Cambio de gabinete, episodio XI: los ministros que han blindado (y los que no) a sus subsecretarios

Ante el nerviosismo de algunas carteras por el ajuste que alista el Presidente Gabriel Boric, los secretarios de Estado han respaldado a sus jefes de servicios. Pero, también, hay otros ministerios en que la tensión y la desconfianza se han tomado el clima entre ambas autoridades.


Varios han sido los ministros que -en los últimos días- han blindado a sus subsecretarios ante el reajuste de gabinete que tiene previsto anunciar esta semana el Presidente Gabriel Boric. Es conocido que el Jefe de Estado ha pedido opiniones a su comité político y también a otros de sus colaboradores para afinar el diseño que podría anunciar este viernes y que buscará rectificar los equilibrios políticos de sus coaliciones a nivel de subsecretarías y también mejorar la gestión general de su administración.

Uno de ellos ha sido el ministro de Vivienda, Carlos Montes. Quienes han conocido de sus conversaciones con el Mandatario, aseguran que el socialista ha abogado por mantener en sus funciones a Tatiana Rojas (RD). El ministro tiene una buena evaluación de la subsecretaria, quien -además- asumió un rol relevante en la crisis de la incendios de diciembre del año pasado y también en los siniestros que provocaron una crisis en la zona sur del país en el verano.

Carlos Montes

Desde ministerios como Trabajo o Segpres, han hecho lo propio. La ministra Jeannette Jara (PC) ha transmitido su evaluación positiva de las dos subsecretarías que aloja su cartera: Christian Larraín Pizarro (Pensiones) y Giorgio Boccardo (Trabajo).

Quienes conocen de la mirada de la secretaria de Estado aseguran que ella no está por hacer cambios. De hecho, ha transmitido que si el enfoque del ajuste es mejorar la gestión, tanto Larraín como Pizarro son un aporte en ese esfuerzo. Asimismo, si se piensa en equilibrios políticos, mientras la ministra es comunista, Boccardo es militante de Comunes y Larraín representa el mundo de la ex Concertación, aunque no está ligado en lo formal a un partido, por lo que tampoco aplicaría como criterio.

La ministra Ana Lya Uriarte (Segpres), en tanto, dicen en el gobierno, también ha transmitido que la continuidad de la subsecretaria Macarena Lobos -ligada a la DC- es clave desde el punto de vista técnico y, además, suma a la relación del gobierno con el Congreso.

Quien también ha transmitido intenciones de mantener a su subsecretario es el ministro de Justicia, Luis Cordero. El secretario de Estado ya había blindado a Jaime Gajardo cuando el Partido Comunista lo pedía para asumir en la Comisión Experta del nuevo proceso constitucional y, estos días, ha reiterado su valoración por el abogado comunista. El respaldo al jurista se da cuando el PS ha presionado para que el gobierno haga cambios en otra de las reparticiones que dependen de esa cartera: la Subsecretaría de Derechos Humanos que lidera hoy la independiente pro Comunes, Haydee Oberreuter.

Los enfrentados

Pero no todos los ministros tienen una buena evaluación de sus subsecretarios y, peor aún, una buena relación. En algunas carteras se ha generado tensión en la antesala del cambio de gabinete, sobre todo, porque en algunas secretarías de Estado más cuestionadas sacar a un subsecretario puede ser la solución del Presidente para no tocar a los ministros.

Es el caso del Ministerio de Educación -que lidera Marco Antonio Ávila (RD)-, del que no hay una buena evaluación y es muy probable que sea el subsecretario de Educación, Gabriel Bosque (PC), el que deje su cargo. De hecho, en la repartición se han apurado en aclarar que una posible salida del profesor no responder a un problema de gestión, sino que a un motivo político en un esfuerzo por descomprimir al titular de la cartera.

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.

En el Ministerio de Obras Públicas ocurre algo similar. Pese a algunos cuestionamientos, la salida del subsecretario José Andrés Herrera (independiente) es más probable que la del jefe de la cartera, Juan Carlos García (PL). Y eso ha provocado incomodidad entre ambos a tal punto que el jefe de asesores del ministro, Carlos Estévez (PPD), ha sido uno de los nombres propuestos por su partido para reemplazarlo y, de hecho, ya está en manos de la ministra Carolina Tohá (Interior).

En Cancillería la mala relación entre la ministra Antonia Urrejola (PS) y José Miguel Ahumada (independiente pro Frente Amplio) es conocida y también es probable que sea el de menor rango el que tenga que salir. Según varias fuentes que han conversado con el Presidente, él estaría por mantener a la jurista ligada al PS en el cargo, pese a sus controvertidos últimos meses. Lo mismo ocurre en Agricultura, donde el ministro Esteban Valenzuela (FRVS) se mantendría en su cargo a diferencia del subsecretario de Agricultura, José Guajardo (FRVS).

Mientras que en el Ministerio de Cultura hay más tensión aún. La jefa de cartera, Julieta Brodsky (CS), no se ha sentido respaldada por sus subsecretarias, Andrea Gutiérrez (RD), de Cultura, y Carolina Pérez (RD), de Patrimonio.

Julieta Brodsky, ministra de Cultura

La ministra ha resentido no ser integrada a instancias sociales del mundo de la cultura en las que participa Gutiérrez y también se ha visto afectada por la cantidad de rumores que hay sobre malos comentarios de las subsecretarias hacia ella en reuniones privadas. Además, Brodsky tiene una muy mala evaluación de lo que ha sido la coordinación de la Feria del Libro de Buenos Aires 2023 (FILBA), a cargo de Gutiérrez. También ha criticado en reuniones con sus asesores haberse sentido desplazada por la subsecretaria en la coordinación con seremías y algunos de los gremios.

Se despeja el timing

Este martes el Presidente se trasladó hasta Cerro Castillo para sostener una reunión con los parlamentarios de la Región de Tarapacá, en la antesala de la gira que inicia este miércoles a esa zona.

Durante la jornada, desde La Moneda comenzó a instalarse la opción de que el Mandatario acote la gira al norte, la que inicialmente estaba prevista para que finalizara a las 17.00 del viernes, volviendo a Santiago a primera hora de ese día o la misma noche del jueves.

La alternativa de que Boric visitara Colchane el viernes -por complicaciones de traslado y climáticas- perdía fuerza y se evaluaba al cierre de esta edición adelantar ese traslado para el jueves o derechamente suspenderlo.

Si todo eso ocurre, el Jefe de Estado tendría despejada la agenda del viernes para comunicar el ajuste ministerial antes del sábado 11 de marzo, cuando se cumple su primer aniversario en el gobierno y cuando tiene previsto realizar una jornada de trabajo con su renovado gabinete.

De la cita que tuvo anoche con los parlamentarios trascendió que el jefe de Estado comunicó que finalmente retornaría el jueves a la capital, pese a eso, en La Moneda insisten en que su estadía podría extenderse hasta el viernes.

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