lugar y desde el municipio acusaron intencionalidad.
Con maquinaria pesada, personal municipal y un amplio despliegue policial, este jueves empezó el desalojo de la denominada Toma Dignidad, asentada por años en el borde norte de la Quebrada de Macul, en la comuna de La Florida. Desde temprano, los equipos de Carabineros y del municipio se instalaron en el terreno (una franja de unos 30 metros entre Tobalaba y Las Perdices) para iniciar el retiro progresivo de las viviendas y la demolición de las estructuras levantadas en la zona de riesgo.
El procedimiento, planificado durante meses por diversas instituciones, se desarrolló en un clima mayoritariamente tranquilo. Según los catastros oficiales, en el campamento vivían cerca de 630 personas, equivalentes a 194 familias, de las cuales 52 accedieron a subsidios de arriendo por un año.
Las labores de diálogo y acompañamiento social se mantuvieron desde el inicio del operativo, con el objetivo de facilitar la salida ordenada de las familias y evitar enfrentamientos.
El general Álex Bahamondes, jefe de la Zona Oeste de Carabineros, explicó que la jornada transcurrió sin mayores inconvenientes. “Todo se desarrolló de manera tranquila. Los pobladores cooperaron de muy buena forma, motivo por el cual pudimos ingresar y comenzar con el retiro. Se realizó el corte de luz para permitir el ingreso de la maquinaria pesada”, señaló.
Durante la mañana se registraron dos detenciones: una mujer que lanzó piedras contra los funcionarios y un hombre que fue sorprendido con drogas al interior de una de las viviendas. Aun así, Bahamondes subrayó que no hubo enfrentamientos dentro del campamento y que algunos gritos y desórdenes provenían “de personas ajenas al lugar, que llegaron desde otros sectores”.
Y a eso de las 18:20, la alarma de encendió nuevamente por un incendio dentro de la toma. Al lugar concurrieron siete compañías de Bomberos, más el apoyo de Bomberos La Granja.
Pese a que al cierre de esta edición se desconocían las razones del siniestro, el alcalde Daniel Reyes (Ind.) acusó intencionalidad.
Antes del operativo, 52 familias habían abandonado el campamento tras optar a los subsidios de arriendo ofrecidos por la Municipalidad de La Florida. Sin embargo, la dirigenta María Carimán aseveró que los beneficios aún no se concretaban. “La primera lista son 192, y son 50 personas que tienen subsidio, porque el subsidio no lo hemos visto. El subsidio de arriendo nadie lo tiene”, afirmó en entrevista con Radio U. de Chile.
En la misma línea, Eloísa González, asesora de la mesa de dirigentas, señaló que “aunque el alcalde dijo que hay 50 subsidios entregados, no se ha entregado ninguno”.
El alcalde Reyes respondió que los apoyos se entregaron conforme a los criterios del programa habitacional. “Hay un grupo de personas que, por distintas razones, no cumplen los requisitos de vulnerabilidad o incluso se encuentran en situación migratoria irregular, y malamente podrían acceder a esta solución”, sostuvo.
El operativo fue encabezado por el delegado presidencial metropolitano, Gonzalo Durán, y la Municipalidad de La Florida. Según explicó el delegado a La Tercera, el desalojo fue el resultado de un trabajo coordinado entre el Serviu Metropolitano, la Seremi de Vivienda, la Seremi de Desarrollo Social y el municipio.
“Después de largos meses de trabajo conjunto, fortalecimos el catastro de las familias, identificamos sus necesidades y generamos planes específicos de apoyo, incluidos subsidios de arriendo para quienes cumplen con los requisitos y sin saltarse la fila. Todo esto nos permitió iniciar la fase de demolición conforme a la planificación”, indicó Durán.
El delegado precisó que el operativo se centró en la franja de 30 metros junto a la ribera norte de la Quebrada de Macul, catalogada como de alto riesgo aluvional. “Una vez culminado el retiro, se procederá a la demolición completa de las viviendas, al retiro de los escombros y a la inhabilitación del terreno para evitar una eventual retoma”, explicó.
Durán destacó que el procedimiento incluyó medidas para resguardar a las familias y sus pertenencias. Y también se dispuso de una clínica veterinaria móvil para atender la situación de las mascotas.
El delegado recordó que el plan original contemplaba una duración de seis días, pero los avances superaron lo esperado. “Nos propusimos ese plazo máximo considerando que debíamos conversar con las familias que aún no habían retirado sus enseres, y luego iniciar la demolición y el retiro de escombros. Sin embargo, la colaboración de la gran mayoría permitió acelerar el proceso”.
Se espera que los trabajos culminen este viernes al mediodía, o extenderse a más tardar el sábado.
Al cierre de la jornada se concretaron cerca de 160 a 170 metros lineales de casas demolidas, junto con el material retirado del lugar, señaló.
“Si el ritmo se mantiene, esperamos culminar el operativo durante el viernes o, a más tardar, el sábado al mediodía”, dijo.
Durante la tarde, el municipio de La Florida continuó coordinando el traslado de enseres y la entrega de asistencia social.
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