Quién era James Watson, el premio Nobel que fue despojado de sus títulos y que falleció a los 92 años
El científico estadounidense realizó un descubrimiento clave para entender el ADN, sin embargo, polémicos comentarios racistas mancharon su trayectoria.
James Watson, el biólogo molecular que ayudó a descifrar el código de la vida y luego fue marginado del mundo académico por sus comentarios racistas, falleció a los 92 años la semana pasada.
Según un artículo de la BBC, sus investigaciones sentaron las bases para entender cómo se replica el ADN y cómo transporta la información genética, un avance que cambió la historia de la biología.
Por ese hallazgo, Watson recibió en 1962 el Premio Nobel de Medicina, junto a Francis Crick y Maurice Wilkins, por descubrir la estructura de doble hélice del ácido desoxirribonucleico.
Nacido en Chicago en 1928, mostró desde joven un talento precoz: a los 15 años obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Chicago.
Más tarde, en Cambridge, conoció a Crick, con quien comenzó a construir modelos tridimensionales que explicarían la estructura del ADN, un hito que revolucionó la ciencia.
Tras el Nobel, Watson se consolidó como una figura central de la biología molecular.
Fue profesor en Harvard y, en 1968, asumió la dirección del Laboratorio Cold Spring Harbor en Nueva York, al que convirtió en un centro de referencia mundial para la investigación genética.
Polémicas raciales
Pese a su prestigio, su reputación se fue erosionando por declaraciones polémicas. En 2007, durante una entrevista con el diario británico The Times, afirmó que era “pesimista respecto al futuro de África”.
Allí afirmó que “todas nuestras políticas sociales se basan en la idea de que su inteligencia es la misma que la de los blancos, cuando las pruebas indican que no es así”.
Las reacciones fueron inmediatas: políticos, científicos y organismos internacionales condenaron sus palabras.
El Museo de Ciencia de Londres canceló una conferencia suya y el Cold Spring Harbor Laboratory lo suspendió temporalmente.
Watson pidió disculpas días después, asegurando que sus palabras habían sido malinterpretadas y que “no hay base científica para aseverar” una diferencia genética entre razas. Sin embargo, su prestigio nunca se recuperó del todo.
Aun así, conservó sus títulos honoríficos como rector emérito y profesor del laboratorio neoyorquino.
Eso cambió en 2019, cuando, durante una entrevista para el documental American Masters: Decoding Watson, reiteró que su visión sobre la relación entre raza e inteligencia “no había cambiado”.
Las declaraciones reavivaron la controversia y provocaron una reacción inmediata.
El Cold Spring Harbor Laboratory le retiró todos sus títulos y cortó toda relación institucional con él, calificando sus dichos como “reprensibles y carentes de respaldo científico”.
El científico que vendió una medalla Nobel
Watson estuvo en los titulares en 2014, cuando decidió vender su medalla del Nobel –algo sin precedentes entre los galardonados–.
Fue subastada por US$4,8 millones, y el comprador, un empresario ruso, se la devolvió poco después.
Según Watson, su intención era usar parte del dinero para financiar proyectos científicos en las instituciones donde trabajó y estudió.
“Estoy deseando hacer más regalos filantrópicos y contribuir a que el mundo académico siga siendo un ambiente donde prevalezcan las grandes ideas y la decencia”, dijo entonces.
Durante sus últimos años, el científico vivió alejado del público. Según medios estadounidenses, tras un accidente automovilístico sufrió un deterioro cognitivo significativo y residía en un hogar de cuidados.
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