El desafío de la moneda digital de China: ganarse los corazones y las mentes

En la foto se pueden ver los códigos QR para los servicios de pago digital Alipay y WeChat Pay en una tienda en Beijing. PHOTO: GILLES SABRIE/BLOOMBERG NEWS

Los hacedores de políticas de todo el mundo están observando cómo le va a Beijing reemplazando el efectivo.


China ha convencido a los formuladores de políticas financieras de todo el mundo de su determinación de crear una versión digital de su moneda, lo que incluso ha ayudado a impulsar a la Reserva Federal a estudiar el desarrollo de una versión electrónica del dólar.

La batalla más dura podría ser persuadir a los consumidores chinos de que necesitan el yuan digital, conocido oficialmente como e-CNY.

Los hacedores de políticas de todo el mundo están observando el progreso de China en busca de señales de cómo el dinero digitalizado podría reemplazar al efectivo. Una organización de bancos centrales, el Banco de Pagos Internacionales (Bank for International Settlements), ha dicho que la mayoría de las autoridades monetarias están considerando movimientos similares, aunque ninguna ha probado una moneda digital oficial en la escala que China lo ha hecho. Estados Unidos aún tiene que dejar clara su posición.

El dinero digital promete cambiar la forma en que los gobiernos controlan y gestionan sus economías; potencialmente podría desbloquear servicios financieros para los pobres en todo el mundo y, en el proceso, sacudir a los bancos, los mercados de divisas y las criptomonedas como el bitcoin, al tiempo que aumenta la conveniencia personal y erosiona la privacidad individual.

Ese tipo de impacto será limitado mientras personas como Wu Liuying, una oficinista de 37 años en Beijing, no tengan entusiasmo por el e-CNY. “He visto unos anuncios sobre el yuan digital oficial, pero no me interesa”, afirmó.

Dos servicios de pago —Alipay de Ant Group Co. y la función de pago dentro de la aplicación WeChat de Tencent Holdings Ltd.— ya han transformado la China urbana en una sociedad aparentemente sin efectivo, en la que la conveniencia de la tecnología financiera digital ha neutralizado, en gran medida, las preocupaciones sobre lo inherentemente rastreables que son los pagos digitales.

Alipay y WeChat Pay son una de las principales razones por las que se espera que el dinero digital gane aceptación más rápido en China que en otros lugares. En este momento, sin embargo, las aplicaciones también son el mayor obstáculo al que se enfrenta la versión del gobierno: muchos en China sienten que ya tienen la próxima gran innovación en dinero.

Wu, por ejemplo, dijo que su teléfono móvil ya tiene aplicaciones de pago y que no quiere otra.

Si bien China no ha establecido una fecha de lanzamiento oficial para el yuan digital, más de 140 millones han descargado el software de billetera digital para almacenar e-CNY, y 10 millones de comerciantes están listos para aceptar la moneda, según el Banco Popular de China.

Hasta ahora, se han registrado 150 millones de transacciones en el mundo real por un valor de casi US$ 10.000 millones con el e-CNY, a través de lectores de tarjetas en tiendas, oficinas de impuestos y estaciones de metro. Los atletas visitantes en los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing tendrán la oportunidad de gastar e-CNY usando insignias especiales y “prendas”, incluidos guantes y uniformes en los supermercados o en carritos de venta con poco personal.

Lo que falta sobre el e-CNY es evidencia de que la gente esté clamando por usarlo.

La mayor parte del e-CNY utilizado en los ensayos hasta ahora ha sido dinero literalmente regalado por el banco central y las agencias gubernamentales, aunque algunas empresas estatales lo están utilizando para pagar a sus empleados.

Principalmente, el e-CNY se ha distribuido en promociones de tipo loterías gratuitas y mediante ofertas de descuento diseñadas para fomentar las descargas de la aplicación del banco central y las billeteras digitales. Las promociones no son a nivel nacional; se han llevado a cabo en determinadas ciudades en fechas concretas y, hasta ahora, han dejado de lado las pequeñas ciudades y las zonas rurales. Según los números del banco central, el monto promedio gastado por transacción fue inferior a US$ 1.

De manera puntual, el espectáculo anual de compras online de China en noviembre, conocido como el Día de los Solteros, contó con solo una promoción limitada de e-CNY, una moneda diseñada para el Internet.

El retailer online JD.com Inc. lo convirtió en una opción de pago durante el evento como parte de un plan para fomentar la adopción de billeteras digitales. La compañía dijo que 100.000 clientes utilizaron e-CNY en 240.000 pedidos, pero se negó a decir cuánto del total de los US$ 55.000 millones gastados durante el período de ventas constituyó; probablemente fue una porción fraccionaria. El e-CNY no era una opción de pago en los sitios administrados por Alibaba Group Holding Ltd., que en 11 días acumuló ventas de casi US$ 85.000 millones, o 8,5 veces la cantidad de yuanes digitales negociados durante 18 meses de pruebas.

Hablando en una conferencia en noviembre, Mu Changchun, que dirige el proyecto e-CNY en el Banco Popular de China, pareció reconocer el desafío de la demanda. Dijo que el “entorno de adquisición” del e-CNY sigue siendo un trabajo en progreso y es un factor principal que frena un lanzamiento a gran escala, junto con los problemas relacionados con la finalización de los marcos de gestión de riesgos y de regulación.

Un informe de McKinsey en octubre señaló al e-CNY como un ejemplo de cómo las monedas digitales emitidas por los bancos centrales oficiales “han sido recibidas con una adopción moderada”. Si bien las pruebas muestran que el e-CNY realmente funciona, según el informe de McKinsey, se comparan con más de dos mil millones de usuarios activos mensuales informados por WeChat Pay y Alipay.

Wang Ju, que vive en la ciudad oriental de Suzhou, dijo que ha participado en pruebas de e-CNY, que es conveniente para comprar en JD.com y que confía en él más que en las aplicaciones privadas. Aún así, se queda con WeChat Pay y Alipay para el gasto diario.

Para abordar las preocupaciones de privacidad, el banco central ha dicho que será posible abrir cuentas electrónicas de e-CNY que permitan gastar casi US$ 300 por día y hasta alrededor de US$ 7.200 al año sin proporcionar mucha información personal.

Los responsables políticos chinos, que han pasado gran parte del año pasado asegurando un mayor control sobre los gigantes tecnológicos nacionales, han dejado claro que, en última instancia, cuentan con Alipay y WeChat Pay como aceleradores para la adopción del e-CNY. El banco central enfatiza que el diseño del e-CNY “admite la interoperabilidad con los sistemas tradicionales de pago electrónico”, lo que, según los analistas, indica planes para que Alipay y WeChat Pay eventualmente incluyan opciones para usar e-CNY.

Un consumidor pagando con el e-CNY en un supermercado en Shenzhen, China. Foto: Yan Cong/Bloomberg

Hasta ahora, el banco central ha realizado pruebas del yuan digital junto con un puñado de bancos estatales, y aún no está claro cómo podría funcionar el e-CNY con las principales aplicaciones de pago. El resultado tendrá ramificaciones tanto para los gigantes tecnológicos como para la demanda de e-CNY y es probable que, con el poder de Beijing detrás, la moneda digital cambie el panorama de los servicios de pago de manera importante.

Si aparecerá o no demanda para el e-CNY “no es la pregunta correcta”, afirmó Michael Sung, un estadounidense en Shanghai que codirige un programa de tecnología financiera en la Universidad Fudan de Shanghai y asesora sobre monedas digitales. Dijo que China está allanando el camino para el uso del e-CNY, incluso reduciendo el poder de los proveedores de aplicaciones privadas y preparando el escenario para digitalizar una variedad de activos financieros, desde obras de arte hasta bonos, lo que hará que el e-CNY sea indispensable.

“El país se está movilizando masivamente para comercializarlo en grande”, afirmó.

El lanzamiento formal de una moneda digital requerirá una serie de complejas decisiones políticas, incluida la delimitación de funciones específicas para los bancos y los proveedores de pagos mediante aplicaciones. “Hasta que no se tomen estas decisiones difíciles, no se puede tener un despliegue a gran escala”, afirmó Robert Greene, un académico no residente de Carnegie Endowment for International Peace (o Fondo Carnegie para la Paz Internacional) en Washington.

Agregó que con Estados Unidos y muchas otras potencias mundiales aún por decidir cómo podrían digitalizar sus monedas, Beijing quizás sienta menos presión para tomar esas decisiones apresuradamente.

—Grace Zhu contribuyó a este artículo.

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