Pedro Araya (PPD) y mesa del Senado: “El gobierno sabe que son aguas en las que no les corresponde una mayor incidencia”

FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

El recientemente inscrito como pepedé argumenta que los años de militancia de sus pares Loreto Carvajal y Ricardo Lagos Weber no implican que ellos tengan una prioridad para conseguir la presidencia de la Cámara Alta. Él confía en que su experiencia parlamentaria y el "perfil que ha cultivado" son suficientes para lograr un acuerdo en torno a su nombre.


El senador Pedro Araya es una de las cuatro cartas del Partido por la Democracia (PPD) para encabezar la mesa del Senado luego del término del período de Juan Antonio Coloma (UDI) en la testera. Pese a que su partido no logra ponerse de acuerdo en un nombre, él confía en que se podrá llegar a un consenso los primeros días de marzo, el que, cree, también será respetado por la UDI.

¿Su partido se desordenó con la elección de la mesa del Senado?

No hablaría de desorden. Hay una legítima aspiración de distintos senadores con méritos y capacidades suficientes para presidir el Senado. No creo que sea un conflicto.

Usted ingresó a militar al PPD recientemente. ¿Qué garantía puede dar al partido para que lo apoyen?

El comité del PPD, en sus orígenes, constaba de tres militantes y tres independientes. En mi caso, vengo trabajando ya hace bastante tiempo con el comité del PPD de senadores, no es algo nuevo. De hecho, salí electo bajo el cupo PPD. Mi hermano también. Aquí en la Región de Antofagasta hemos apoyado a distintos candidatos pepedé, en la conformación de la lista de concejales, de constituyentes en los dos procesos.

Ese es el argumento de la senadora Carvajal, sus 20 años de militancia. ¿Por qué usted debiese ser la carta y no ella o Lagos Weber?

Reconociendo que todos tienen méritos para ser presidentes de la corporación, en el caso personal mío, tengo una basta experiencia parlamentaria: fui durante tres períodos diputado, me tocó ser vicepresidente de la Cámara. Tengo bastante experiencia política. Uno aspira a poder ser un factor que permita generar cierta unidad y orden al interior de la centroizquierda y lograr que el Senado efectivamente pueda ser un lugar de acuerdos.

¿No le parece que los años de militancia sean un argumento para tener prioridad?

No, ninguno. Cuando se hace este pacto, eran seis senadores en el comité, tres éramos independientes. No estaba supeditado a los años de militancia.

¿Ve en RN una amenaza para que el PPD llegue a la testera?

No. RN no fue parte de este acuerdo, este se suscribió entre la centroizquierda, Evópoli y la UDI. Ellos han manifestado que van a respetar el acuerdo.

¿Confía en su palabra?

Confío en la palabra de la UDI, en que van a cumplir su compromiso. Independientemente de estar en veredas opuestas, cuando se ha llegado a acuerdo con los senadores de la UDI, estos se han cumplido.

Dentro del oficialismo se ha dicho que quien asuma la presidencia del Senado debe tener un compromiso con el programa de gobierno. ¿Usted lo tiene?

Si logro la presidencia del Senado, espero poder generar desde ahí los acuerdos necesarios al interior de la centroizquierda para llevar adelante los distintos temas que le interesan al gobierno. Poder generar un acuerdo que no solamente abarque hoy día a la centroizquierda, sino que también pueda incluir a Demócratas. Hoy día necesitamos los votos de Demócratas para sacar adelante reformas, como la previsional.

¿No tiene diferencias programáticas con el gobierno, entonces?

No tengo diferencias programáticas. Podemos tener alguna diferencia puntual respecto de ópticas, de cómo mirar una determinada situación, pero está toda nuestra voluntad de colaborar.

¿Desde el gobierno lo han sondeado para ver qué tan alineado está con ellos?

Estos días hemos conversado con la ministra Tohá, por la agenda de seguridad, porque hay una cantidad importante de proyectos que están en la comisión de Defensa, que a mí me toca integrar y que, independientemente de la presidencia del Senado, me va a tocar presidir este año.

Pero, más allá de lo sectorial, ¿ha habido comunicación por la posibilidad de que usted llegue a la presidencia del Senado?

Lo que se ha transmitido por parte del gobierno es que entienden que esta es una decisión privativa del Senado y que ellos van a trabajar con el presidente que sea electo por los senadores. No han manifestado preferencias respecto de tal o cual senador.

¿Pero no ha habido sondeos para determinar cuál de los senadores está más comprometido con el programa?

No ha existido ese ejercicio.

¿Tampoco ha llegado el recado?

No.

¿No teme que el gobierno comience a promover una carta que les pueda parecer más afín a sus objetivos, como el senador Lagos Weber? El año pasado el gobierno se involucró en la elección de la mesa del PPD.

Yo entiendo que el gobierno no va a entrar en esa discusión porque sabe que cualquiera de los senadores del PPD tiene méritos para presidir el Senado. No creo que el gobierno vaya a entrar en eso, el gobierno sabe que son aguas en las que no les corresponde una mayor incidencia.

¿No le juegan en contra algunas opiniones críticas hacia el gobierno que emitió en el pasado?

No creo que influya. He podido conversar con otros senadores que suscribieron el acuerdo y no han manifestado ningún reparo con mi nombre. Tanto senadores del PS, del PC, de la DC, algún independiente. Lo mismo desde la derecha, porque conocen el perfil que uno ha cultivado en el Senado. Además, todo el mundo sabe que apoyar una coalición no significa la obsecuencia. Cuando el gobierno está cometiendo errores, la mayor libertad que uno puede tener con un gobierno es decirle que se está equivocando.

¿El Segundo Piso de La Moneda está a la altura del desafío que implica ser los principales asesores del Presidente Gabriel Boric?

El equipo del Segundo Piso se ha ido renovando, se ha reforzado. Siempre las cosas se pueden hacer de forma distinta, pero es un equipo que ha logrado que el gobierno empiece nuevamente a retomar la agenda.

¿No es necesario que el Socialismo Democrático llegue al Segundo Piso?

Uno tiene que entender que el Presidente Boric tenía una coalición y el Socialismo Democrático apoyó a otra candidata en primera vuelta. Es legítimo que el Presidente quiera que sus principales asesores sean cercanos a su coalición.

¿El Socialismo Democrático debiese dejar de insistir en llegar al Segundo Piso, cerrar esa discusión de una vez por todas?

Yo creo que sí. Hoy día el mapa de influencia del Socialismo Democrático está dado por la cantidad de ministros que tiene, que influyen directamente en el Presidente. Estas discusiones hoy día no tienen mucho sentido.

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