Adopción y parejas del mismo sexo
<br>

Señor director:
En relación con la carta del diputado Joaquín Lavín León publicada en este medio, sobre su apoyo al matrimonio y a la adopción de niños por personas del mismo sexo, resulta importante distinguir tres aspectos que, de no diferenciarse, terminan por confundir a cualquiera, incluidas personas de buena fe de mi partido.
Primero, nadie puede ser discriminado arbitrariamente y tratado de una forma que no sea acorde con su dignidad de persona, incluidas las personas homosexuales.
En segundo lugar, el matrimonio se basa en una realidad indesmentible que emana de la naturaleza humana: la complementariedad entre el hombre y la mujer, cuya esencia está primordialmente orientada hacia la vida. De ahí su protección y regulación por parte del Estado.
En tercer lugar, la adopción es, por excelencia, una medida de protección para los niños a través de la cual se establece una relación filial entre personas que no la tienen por su naturaleza. No existe un derecho de las parejas -sean del mismo o distinto sexo- de adoptar niños. Entenderlo así sería cosificar a los menores y dejar de tratarlos como sujetos de derechos. Por eso lo que sí existe, y el Estado busca, es hacer patente a través de la adopción el derecho del niño a vivir y desarrollarse en una familia como si fuera su familia biológica; es decir, con un padre y una madre.
Cuando discutimos el matrimonio homosexual y la adopción por parejas del mismo sexo se debe dejar de lado todo argumento fundado en la discriminación arbitraria, porque no hay arbitrariedad cuando es la naturaleza del ser humano la que hace la distinción en que se basa la respectiva institución.
Claudia Nogueira F.
Diputada UDI
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.