Quién es Bernard Arnault, el empresario que superó a Elon Musk como el más rico del mundo

El nombre de Elon Musk es más que habitual en los medios de comunicación. No solo por las controversias que protagonizó desde antes de anunciar la compra de Twitter, sino que también por sus ácidos comentarios al interior de la plataforma.

Si bien, el ahora dueño de la red social del pájaro azul y también CEO de Tesla y fundador de SpaceX era reconocido como el hombre más rico del planeta desde septiembre de 2021, el nuevo ranking de Forbes lo posicionó en el segundo lugar, ante la creciente fortuna de un empresario francés llamado Bernard Arnault, quien mantiene un perfil más reservado que el del magnate de la tecnología.

Este último es el presidente y CEO de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton, un conglomerado multinacional que agrupa más de 70 marcas de lujo, principalmente relacionadas al ámbito de la moda y los cosméticos.

Entre ellas, se encuentran firmas tan glamorosas como Louis Vuitton, Fendi, Givenchy, Kenzo, Marc Jacobs, Celine y Berluti, además de otras de joyería y relojes como Bulgari, Zenith, Tag Heuer y Tiffany & Co, la cual adquirió el año pasado por $15.800 millones de dólares, convirtiéndose en la mayor adquisición de su historia hasta ese momento.

Pero, ¿cómo le sacó ventaja a nombres como Elon Musk, Gautam Adani, Jeff Bezos, Warren Buffet y Bill Gates? Esta es su historia.

Actualmente, el francés de 73 años tiene una fortuna en ascenso de $180.9 billones de dólares, una cifra superior a los $146.5 billones que posee el actual dueño de Twitter.

Y junto a la maniobra que hizo para comprar Tiffany & Co, también destaca otra que efectuó en 2019, cuando desembolsó $3.200 millones de dólares para hacerse con la propiedad de la firma hotelera Belmond, la cual tiene más de 46 hoteles, además de trenes y cruceros fluviales.

Según rescata Infobae, su bajo perfil y la reserva en torno a su vida privada lo han llevado a ganarse el apodo de “el dueño silencioso del lujo” al interior del círculo de los magnates, un factor que no ha interferido en el éxito de sus negocios.

El empresario nació el 5 de marzo de 1949 en Roubaix, un municipio ubicado en el norte de Francia. Ahí, sus padres Jean Léon Arnault y Marie-Josèphe Savinel tenían una compañía de obras públicas llamada Ferret-Savinel.

Una vez que terminó sus estudios académicos, se dedicó a trabajar en la firma familiar, hasta que en 1971, convenció a sus progenitores de vender la empresa por una suma de $40 millones de francos franceses, la moneda que se utilizaba en el país durante aquella época. Posteriormente, concentraron sus inversiones en el ámbito inmobiliario.

En 1973, Arnault se casó con Anne Dewavrin, mujer con la que tuvo dos hijos llamados Delphine y Antoine. Si bien, en un inicio permanecieron en su país de origen, en 1981 decidieron emigrar a Estados Unidos, debido a la incertidumbre que les generó la victoria del ex presidente François Mitterrand, quien era militante de centro-izquierda.

Ya asentado en Norteamérica con su esposa y sus descendientes, invirtió una suma de $15 millones de dólares del negocio familiar para adquirir la firma Christian Dior en 1985, una maniobra que fue clave en su posterior ascenso económico.

Una historia rescatada por el citado medio, la cual no ha sido confirmada por Arnault, relata que esa decisión se debió a que una vez se subió a un taxi y el conductor le dijo que no sabía quién era el mandatario de Francia, pero que sí conocía a Dior.

Aquella sería la razón que lo incentivó a comprar la firma, a partir de la cual construyó un imperio que hoy es el más grande del planeta. Y a pesar de que se separó de Dewavrin a inicios de la década del 90, en 1991 se casó con la pianista Hélène Mercier-Arnault, con quien tuvo tres hijos más, Jean, Frédéric y Alexandre.

En la actualidad, estos dos últimos y los descendientes de su primer matrimonio trabajan con él en el manejo de sus inversiones, el cual sería uno de los motivos de por qué figura en la lista de Forbes como “Bernard Arnault y familia”, a diferencia de otros multimillonarios como Musk y Gates, quienes aparecen solo con sus nombres y apellidos a secas.