Desempleo en 10%: ¿qué podemos hacer?
El desempleo femenino alcanzó la alarmante cifra del 10%. Casi medio millón de mujeres -451 mil para ser precisa- buscando trabajo sin encontrarlo. En los hombres llegó al 8%, con 467 mil en esta situación. Casi un millón de personas sin empleo.
En una economía con un bajo crecimiento, pero no en recesión, nuestra opinión es que esta realidad es la tan advertida consecuencia de no hacer las reformas legales estructurales a tiempo. De haberse priorizado la reforma a la ley de sala cuna (que encarece la contratación, que solo entrega el derecho a las madres que trabajan en empresas con veinte o más mujeres contratadas y que excluye a los padres) como también reformas a los subsidios propuestos por la Comisión para la Recuperación del Empleo, no estaríamos en esta crítica situación; análisis compartido por los economistas David Bravo y Juan Bravo.
En cambio, se optó por leyes y dictámenes que han sobrerregulado y retrocedido en adaptabilidad.
La regulación es buena, la sobrerregulación no lo es, principio a tener presente al debatir leyes que, si bien tienen buenas intenciones y son populares, en la práctica desincentivan la contratación. Un caso es la ley de conciliación que sobrerreguló el teletrabajo. En ChileMujeres lo advertimos: no ayudará al empleo formal de las mujeres. Puede que sea un aporte a quienes ya tienen empleo formal, pero no para quienes están inmersas en la informalidad o en el desempleo.
También hubo un retroceso al limitar en el Código del Trabajo las personas que pueden cumplir sus funciones sin control horario, exentas del límite de jornada, decisión legislativa en línea contraria al fortalecimiento de otro principio esencial para el empleo formal femenino: la adaptabilidad laboral.
El sector empresarial debe asumir su cuota de responsabilidad por algunas malas prácticas, pero ellas deben ser solucionadas en la Inspección del Trabajo y en los tribunales, no en sobrerregulación ni en involución.
Como avances, el proyecto de ley del subsidio unificado al empleo se encamina bien y el Ejecutivo está pronto a presentar las indicaciones con las mejoras sustanciales y necesarias al proyecto de ley de sala cuna.
¿Pero qué hacemos, mientras tanto, frente a una tasa de desempleo de mujeres con niños en edad preescolar que aumentó el doble que el de las que no los tienen?
Nuestra propuesta es restablecer el “subsidio protege” de manera transitoria mientras se aprueba el proyecto de ley de sala cuna, pero esta vez a la contratación, es decir, un “subsidio protege” invertido. La medida de $200 mil para madres o padres de niñas y niños menores de dos años que se emplearon formalmente en empresas sin derecho a sala cuna (por no contar con veinte o más mujeres contratadas) fue implementada en pandemia por el gobierno del Presidente Sebastián Piñera y extendida a menores de cinco años por el gobierno del Presidente Gabriel Boric hasta junio del 2023.
La inversión consiste en que en estos momentos lo que se debe incentivar es la contratación, es decir, entregar apoyo económico a las micro, pequeñas y medianas empresas que empleen a madres, compensando en algo los costos asociados a la maternidad; idea que también cuenta con el respaldo de los economistas David Bravo y Juan Bravo.
Nos encontramos ante una situación apremiante en que no se pueden relativizar las cifras de desempleo, porque es subestimar y no acoger la angustia de las personas que no tienen ingresos para sostenerse a sí mismas ni a sus familias. Esperamos que el gobierno acoja esta propuesta que puede implementarse rápidamente por acto administrativo, sin necesidad de pasar por el Congreso.
*La autora de la columna es presidenta ejecutiva de ChileMujeres
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