El 9% de Winter desata una soterrada guerra en el FA con duras recriminaciones a Yeomans, la directiva y el equipo de estrategia
El mal desempeño del diputado frenteamplista activó voces al interior del partido que, de a poco, comienzan a exigir que se paguen las responsabilidades de una campaña que apenas logró 123 mil votos.
-Si volviéramos al día uno del inicio de la campaña, ¿hay cosas que haría distintas?
-Sí, muchas.
-¿Como qué?
-No lo diré ahora. Voy a hacer públicos los análisis después de la elección.
Las respuestas son del excandidato presidencial del Frente Amplio (FA) Gonzalo Winter y las dio en una entrevista con La Tercera, publicada el sábado. A esas alturas, a solo un día de los comicios, de las palabras del diputado frenteamplista se deslizaba cierta disconformidad con lo que había sido el rumbo que tomó su campaña para la primaria oficialista.
Pese al celo que tiene Winter para ventilar sus críticas, sus respuestas fueron una sutil señal de una campaña que nunca cuajó bien al interior del FA. Un diagnóstico que el domingo tuvo una dura confirmación. Tal como lo señalaban las encuestas de opinión pública, Winter perdió y salió tercero.
Lo más fuerte para el FA -algo que nunca imaginaron ni en el peor escenario posible- fue que el diputado no logró pasar los dos dígitos y solo se quedó con 123.829 votos, el 9% de las preferencias.
Con esos números, el FA se anota una de sus peores derrotas electorales, sufriendo un desfonde total de sus electores de izquierda, quienes al momento de querer que un candidato de izquierda se impusiera ante la opción de Carolina Tohá (PPD), le dieron la espalda al FA y se fueron raudamente a apoyar a la candidata comunista Jeannette Jara. Un golpe electoral que, de paso, implicó el derrumbe en las urnas del partido del Presidente Gabriel Boric.
El domingo, pasadas las 19.00 horas, cuando Winter y el partido reconocieron la derrota, fueron claros que las críticas, evaluaciones y reciminaciones se harían a partir del lunes. Mientras ayer se dedicaron a remarcar que lo importante es la unidad del progresismo para “enfrentar a la ultraderecha” en noviembre, ahora el tiempo se acabó y el FA ya se sumergió en un clima de reproches mutuos entre los distintos lotes que integran un partido que recién se unificó hace poco más de un año.
El cuestionado rol de Yeomans
Buena parte de los dardos apuntan directamente a la jefa de campaña, Gael Yeomans. La parlamentaria es la principal líder de un lote denominado Con fuerza y esperanza, un sector del FA que es conocido por ser más de izquierda y más crítico de lo que ha sido la gestión del gobierno del Presidente Boric.
Fuentes del FA critican que Yeomans nunca fue capaz de ejecutar una “labor política, ejecutiva y directiva de la campaña”. En su rol, comentan militantes del FA, se esperaba que diera “claridad” y ordenara “hacia abajo y ser una facilitadora de procesos internos lo cual nunca ocurrió”.
De hecho, algunos sectores del FA no vieron con buenos ojos su exceso de protagonismo, algo que fue recibido con suspicacia debido a su interés por reforzar su imagen pensando en su reelección parlamentaria.
Una escena que retrató bien esta crítica por el protagonismo, tiene que ver con el momento en que el comando de Winter quiso denunciar ante el Servel eventuales infracciones electorales de la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, una arremetida que tuvo como rostro principal a Yeomans.
Sin embargo, lo que más se resiente fue su debilidad en asuntos de gestión política, lo que se vio con el golpe más duro en lo que tuvo que ver con los apoyos de los alcaldes Matías Toledo (Puente Alto) y Paulina Bobadilla (Quilicura).
Sobre Toledo, el fracaso fue total. El comando gestionó un desayuno con el alcalde, Winter y al jefe de la comuna de Maipú, Tomás Vodanovic. Fuentes de la campaña comentan que Yeomans aseguró que el apoyo de Toledo estaba cerrado para el abanderado del FA. Sin embargo, lo que pasó fue que, en ese desayuno, Toledo no dio señales explícitas de respaldo a Winter y semanas después cerró filas por Jara.
En el caso de Bobadilla, la alcaldesa es independiente, fue electa en cupo del FA y tampoco se plegó por Winter. Quienes supieron del trabajo de campaña afirman que el comando nunca le dio trato, por lo que la alcaldesa giró hacia Jara.
En todo caso, en el FA las miradas también apuntan a los propios alcaldes del partido, a quienes se les vio con poco entusiasmo participando de la campaña. En especial, el comentario apunta a Vodanovic, de quien se esperó mayor protagonismos debido a su buena evaluación.
La gran excusa en este punto, por parte del mundo municipal, apuntaba a que la Contraloría ha sido muy estricta en exigir que los alcaldes no usen su horario laboral para hacer campañas políticas.
Desde el entorno de Yeomans desestiman las críticas. Aseguran que la diputada en realidad asumió un rol de consenso hacia la interna del partido para hacer converger a todas las sensibilidades del FA en una misma campaña. Junto con eso, reprochan de vuelta que todas las decisiones de campaña eran tomadas “por el círculo de la tendencia de Winter” y que salvo Sofía Fuentes -integrante de la directiva del FA- no hubo gente cercana a Yeomans en la campaña.
Dardos al equipo de estrategia
Al momento de evaluar la campaña de Winter, en el FA los reproches también se van directamente hasta el equipo de estrategia que era integrado por Francisco Villarroel, Francisco Arellano, Felipe Valenzuela y en el último tramo de la campaña por Simón Ramírez, de la directiva del FA.
A Villarroel y Arellano se le atribuye la estrategia de hacer una franja electoral que reviviera la vieja disputa del FA con el mundo de la Concertación y la tradicional impugnación frenteamplista a los 30 años de ese periodo político. Una tecla antigua del FA, muy característica de sus orígenes más estudiantiles y que al electorado joven de la actualidad ya no le hace ningún sentido.
Villarroel formó parte de Cuarto de Guerra, la agencia de comunicaciones que trabajó para la campaña de Boric y el Comando del Apruebo. Arellano, en tanto, también es abogado, fue muy cercano a Boric y proviene del mundo del expartido Comunes y de la Fundación Nodo XXI, un rostro del ala ideológica de más a la izquierda del mundo frenteamplista.
A ese equipo de estrategia se le criticó por su hermetismo y por estar cerrado a escuchar voces distintas o hacer cambio de estrategia. Fuentes de La Moneda cuentan que, en más de una ocasión, se levantaron alertas al equipo de estrategia o a la directiva nacional, las cuales fueron desoídas.
Fue este grupo el que trazó la idea de hacer mención indirecta a la Concertación en la franja electoral, usando rostros como el de Patricio Tombolini o Jorge Correa. El guionista de la franja, Simón Soto, lo reconoció en entrevista con La Tercera. “El detalle ya es de estrategia. Ellos se sientan a ver qué va exactamente. El detalle de cada una de las imágenes es de estrategia”, afirmó Soto. Y, en ese rol, estaba principalmente Valenzuela, quien ha salido cuestionado por su rol como asesor estratégico comunicacional.
Ese camino, para varios en el FA, causó ruido debido al estilo que tiene Winter, uno que hace al menos cinco años abandonó ese lógica impugnadora. De hecho, fuentes del partido comentan que en sus intervenciones públicas en el último tramo de la campaña, el abanderado nunca se sumó a la narrativa que mostraba su franja, lo que fue una señal de distancia con esa decisión estratégica.
Respecto de Villarroel, lo que más indignó es que en mitad de la campaña el estratega haya viajado fuera de Chile, dejando el equipo en plena recta final. Un periplo que se explica princiapalmente por su rol como analista internacional pero que fue muy mal visto en distintos sectores del FA, sobre todo en una candidatura que iba evidentenmente cuesta arriba, con una fuga de votos brutal y que nunca nadie fue capaz de advertir para revertir dicha tendencia.
Tambalea la directiva
En el FA comentan que los chats del partido han estado principalmente en silencio, pese a la profunda molestia que hay en la militancia y también en el entorno de Winter. Pese a eso, paulatinamente en círculos de militantes se ha comentado bajo cuerdas que la directiva debería dar un paso al costado para hacerse cargo de este magro resultado. Sin embargo, lo cierto es que ningún dirigente, parlamentario o integrante del comité central ha cruzado la línea para hacer una solicitud de ese tipo.
Los reproches van directamente hacia el rol de la presidenta del FA, Constanza Martínez. La timonel, el domingo en la noche, se le vio evidentemente emocionada en el patio de la sede del partido, al momento en que agradecía el compromiso de Winter, a quien calificó como el mejor representante del partido. Fue la misma Martínez -del círculo cercano a Winter- quien fue protagonista durante toda la campaña, algo que no fue bien visto por algunas de las tendencias del FA.
Además, hay militantes de la colectividad que dicen que la campaña se terminó encerrando en el círculo del lote Desbordar lo posible -el que integra Winter, Martínez, Boric, entre varios otros- y que se caracterizó por los “rostros de Pío Nono”, haciendo referencia a los mismos dirigentes que surgieron de la época universitaria de Boric.
Pese a la ola de críticas que deberá enfrentar la mesa, en el FA comentan que todo indica que no rodarán cabezas. La razón apunta a que ahora el partido debe salvar la elección parlamentaria, algo que se viene muy díficil y, según algunas fuentes, “sería contraproducente descabezar la directiva y llegar a negociar con nuevos dirigentes”.
Sin embargo, son varios los que no ven con buenos ojos que sea la misma directiva -con varios integrantes que pretenden dar un salto al Congreso- los que se sienten a negociar los nombres del FA luego de llevar a cuestas una dura derrota electoral.
Malestar con el gobierno
Al sabor amargo no solo se queda en el FA, sino que también salpica al gobierno. Fuentes del FA comentan que hay un fuerte malestar con el gobierno, debido al poco apoyo que exisitó para “soltar” funcionarios del Ejecutivo para que ayudaran en la campaña.
Sobre todo en un contexto en que el comando tenía escasez de pesos pesados con experiencia en campañas electorales, ya que casi todos estaban ocupando distintos cargos de gobierno. Fuentes del partido cuentan que el Ejecutivo se resistió a eso, dando argumentos de presindencia y también dando razones de que querían evitar polémica por una puerta giratoria entre inquilinos de Palacio y el comando de Winter, más aún en un contexto en que el gobierno no cuenta con un apoyo cuidadano muy amplio.
Lo que más indignó es que mientras el gobierno no cedía, el FA veía cómo funcionarios de la Moneda, como el subdirector de la Secom Sebastián Fierro o la jefa de gabinete de Camila Vallejo, la administradora pública Susana González, se dedicaron a trabajar y armar la estrategia de campaña de Jara.
Por lo mismo, pese a que el comando pidió nombres específicos (aunque no precisan quiénes), en muchos casos no hubo luz verde para eso. La única renuncia que hubo fue de Valenzuela. En el caso de la periodista Macarena García, quien se sumó a apoyar las comunicaciones, pidió permiso sin goce de sueldo y ahora volverá a su trabajo en el Servicio Nacional de Migraciones. El otro caso es el de Matías Grau, quien luego de una gestión de la subsecretaria Francisca Gallegos, se fue al equipo programático también con permiso sin goce de sueldo.
Solo en el último tramo, se sumó al equipo de despliegue Cristóbal Cortés, quien optó por renunciar a la Secom y ayudar en la campaña de Winter. Cortés lo hizo por el lazo de amistad que lo une con el diputado, de hecho él mismo ya había trabajo con el diputado.
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