SEÑOR DIRECTOR:

Han venido a mi memoria hechos acaecidos cuando como oficial mayor del Senado fui testigo cercano de cómo durante todo el año 1973 los partidos Comunista, Socialista, Mapu y Mir “tironeaban” en reuniones privadas al entonces Presidente Allende, a objeto de implementar o no determinadas políticas, importándoles poco a sus líderes que el país estaba prácticamente en el suelo, viviendo una anarquía total. Además, las disputas entre ellos por lo cargos públicos eran encarnizadas. Habían pasado algo más de dos años desde que la coalición de la Unidad Popular había asumido el mando del país.

Hoy, a menos de tres meses de la llegada del Presidente Boric a La Moneda, los grupos políticos que lo apoyan, incluso algunas de las mismas personas que ya actuaban en 1973, están repitiendo la escena, dando a los chilenos un triste espectáculo y poniendo toda clase de interrogantes acerca del futuro del país.

Creo que es tiempo de que los líderes de hoy recapaciten y abandonen estos cuasi dogmas, para adoptar medidas que Chile necesita con urgencia y que la gente reclama casi unánimemente. De paso, además, atan de manos al Jefe del Estado para implementar un plan de gobierno coherente con la realidad del país.

Demetrio Infante Figueroa