¿De qué forma los centros de datos se están adaptando al crecimiento de la inteligencia artificial?

En Chile se busca que la IA y los data centers contribuyan a elevar la productividad.

El aumento exponencial de esta tecnología, así como la del “aprendizaje de máquinas”, está haciendo que los data center requieran más exigencias en cuanto a procesamiento y desarrollo de infraestructura. Además, las empresas y sus ejecutivos ven la IA como algo estratégico en su negocio.


Si bien se viene hablando de la inteligencia artificial (IA) de forma más asidua ya hace varios años, el nuevo ícono de esta tecnología, ChatGPT, ha generado una explosión de interés y entusiasmo en las personas y empresas para desarrollar aristas que pudieran mejorar los negocios. El estudio Technology Vision 2023 que desarrolla Accenture, indicó que el 96% de los ejecutivos a nivel global dice estar muy inspirado por las capacidades que ofrece la IA, mientras que el 91% sostiene que es la tecnología que más importancia tendrá en su estrategia a largo plazo.

Pero detrás de los chatbox de atención a clientes o de sofisticados algoritmos para predecir el comportamiento de los mercados, están los “fierros” y los complejos software que permiten que funcione la IA. Estos son suministrados por los centros de datos y, principalmente, utilizando la computación en la nube. ¿De qué forma los data center se están adaptando a este crecimiento de la IA?

Claramente, el crecimiento exponencial de soluciones de IA está aumentando la demanda de almacenamiento de datos. Los algoritmos de IA requieren grandes cantidades de información para entrenar y aprender, metodología que es denominada como machine learning o aprendizaje automático. Además, se requiere una capacidad de procesamiento importante, redes de conexión rápidas y estables, y hardware específicos que tengan el rendimiento para soportar todos esos datos. “Los data center están respondiendo a esta demanda al proporcionar capacidades de almacenamiento escalables y flexibles. En ese sentido, los que están enfocados en la computación en la nube “pública” (o sea, el que está disponible para cualquier persona o empresa), son los que mejor responden a este requerimiento”, comenta Juan Diego Arboleda, líder de ingeniería cloud de Oracle, y agrega: “Por ejemplo, algunas startups dicen que se benefician de la conectividad del hardware de nuestros servidores y, con ello, reducen los precios de las empresas que ejecutan grandes modelos de machine learning. Esos modelos permiten chatbots sofisticados o servicios que generan imágenes y videos fotorrealistas basados en descripciones de texto simple”.

Incluso, la compañía norteamericana hizo una alianza con la gigante del mundo de los videojuegos Nvidia, para unir fuerzas con respecto a la IA y su procesamiento.

Profundizando más aún, los mismos centros de datos también utilizan IA para mejorar su desempeño. Al respecto, para David Cerón, CTO para América Latina de Hitachi Vantara, el centro de datos moderno se define en gran medida por sus capacidades de automatización. “Cada vez es más común escuchar conceptos de hardware definido por software aplicados al correcto funcionamiento y operación de las diferentes plataformas de cómputo, red y almacenamiento”, explica Cerón, quien además estima que, en ese contexto, la IA juega un papel protagónico, “al ser capaz de correlacionar eventos y comportamientos de la infraestructura en el centro de datos en tiempo real que ayuden a predecir posibles fallas, optimizar el funcionamiento y aprovechamiento de recursos dependiendo de las aplicaciones, dar solución a errores operativos manuales y analizar la utilización de los recursos para una mejor planeación de inversiones futuras”.

En Chile

A nivel más local, un sondeo desarrollado por la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile) en más de 60 empresas chilenas, indicó que el 77% de ellas cree que el uso de la IA tendrá un impacto significativo o disruptivo en la productividad de su industria. Incluso, reveló que el 27% de los directorios de las empresas en Chile ya se encuentra discutiendo el uso de estas tecnologías. Y para ello, claramente se necesita el procesamiento que realizan los data center.

En ese sentido, en nuestro país existen varias alternativas, como los que tienen las empresas de telecomunicaciones, como Claro; así como compañías tecnológicas chilenas o multinacionales, enfocadas tanto en tecnología en la nube pública como privada. Incluso Chile ha atraído a varios actores relevantes en la materia a la hora de implementar centros de datos o infraestructuras similares enfocados al cloud público, que en la jerga tecnológica se denominan “región” o “local zones”, dependiendo del tamaño o cómo lo define cada empresa. En ese grupo están empresas como Google, Oracle, Huawei, AWS y Microsoft (cuya implementación está en proceso), por nombrar las marcas más conocidas.

Para Cristián López, CEO de la empresa de tecnología chilena Unitti, los data center llevan un buen tiempo soportando aplicaciones y tecnología para la IA, pero claramente es algo que está aumentando, no sólo por el surgimiento reciente de ChatGPT, sino porque las diversas industrias lo están requiriendo. “Las tecnologías emergentes para este 2023 encajan en tres temas principales: evolución/expansión de experiencias inmersivas, automatización acelerada de inteligencia artificial y entrega optimizada de tecnología. Nuevamente la IA toma un rol creciente en el impacto de los negocios y la sociedad, proyectándose como una tendencia para los próximos diez años”, sostiene López.

Cobots: la próxima frontera

El Technology Vision 2023 desarrollado por Accenture indica que hoy el 96% de los ejecutivos a nivel mundial coincide en que la convergencia de los mundos digital y físico en la próxima década transformará su sector. “Incluso problemas tan grandes como la sostenibilidad se están reexaminando a través del lente de lo que podemos hacer cuando combinamos las ciencias físicas y la tecnología digital”, dice el informe.

Incluso, se refiere a los cobots (robots colaborativos), un mercado que está previsto que alcance los US$16.300 millones en 2028. Estas máquinas hacen que el poder de la inteligencia artificial y la automatización se traslade al mundo físico, permitiendo a las personas trabajar en forma más natural y descubrir nuevas eficiencias. Por ejemplo, Moxi, un cobot diseñado para hospitales, ahorró 3.200 horas de trabajo al personal sanitario de un hospital, encargándose de tareas rutinarias, como los partos, y permitiendo al personal dedicar más tiempo a atender a los pacientes.

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