Ricardo Lagos Weber, senador PPD: “Tratar de capturar este triunfo para candidaturas presidenciales no es sano”

Foto: Luis Sevilla

El legislador dice que no es tiempo de instalar ese debate en el PPD, justo en la semana en que el presidente de la colectividad, Heraldo Muñoz, sinceró su intención de llegar a La Moneda.


Varias veces ha hablado estos últimos días el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) con el presidente de su partido, Heraldo Muñoz. Y ha sido en esas conversaciones que el legislador le ha advertido su posición ante la carrera presidencial que, incluso antes del plebiscito, se desató en la colectividad entre el excanciller y su vicepresidente, Francisco Vidal.

Para Lagos Weber, las energías deben estar puestas en profundizar un debate de contenidos que le permita al sector alcanzar los 2/3 en la futura convención constitucional.

“No me voy a apurar”, dice ante la incógnita que pesa sobre la opción de que él también asuma el desafío presidencial.

En el PPD se ha reinstalado una duda: si usted va a asumir o no una candidatura presidencial. ¿Cuándo tomará la decisión?

No hay que caer en la ansiedad presidencial. Y menos tratar de aprovechar o capturar el resultado del plebiscito con esos fines. La elección es en noviembre del año que viene. La prioridad es, por lejos, colocar nuestras energías en dotar de contenido el debate constitucional y tener las candidaturas adecuadas. Toda la energía del PPD y la oposición debería estar en los comicios de abril. Ahí tenemos cuatro elecciones muy relevantes, recién después de ese proceso deberíamos abocarnos a la presidencial.

Pero Heraldo Muñoz y Francisco Vidal ya sinceraron sus intenciones.

Respeto a todos quienes quieran expresar su interés, pero creo que no son los mejores tiempos ni le hacemos un favor al tremendo esfuerzo que se hizo el domingo pasado. No me parece tratar de capitalizar eso. Tratar de capturar este triunfo para candidaturas presidenciales no es sano.

¿Están buscando aprovechar ese resultado electoral?

No, no voy a entrar a criticar. Voy a mantener un espíritu constructivo. Pero hoy tenemos varios desafíos. Por ejemplo, hay que buscar espacio para los escaños de pueblos originarios, hay que asegurar que los independientes puedan tener un espacio distinto al que tienen hoy, bajando los umbrales de exigencia. Esas son las señales que hay que dar, porque lo que nos pidieron a nosotros es hacernos cargo de la crisis de legitimidad que tenemos. Y esa crisis se resuelve con procesos y contenidos más que con candidaturas.

Algunos en su partido lo han conminado a definirse. ¿Qué les diría?

Les diría que trabajemos en función de las elecciones que tenemos en abril para tener un buen resultado. Porque, aunque parezca increíble, lo fácil era obtener un buen resultado en el plebiscito, lo difícil será obtener los 2/3 en la convención constitucional y en base a ciertos contenidos. Las candidaturas restan energía a ese propósito.

Pero no desecha su opción, entonces.

Es que los tiempos no son para pronunciarse sobre esas materias. No es conducente. Voy a abordar ese tema cuando crea que son los tiempos adecuados. Es cierto, es difícil instalar candidaturas, pero las que se instalan con mucha anticipación tienen más probabilidades de no consolidarse y no prender.

¿La situación de su partido no lo va a apurar para definirse? Porque el 5 de diciembre el consejo definirá el mecanismo para zanjar esto.

No, no me voy a apurar y espero que el partido tampoco.

¿Esa lógica de aplazar la discusión no le da más margen a opciones como las de Daniel Jadue?

Mi impresión es que no. Lo fundamental es que tengamos éxito en la convención. Ahí está la crisis, hay una ruptura del pacto social y la forma de reconstruirlo es a partir de una nueva Constitución. No podemos mirarnos a nosotros mismos. Me parece increíble que con lo que costó llegar a esto, algunos estén pensando en algo que no es prioritario. Y, además, hay otras dos pegas que hay para adelante: reactivación económica y pensiones.

Pero lo concreto es que Jadue es quien está mejor posicionado en el sector. ¿Ve viable una primaria que lo incluya?

Soy partidario de la máxima unidad posible dentro del marco opositor a partir de entendimientos programáticos claros. Pero para eso es clave entender que hay que respetarnos en nuestras biografías y evitar la tentación de apuntar con el dedo permanentemente.

¿En qué sentido?

Nosotros, por ejemplo, planteamos ir unidos para las elecciones de gobernadores regionales y no resultó. Hubo sectores que se restaron de eso y, eventualmente, el porrazo político que nos podemos pegar en abril es lo que puede hacernos reflexionar sobre la necesidad de cambiar la forma de entendernos en la oposición. Tal vez sea un costo alto a pagar, pero va a ser necesario. Lo que no podemos hacer, en todo caso, es unirnos a objeto de ser gobierno y que esa unidad sin bases sólidas dure poco, como le ocurrió a la Nueva Mayoría. Esto no es la unidad por la unidad, porque ya probamos esa fórmula y no resultó.

¿No es voluntarista, entonces, hablar de la unidad total desde la DC hasta el PC?

Es que la forma de abordarlo tiene que hacer la diferencia. Precisamente, para enfrentar eso, es que en vez de andar instalando precandidaturas presidenciales, debemos concentrarnos en profundizar un debate de mínimos comunes.

Y más allá de eso, ¿qué le parece el liderazgo del alcalde de Recoleta?

Cuando se habla de la supuesta unidad y de liderazgos compartidos -esto también aplica para el Frente Amplio- no es conducente decir “apóyenme”, cuando parto de la desconfianza. Y no ha sido impecable la actitud que han tenido varios. Uno si quiere conducir un proceso con un respaldo amplio debe convocar, no aleccionar. Pero yo no veto a nadie, no parto de esa base. Todos pueden participar, pero con algunas definiciones básicas de cómo convivimos, cómo nos tratamos. A algunos le faltan habilidades blandas.

Usted habla de la importancia de los contenidos. Pero también hay un tema de desempeño electoral. La Unidad Constituyente ya está dividida respecto de si ir en una o dos listas. ¿Cómo lo ve?

Todo eso requiere sacrificio político y voluntad. Es decir, querer mucho que esto resulte en un éxito y se legitime socialmente. Entiendo que es compleja una sola nómina, no soy ingenuo en eso, pero podemos al menos tener contenidos mínimos que nos permitan, quizás con dos listas y coordinación, obtener un buen resultado.

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