Cómo es la pastilla que podría ayudar a curar lesiones cerebrales, según un equipo de científicos
Un equipo de investigadores está desarrollando un ensayo clínico que, según sostienen en base a sus hallazgos previos, podría ayudar a la recuperación de los pacientes que sobreviven a diagnósticos como un accidente cerebrovascular.
Actualmente, no existe una cura ni un tratamiento médico específico mediante el que se pueda curar una lesión cerebral. Por lo tanto, los esfuerzos de los especialistas se centran, principalmente, en impulsar la rehabilitación y la esperanza de los pacientes.
Sin embargo, un equipo de científicos asegura haber encontrado hallazgos que podrían cambiar este escenario y abrir un nuevo camino para ayudar al cerebro a recuperarse de un ictus (o accidente cerebrovascular) o una lesión traumática.
El jefe de neurología de la Facultad de Medicina Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles, Thomas Carmichael, explicó al New York Times que durante los años en que cursó la carrera en la década de 1990 le enseñaron repetidamente que el cerebro no tiene capacidad regenerativa, a diferencia de órganos como el hígado.
No obstante, mientras se desempeñaba en un centro de rehabilitación para sobrevivientes de lesiones cerebrales, identificó pruebas que sugerían lo contrario, según afirmó.
Carmichael relató que sus pacientes volvían a aprender a caminar, a sostener objetos y a encadenar palabras para generar oraciones.
Por lo tanto, pensó, de alguna manera sus cerebros se estaban recuperando y adaptando a las circunstancias.
Fue ahí cuando se propuso descubrir si el cerebro podía repararse a sí mismo.
Tras una serie de investigaciones, Carmichael encontró hallazgos de que, después de una lesión, desde las neuronas sanas alejadas del lugar del daño se generaban nuevos axones.
Estos últimos son unas estructuras alargadas que, como función primaria, transmiten impulsos eléctricos hacia otras neuronas, músculos o glándulas, lo que permite la comunicación en el sistema nervioso.
Aunque un ictus destruye una parte del cerebro y altera la red de neuronas, Carmichael vio que la lesión inicia una ola de plasticidad y crecimiento en el cerebro.
Según explicó al citado periódico, esto contribuye a que las neuronas se reactiven y generen nuevas raíces, para así intentar restablecer las conexiones perdidas.
Pese a que no muchas consiguen ese objetivo, el neurólogo enfatizó que puede que se necesiten solo unas pocas para reconectar partes distintas del cerebro.
De acuerdo a un informe de la Asociación Americana de Accidentes Cerebrovasculares, es escaso el número de sobrevivientes a un accidente cerebrovascular que consiguen una recuperación casi completa.
A pesar de que el cerebro puede regenerarse, esta capacidad es limitada.
Aún así, Carmichael confía en que es posible hacer que la ola de plasticidad se mantenga abierta por más tiempo, lo que podría contribuir a que el cerebro se recupere más allá de los límites naturales.
Cómo se desarrolla la pastilla que podría ayudar a curar lesiones cerebrales, según un equipo de científicos
El especialista de la Universidad de California relató al Times que, en 2015, el investigador de la memoria y colega suyo de dicha casa de estudios, Alcino Silva, lo llamó para contarle sobre un ratón que le faltaba un gen inmunitario.
Las investigaciones de Silva se centraban en estudiar ratones “inteligentes”, es decir, con mutaciones que impulsaban su capacidad para aprender y recordar.
Aquel gen codificaba un receptor llamado CCR5, el cual parecía suprimir la plasticidad, la memoria y el aprendizaje, según un trabajo publicado por el científico en la revista académica eLife.
Según contó Camichael, se preguntaron si podría relacionarse con un eventual proceso de recuperación tras enfrentar un ictus.
De acuerdo al experto, en un cerebro humano sano aquel receptor no estaba en las neuronas.
Sin embargo, luego de un ictus u otras lesión cerebral, aparecía en distintas partes del cerebro de manera repentina.
Fue ahí cuando Camichael concluyó que el periodo de plasticidad inicial se estaba acortando por dicho receptor y que, probablemente, ese era el motivo de por qué los pacientes no tienden a recuperarse por completo tras sobrevivir a un accidente cerebrovascular.
En conjunto, los especialistas vieron que los cerebros de los ratones con la mutación no operaban de la misma forma: su ola de plasticidad se mantenía abierta por más tiempo, lo que contribuía a que se recuperaran de forma más rápida y completa.
Bajo esta línea, se preguntaron si podría ocurrir un efecto similar en humanos con la mutación.
Cuando se plantearon tales dudas, Camichael y Silva ya lideraban una iniciativa para encontrar nuevas vías para la recuperación de lesiones cerebrales, la cual era financiada por la Fundación de Investigación Médica Adelson.
A través de dicho organismo, se contactaron con la genetista de la Universidad de Tel Aviv en Israel, Einor Ben Assayag, quien realizaba un seguimiento a 600 pacientes con ictus para descifrar cuáles desarrollaban demencia.
La doctora había guardado muestras de sangre y evaluaciones cognitivas de cada uno de los participantes. Y, al revisar los datos, vio que quienes tenían alguna forma de mutación CCR5 tenían mejores puntuaciones en lenguaje, memoria y atención.
Por otro lado, la investigadora Tawnie Silva había identificado un fármaco que imitaba la mutación. Se trata de Maraviroc, un tratamiento contra el VIH que fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos en 2007.
En 2019, Carmichael publicó un artículo en la revista científica Cell, en el que compartió evidencia de que dicho medicamento potenciaba la neuroplasticidad después de una lesión cerebral.
El médico de la Universidad de California contó al Times que, en una conferencia en la que expuso sus hallazgos a finales de dicho año, se encontraba el neurocientífico especializado en accidentes cerebrovasculares, Sean Dukelow, quien terminó uniéndose como investigador principal en un ensayo clínico que actualmente están desarrollando.
Dukelow afirmó que, aunque previamente se creía que el cerebro no podía reconfigurarse, actualmente “estamos a punto de guiar esa reconfiguración”.
Aunque reconoció que los avances en este ámbito han sido lentos a lo largo de las décadas, enfatizó que se ha pasado “de la nada absoluta” a “que ahora haya esperanza”.
Sin embargo, Carmichael precisó al citado periódico que Maraviroc no es perfecto y que sus capacidades son limitadas, por lo que esperan no solo desarrollar un fármaco que pueda contribuir a tratar las lesiones cerebrales, sino que más bien desarrollar bases para futuras terapias a través de una mejor comprensión sobre cómo se puede recuperar el cerebro.
El neurólogo enfatizó que aunque los hallazgos son prometedores, se requieren años de investigaciones y pruebas para poder comenzar a comercializar una “píldora de neurorrehabilitación”.
Cabe recordar que si tienes dudas relacionadas a tu salud, siempre es recomendable consultar con especialistas para evaluar tu caso y las mejores formas de abordarlo.
Lo último
Lo más leído
1.
3.
4.
Este septiembre disfruta de los descuentos de la Ruta del Vino, a un precio especial los 3 primeros meses.
Plan digital + LT Beneficios$3.990/mes SUSCRÍBETE