
Estudio de la UMC concluye que Chile no vive una crisis democrática pero detecta retrocesos en áreas relevantes
De acuerdo al primer Índice de Funcionamiento de la Democracia (Ifude) de Chile, las principales mejoras estuvieron dadas por las áreas de libertades, elecciones e igualdad de género, pero se registraron deterioros en áreas como la valoración de la democracia y la administración responsable del Estado.

Chile no vive una crisis democrática. Esa es la principal conclusión académica a la que llegó el primer Índice de Funcionamiento de la Democracia (Ifude), proyecto que evaluó siete dimensiones generales de la democracia mediante la revisión de 27 indicadores y 83 variables específicas.
Según reveló el índice, Chile mostró un progreso global de 7,37% en 2024 respecto del año anterior en un conjunto de variables que configuran las principales dimensiones de un régimen democrático.
Asimismo, el reporte destaca que las principales mejoras estuvieron dadas por las áreas de libertades, elecciones e igualdad de género.
En contraste, se indica, se registraron deterioros en áreas relevantes como la valoración de la democracia y la administración responsable del Estado.
El Ifude es el primer esfuerzo académico orientado a medir la calidad democrática del país y fue realizado por el Proyecto Democracia Aplicada de la Universidad Miguel de Cervantes (UMC), coordinado por el cientista político Eduardo Saffirio Suárez y conformado por los investigadores Álvaro Briones, Carlos Bellei y Alfredo González.
Respecto a los resultados, Saffirio indicó que “es una buena noticia que el índice detecte que no existe una crisis general de la democracia en Chile, lo cual viene a poner un sentido de realismo a las visiones más catastrofistas. Una crisis política, una crisis económica o una crisis de seguridad pública pueden ser agudas, pero no pueden considerarse, por sí mismas, una crisis de la democracia”, afirmó.
Por su parte, el presidente de la Junta Directiva de la UMC, Gutenberg Martínez, destacó la caída en la evaluación de la seguridad pública, pese a la aprobación de numerosas leyes destinadas a combatir el crimen organizado.
“Este indicador toma en consideración principalmente la percepción ciudadana medida en diferentes encuestas y es esperable que haya una mejoría en la medida en que el conjunto de leyes aprobadas recientemente comience a tener su efecto en la sociedad”, señaló.
Briones, en tanto, puso el acento en el deterioro de variables como el estado de las finanzas públicas, así como en aspectos que tocan directamente a la ciudadanía, como la evaluación de los sistemas estatales de salud y educación.
“Estos son aspectos que la democracia debe mejorar, ya que expresan de manera evidente la tensión entre la administración de los recursos del Fisco y la percepción de calidad de las políticas públicas”, apuntó.
Progreso, deterioro y debilidades a enfrentar
Para elaborar este índice se examinó la mejora o deterioro en 27 indicadores que consideraron un total de 83 variables, las que dan cuenta de siete grandes dimensiones globales de la democracia: Representatividad e igualdad, Soberanía popular, Libertades y participación, Confianza y valoración de la democracia, Administración responsable y eficaz del Estado, Seguridad pública y Vigencia del Estado de Derecho.
El Ifude busca tomar en consideración el funcionamiento de los componentes de la democracia que, en su conjunto, hacen que ella sea un sistema. El método de trabajo pondera las 83 variables por igual dentro de cada uno de los 27 indicadores, evitando, de ese modo, que factores coyunturales distorsionen el resultado global.
Ën cuanto a los indicadores que presentaron progreso, destacan las Políticas públicas para la igualdad entre hombres y mujeres, Respeto de los resultados electorales, Libertad de expresión, Índice de Desarrollo Humano, Leyes para la igualdad entre hombres y mujeres, IDH, Ausencia de violencia en la jornada electoral y campaña.
En contraste, los indicadores con deterioro detectados son: Corrupción, Delitos ingresados al Ministerio Público, Crimen organizado, Valoración de la democracia, Calidad de la administración y Equilibrio fiscal.
Confianza política, Libertad de asociación, Valoración de instituciones autónomas y Existencia de organizaciones que practican la violencia, por otra parte, son los indicadores que no presentaron variaciones.
En esta línea, y frente a las principales debilidades a enfrentar, el reporte destaca la Modernización del Estado, Calidad de la educación y salud, Reacción estatal frente a catástrofes, Corrupción, Crimen organizado y Debilidad de los partidos.
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