Ruth Hurtado, exconstituyente del Partido Republicano: “No necesariamente estamos abiertos a una nueva convención en caso que gane el Rechazo”

FOTO: LUIS FELIPE ARAYA / AGENCIAUNO

La hoy exconstituyente que le entregó una polera y pasajes a Collipulli al Presidente Boric en medio de la ceremonia de cierre de la Convención, dice que es poco lo del proyecto de nueva Carta Magna que puede rescatar. Si bien está dispuesta a reformar la Constitución actual en caso de que gane el Rechazo, se muestra reacia a la opción de abrir un nuevo proceso constituyente. Adelanta, además, que usará las normas rechazadas por el pleno como parte de la campaña por el Rechazo.


Cerca del mediodía del lunes, Ruth Hurtado, junto a 153 de sus pares, dejó de ser convencional , cuando la presidenta María Elisa Quinteros dio por terminada la última sesión de la Convención Constitucional. La instancia estuvo marcada por un regalo que hizo la ahora exconstituyente al Presidente Gabriel Boric: se trató de pasajes de ida y vuelta en bus a Collipulli, junto con una polera que decía “No más tomas, no más violencia, no más atentados, no más terrorismo (...)”.

Con la Convención disuelta, la única militante del Partido Republicano que fue parte del proceso -y que además es vicepresidenta de esa colectividad- teme que el gobierno pueda respaldar el Apruebo. “Sin duda el gobierno va a hacer todo lo posible para que el Apruebo empiece a crecer. Probablemente van a utilizar recursos públicos sin decirlo, haciendo campaña en terreno”, dice. Además, acusa a que no solo la derecha fue vetada durante el proceso, sino que también la centroizquierda, y que se rechazó su voluntad de diálogo.

Ayer fue el último día de funcionamiento de la Convención. ¿Queda satisfecha con el trabajo que realizó acá?

Sí, con el trabajo que pudimos hacer, con las indicaciones, con las iniciativas presentadas. Con el resultado en sí obviamente no estoy satisfecha, porque no pudimos lograr poner ninguno de nuestros temas. O por lo menos de los que yo me había comprometido poner en esta propuesta de borrador.

¿Qué es lo que más le pesa no haber puesto en el texto?

No logramos que el terrorismo fuera considerado contrario a los Derechos Humanos. Tampoco logramos la Defensoría de las Víctimas. Y el tema de la vida, no se respetó el derecho de la vida del que está por nacer. Entregamos una propuesta con aborto sin regulación, sin limitación.

¿Hay algo que rescate de la propuesta constitucional?

Son bien pocos. A ver… Siempre me cueste responder esta pregunta, porque la verdad es que es tanto lo malo que lo poco bueno que hay se lo come la mala propuesta. A ver, la norma de Harry Jürgensen del maritorio, de consagrarlo como parte de la soberanía nacional. Podría ser eso, pero la verdad no tengo normas muy buenas para rescatarlas.

A lo largo del proceso, se ha comentado que existió un veto a la derecha. ¿Crees que es real?

Y no solo a la derecha, la centroizquierda también fue vetada de este proceso participativo. Se habla del preámbulo, que fue participativo, democrático, pero solo dentro de la izquierda, porque no necesitaban de nuestros votos ni de la centroizquierda, solo necesitaban ponerse de acuerdo entre ellos. Las ideas de la centroizquierda también quedaron fuera.

¿Usted tuvo la voluntad de acercarse a la izquierda para construir acuerdos amplios?

Siempre, siempre. Si revisan indicaciones mías, van a darse cuenta que yo no solo buscaba firmas en mi sector. Muchas de las indicaciones también tenían firmas de la izquierda. Aporté con firmas también a indicaciones de la izquierda. Decir que nos atrincheramos en nuestro sector, la verdad es que no es así.

Con el proceso finalizado, ¿puede hacer alguna autocrítica en cuanto a este veto? Los colectivos de izquierda acusan que tuvieron una actitud muy rígida, dicen que no iban a las reuniones cuando los invitaban.

Yo no puedo hablar por los demás colegas. Pero desde mi postura siempre estuvo la disposición a colaborar, a participar en cada una de las reuniones. Nosotros nos cerrábamos cuando se trataba de saltar las reglas, cuando veíamos que estaban haciendo trampa.

Ayer Jaime Bassa dijo en CNN que si la ciudadanía estima que el 4 de septiembre el proyecto es insuficiente, tendrán que trabajar en una propuesta distinta. ¿Cree que ha habido un cambio en el discurso de algunos convencionales debido a los resultados que arrojan las encuestas?

No solo ha sido un cambio de los convencionales. Hoy día lo pudimos ver en el discurso del Presidente, donde él trataba de descolgarse, de separar al gobierno de la propuesta constituyente. Yo creo que ahí el presidente cometió un error en querer ver aparejado esto, porque hoy el Rechazo no es solamente hacia la propuesta de la Convención, hacia el proceso, también es hacia el mal desempeño del gobierno.

De todas formas, sabemos que las encuesta varían rápidamente. Es algo que se ha visto antes. ¿Le preocupa que el Apruebo pueda ganar terreno a medida que avance la campaña que va a se va a entrar en su periodo legal el miércoles?

Sin duda el gobierno va a hacer todo lo posible para que el Apruebo empiece a crecer. Probablemente van a utilizar recursos públicos sin decirlo, haciendo campaña en terreno con los seremi, con los directores de servicio o con los mismos ministros. Más allá del despliegue territorial que puedan hacer, hoy día hay que hablar de realidad y de certeza. La realidad es que este texto constitucional lo único que trae es incerteza. Aquí hay que separar: en el plebiscito de entrada lo que se votó fue que se quería un cambio. Hoy día no te vota por eso, sino que se vota por la propuesta de la Convención.

Sobre este punto, una de las principales críticas que actualmente se hace en la izquierda a la posibilidad de rechazar para reformar es que no pueden creerle a la derecha, no confían que apoyen un cambio de Constitución. ¿Usted considera que existen garantías de que la derecha pueda trabajar para dejar atrás la Constitución del 80?

Lo primero es que no es la Constitución del 80, es la Constitución del expresidente Ricardo Lagos. Él lo reconoció, le costó seis años poder generar reformas necesarias para entregar un texto más adecuado. Así como se han hecho bastantes reformas, más de 50 reformas a la Constitución, creo que todavía ese espacio existe.

A lo que iba es que, considerando que el 80% de la población votó a favor de un cambio constitucional, y que sectores como RN y la UDI muestran cierto consenso en la idea de rechazar para después reformar, muchos han dicho que el tiempo de la Constitución actual ya pasó. ¿Usted está en esa misma postura?

Aquí hay que seguir trabajando para entregar respuestas a las personas en las distintas materias.

¿Pero a través de un cambio constitucional?

No puedo decir que creo que puede haber una nueva Convención Constitucional. Creo que sí tienen que haber reformas a la Constitución, cambios en materias legales, que no tienen que ver con un cambio constitucional. Sí creo que tiene que haber adaptación o ponerse al día en algunas materias. Pero eso no necesariamente quiere decir que estemos abiertos a un nuevo proceso constitucional o una nueva Convención, porque no sabemos qué pueda salir de ahí. Todavía como partido no hemos tomado una decisión respecto a aquello, pero sí vamos a seguir trabajando con entregar mejores políticas públicas a las personas.

Ayer usted se acercó al presidente Boric y le entregó una polera y unos pasajes. ¿Por qué lo hizo?

Las dos oportunidades previas que el presidente había ido a la Convención, me había acercado a él. En la primera oportunidad, para pedirle que no dejara abandonas a las víctimas de La Araucanía, donde me respondió que pasito a pasito iban a trabajar. El pasito ha sido bien lento, porque todavía ni siquiera ha visitado la región. Yo llegué a la Convención representando a un grupo que no ha sido escuchado ni por este gobierno ni por los anteriores, que son las víctimas de violencia y terrorismo. En nombre de ellos, le entregué un pasaje de ida y vuelta a Collipulli al Presidente.

Si llegara ir, ¿qué espera que haga el presidente allá?

Evidentemente yo veo difícil que él haga uso de un pasaje de bus. Le pague un pasaje en bus de manera simbólica. Yo lo que espero es que él vaya a la región de la Araucanía, que instale una agenda de seguridad no entregada desde la comodidad de Santiago, sino que en terreno. Que se reúna con las víctimas, conocer de primera fuente cómo vive la gente atemorizada en algunas zonas.

Con el término de la ceremonia, usted dejó de ser convencional. ¿Qué va a hacer desde ahora?

Me voy a dedicar a recorrer Chile, a informar de la propuesta constitucional, de los alcances. No tan solo lo que está aprobado, yo creo que aquí hay muchas cosas importantes que se dejaron fuera, que se rechazaron.

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