Recursos humanos para el cuidado: un desafío para las próximas décadas


Un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo estimó los requerimientos de recursos humanos para el cuidado -esto es, personas que se dedican a brindar servicios a terceros en el desarrollo de actividades básicas de la vida diaria como comer, ir al baño o vestirse- en 26 países de América Latina y el Caribe, incluyendo Chile.

El estudio muestra tanto la escasez de información sobre el tema en la mayoría de los países, como las importantes brechas en la oferta de servicios de cuidados, tanto en términos de cantidad como de competencias. Los resultados de las simulaciones para los distintos países muestran que mientras en 2020 la región necesitaba algo más de 5 millones de personas (con distintos perfiles que incluyen cuidadores formales, ayudantes de enfermería, profesionales de enfermería y profesionales de medicina) dedicadas a proveer servicios de cuidados para cubrir a la población de personas mayores de 65 años con dependencia funcional severa, esta cifra se incrementaría a 14,6 millones en 2050.

En el caso de Chile, las cifras varían desde 177.878 en 2020 a 485.086 en 2050. A esta cifra es necesario sumar los requerimientos de profesionales para la rehabilitación, los que aumentarían desde 78.868 a 215.070 en el mismo mismo periodo. Para el país, la mayor demanda se daría por ayudantes de enfermería y profesionales de la enfermería.

Si bien Chile tiene mayor información y un camino recorrido respecto a otros países de Latinoamérica y el Caribe, el desafío de proveer servicios adecuados a una población que envejece es tan apremiante y vasto como en el resto de la región. Las estimaciones para el país muestran una importante brecha de la cantidad de personas dedicadas a cuidar a otros, pero también apuntan a la necesidad de avanzar en el diseño de políticas para la formación, estandarización y certificación de recursos humanos para el cuidado, que permita cubrir las crecientes necesidades de una población que envejece a un ritmo acelerado, tanto en términos de cantidad como calidad.

El país tiene hoy una oportunidad sin precedentes, principalmente considerando la actual discusión en torno al diseño e implementación de un Sistema Nacional de Cuidados. Esta iniciativa tiene el potencial de marcar un hito respecto al problema y su abordaje en el país. Considerando su importancia, el futuro sistema debe considerar las políticas de recursos humanos como un elemento clave en su funcionamiento, no solo reconociendo la labor de las cuidadoras como un pilar fundamental en el esquema tradicional y futuro de cuidados, sino avanzando hacia la incorporación de más y mejores recursos humanos—incluyendo un abordaje multidisciplinario—que permita atender las necesidades de la población que requiere estos servicios en el país.

*Déborah Oliveira, Universidad Andrés Bello e Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (MICARE)

**Pablo Villalobos Dintrans, Universidad de Santiago e Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (MICARE)

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